Hola bonitas y bienvenidas un domingo más al podcast de Somos Estupendas. ¡Un domingo más y el último del año! Volveremos cargadas de energía en unas semanas en 2024.
Cerramos el año hablando de las creencias limitantes, qué son y ejemplos. No queríamos terminar esta temporada sin hablar de ello, porque nos parece importantísimo abordarlo desde la perspectiva psicológica con Bea, compañera del equipo de psicólogos online.
¿Qué son las creencias limitantes?
Hay mucha información en internet sobre las creencias limitantes, pero en la mayoría de las ocasiones el enfoque se aleja mucho de la salud mental. Así que empezando desde el inicio, hablemos de qué es una creencia.
Una creencia es cualquier tipo de afirmación o pensamiento que damos por verdadero, por cierto, y que no nos cuestionamos, damos por hecho que es una verdad absoluta. Esto nos guía el comportamiento y nos condiciona en todos los sentidos.
Las creencias pueden ser de cualquier tipo: sobre qué es una pareja, sobre el dinero, sobre el trabajo, etc. Según los conceptos que tenemos de las cosas nos comportamos de una forma u otra. Las creencias no tienen por qué ser siempre limitantes, hay creencias que son potenciadoras, que nos pueden ayudar.
Cada persona tiene su propio sistema de creencias.
Las creencias potenciadoras nos animan, nos impulsan, nos ayudan a asumir retos y a avanzar. Algunas de estas creencias pueden ser: tú puedes, lo vas a conseguir, soy capaz.
Pero, por otro lado, tenemos las creencias limitantes. En su nombre encontramos la explicación: nos frenan, nos cohíben y nos impiden desarrollarnos. Son creencias que interfieren entre nosotras y nuestros objetivos en la vida.
Ejemplos de creencias limitantes
Debemos tener cuidado con las etiquetas, porque nos definen y acabamos creyendo como rígidos e inamovibles aspectos de nosotras que realmente son más flexibles y amplios. Existen innumerables creencias limitantes, pero aquí te comentamos algunas de las que más encontramos en terapia:
Soy una mala persona
Muchas personas tienen miedo a ser malas o sienten que lo son en las decisiones que toman o cómo se comportan. Es muy probable que te estés juzgando con un filtro injusto y poco realista.
No merezco amor
Cuando te han hecho daño en momentos clave de tu vida puede que te quede la sensación de que no eres importante y no mereces el cariño y el amor de tus personas cercanas. Lo que verdaderamente no merecías era que te hicieran daño.
Soy culpable
Quizá con mucha facilidad, por no decir en prácticamente cualquier situación, te atribuyas la culpa de lo que está sucediendo. Sientes que tienes más control de las cosas de lo que realmente puedes controlar, y todo lo que sale mal crees que tiene que ver contigo.
No puedo confiar en nadie
Te cuesta abrirte y pedir ayuda. Puede que cuando lo hayas intentado te hayan decepcionado o sientas que todo es insuficiente o que nadie puede ayudarte.
Soy débil
Te castigas, te fuerzas constantemente y no escuchas tus propios límites. Sientes que las situaciones te superan porque tú no eres lo suficientemente fuerte.
No soy capaz
Te aterra el fracaso. Tanto que en muchas ocasiones no te permites ni intentarlo, porque ya anticipas que no podrás hacerlo.
Origen de las creencias limitantes
Somos como somos por nuestra historia, por nuestro pasado, y no por arte de magia. A través de nuestras relaciones y experiencias aparecen nuestras creencias. Se crean por situaciones vividas en primera persona o aprendidas de lo que nos han dicho terceras personas (amistades, familia, profesores, etc.).
El cerebro tiene un espacio limitado para analizarlo todo. Como se pasa mucho tiempo intentando comprender todo y no puede ir caso por caso, lo hace por bloques: imagina que con 12 años te bloqueas haciendo una exposición en clase y tu cerebro saca la conclusión de “no puedo hablar en público”.
Las invalidaciones de otras personas pueden transformarse en creencias limitantes.
Creces con esa creencia más inconsciente que asocia la exposición pública al “no soy capaz”. En el presente, en las mismas situaciones o similares, tu cerebro hace una asociación muy simple y vuelve a traer esa creencia limitante sobre ti misma.
Si en esas ocasiones en las que quizá debas exponerte a hablar en público la creencia aparece, lo más probable es que ya no te esfuerces o incluso que evites esas situaciones.
Los mensajes durante la infancia
Las creencias limitantes, como por ejemplo, no soy capaz, están muy ligadas al diálogo interno que podamos tener. Estos pensamientos, así como nuestro autoconcepto y autoestima, se cimientan sobre nuestros primeros años de vida.
Por eso es tan importante la infancia en lo que se refiere a las creencias limitantes. Un mal mensaje o experiencia en una etapa tan crítica puede hacer que llevemos durante años una herida emocional abierta.
Intentemos transmitir a la infancia más mensajes potenciadores en lugar de limitantes.
También debemos tener cuidado con esta positividad extrema y mensajes como “tú sí puedes” indiscriminados. Quizá te dicen esto sin ningún tipo de contexto y te vas chocando contra la pared sin entender qué sucede. No demos estos mensajes de forma superficial, es más beneficioso entender por qué no se puede, desde ahí se puede trabajar.
Cómo cambiar mis creencias limitantes
Es fácil encontrar en las creencias limitantes algunos ejemplos de pensamientos que nos llevan acompañando toda la vida. Cambiar estas creencias puede ser una tarea muy difícil, pero no imposible.
Actualiza tu software cerebral
El cerebro ahorra energía: conecta experiencias pasadas y saca conclusiones desactualizadas. Habrá que conseguir, entonces, que nuestro cerebro actualice estas experiencias y atajos. Lo que antes nos servía y quizá era verdad ahora nos está haciendo daño y no se ajusta a la realidad de lo que somos y de nuestro contexto. en terapia mejor.
- Reconocer: Desde la introspección, ver cuándo te has sentido mal, triste… comprender qué ha pasado, conectarlo con otras ocasiones en las que te has sentido así.
- Dejar de buscar fuera el refuerzo de esa creencia. A veces tenemos un radar que se fija especialmente en todo aquello que nos puede confirmar lo que ya pensamos negativamente de nosotras.
- Empezar a cuestionarlas: ¿no soy capaz de hablar en público o es que no me he dado la oportunidad de aprenderlo a hacer o de volverlo a intentar? Quizá las cosas pueden verse desde otro lugar.
Este es el proceso de transofrmar esa creencia limitante a una más adapatativa. Ten en cuenta que lo ideal seará que puedas tener un acompañamiento psicológico. Pero si vas intentando estos pasos pequeños, poco a poco te vas a ir viendo más capaz.
Muy bueno el aprendizaje
Muchas gracias por tu mensaje y por tus palabras, Carlos 🌷
¡Un abrazo grande!
Felicidades es una excelente página para ayudarnos!
Muchas gracias a ti, bella. Nos alegra mucho que te sirva de ayuda nuestro contenido🥰 Te mandamos un abrazo muy fuerte 🌷
Me ha encantado!! Enhorabuena chicas!
¡Hola, Aranza!🌷 Muchísimas gracias por tu cariño, nos alegra mucho que te haya gustado este artículo. Cualquier cosita que necesites, estamos aquí 🥰
Excelente contenido!