Arteterapia: Qué es y ejercicios

Has escuchado hablar de terapia. Y también has escuchado hablar de arte. Pero, ¿te suena el concepto de arteterapia? Estás a punto de descubrir en profundidad una forma terapéutica diferente de trabajar en ti.

Aquí podrás conocer bien la arteterapia, qué es y qué ejercicios existen para que lo acabes de entender. 

¿Qué es arteterapia?

El arte siempre ha existido en la historia de la humanidad. Y ha cumplido funciones muy diversas, desde plasmar diferentes realidades o culturas, hasta servir como forma de expresión de ideas y emociones. 

De hecho, estoy segura de que al ver diferentes cuadros puedes más o menos imaginar qué emociones estaba transitando la persona que lo creó. Quizá si ves tonos agresivos puedas pensar que la persona estaba dolida o rabiosa, y quizá si el cuadro es un bonito paisaje con tonos cálidos puedas pensar que la persona quería transmitir calma. 

Imagínate cómo sería utilizar una vía de expresión diferente para conectar y expresar tus emociones. Pues esto es la arteterapia. 

La arteterapia es una forma de intervención terapéutica en la que se utilizan elementos o creaciones artísticas o creativas para la expresión de emociones, de vivencias, o de conflictos internos. Es decir, es una forma diferente a la hablada de identificar y expresar aquello que nos pasa por dentro. 

Es más, la Asociación Americana de Arteterapia (ATA) expresa que la arteterapia “trata de utilizar el arte como vehículo para la psicoterapia y ayudar al individuo a encontrar una relación más compatible entre su mundo interior y exterior”. 

Beneficios de la arteterapia

Seguramente, cuando piensas en hacer terapia online, venga a tu mente la imagen de una sala cerrada, en la que dos personas conversan mientras están sentadas en una silla. 

Y, sí, hablar y narrar lo que ocurre en nuestro interior es maravilloso. Y muy terapéutico, porque nos ayuda a ordenar y dar voz a aquello que nos ocurre. 

Lo que ocurre es que, a veces, no somos capaces de poner palabras a según qué cosas. O quizá es que no podemos llegar a todos los huecos o esquinas que hay en nuestro interior. Y aquí es cuando necesitamos utilizar otras formas terapéuticas de explorarnos. 

La arteterapia es un recurso muy útil a la hora de conectar con emociones atrapadas, de identificar conflictos que no siempre vemos a simple vista, o de expresar emociones internas de las que nos cuesta hablar. 

Además, la arteterapia no implica que tengamos que tener habilidades artísticas y creativas. No se te tiene que “dar bien” lo que estás haciendo. De hecho, hay mucha autoexigencia derivada de esa frase. 

Precisamente, lo que se busca con la arteterapia es que el resultado sea lo menos importante. Lo que realmente es importante es ese proceso en el que estás conectando contigo. Lo que importa es el proceso de creación y todo lo que a través de él puedes ir identificando (qué colores estás usando, qué pensamientos te están viniendo, qué emociones o decisiones se están generando, etc.) 

Así que la arteterapia tiene muchos beneficios en el bienestar emocional, en el autoconocimiento, en el fortalecimiento de la autoexigencia o autoestima, o la reducción del estrés a través de practicar la atención plena, por ejemplo.

Si quieres descubrir por ti misma todo lo que la arteterapia o la atención plena puede nutrirte, puedes hacer clic aquí abajo y conocer nuestro espacio Presencia.

Arteterapia ejercicios

Para que puedas entender mejor qué es la arteterapia, aquí verás algunos ejercicios de los muchos que podríamos nombrar. 

De hecho, una de las claves de la arteterapia es la enorme posibilidad de ejercicios que ofrece. Esto es porque permite improvisar y trabajar en terapia de una forma muy creativa en función de lo que cada persona esté necesitando. 

• Realizar un collage emocional: en este ejercicio, se pueden pegar en un folio o cartulina elementos muy diferentes que acaben expresando la forma en la que te estás sintiendo. 
• Figura de barro para trabajar con autoestima: se moldearía un trozo de barro o de arcilla para reflejar la forma en la que una persona puede verse, y a partir de ahí se trabajan temas como autoestima, autoconcepto, o autocuidado. 
• La caja de los pensamientos: en este ejercicio se podría dedicar una parte del tiempo a pintar la caja, y otra parte del tiempo a meter elementos que representen todo lo que está en tu cabeza y no te deja descansar.  

Arte y salud mental

Ya has visto que la arteterapia tiene muchos beneficios en nuestro bienestar emocional y crecimiento personal. Además de ello, hay varios ámbitos o colectivos en los que la arteterapia puede ser muy positiva. 

Arteterapia y duelo

En un proceso de duelo es difícil encontrar las palabras que reflejen lo que se siente. Y muy duro sentir todo eso. A través de la arteterapia, puede expresarse todo ese dolor de una forma no hablada que permita ir ventilando emocionalmente lo que sucede en el interior. 

Arteterapia y Alzheimer

A través del arteterapia se fortalecen habilidades cognitivas como la concentración, la atención plena, la creatividad, o la memoria. Además, también se crea un espacio en el que estas personas puedan disfrutar y conectar con habilidades que siguen conservando. 

Arteterapia y autismo

La arteterapia puede ofrecer un lenguaje al que a personas con autismo les resulte más fácil acceder. Además, en un contexto en el que las personas del espectro autista no siempre son aceptadas o comprendidas, la arteterapia aporta un contexto en el que todo está bien, no hay posibilidad de error dentro de la actividad. 

Arteterapia y autoestima

En línea con lo anterior, la arteterapia también supone una actividad en la que no importa el resultado estético, y en el que no importan tus habilidades artísticas. Todo lo que hagas estará bien, de modo que se elimina la frustración que generan la exigencia y el perfeccionismo. 

Arteterapia y discapacidad

Existen diferentes tipos de discapacidad, y, como en todo, hay tantas situaciones como personas en el mundo. Sea como sea, todos los beneficios anteriores van a seguir siendo beneficios en el ámbito de la discapacidad: la estimulación cognitiva, el disfrute de las habilidades que sí se tienen, el empoderamiento que esto supone, el fortalecimiento de la autoestima, o la conexión con otras personas. 

¿Cómo hacer un taller de arteterapia?

Tanto si eres una persona que quiere impartir un taller de arteterapia como si eres una persona que quiere acudir a uno, hay algo que se comparte: la creatividad. 

Pero no tanto desde un punto de vista artístico. Ni como profesional ni como asistente necesitas ser “artista”. Si no que, en ambos casos, lo que necesitas es darte la oportunidad de abrirte a la experiencia, de probar, de experimentar, de dejarte llevar y de estar plenamente presente.

Para impartir un taller de arteterapia es importante que puedas pensar de una forma creativa en cuál es el tema que quieres trabajar (por ejemplo: duelo, autoestima, trauma, etc.) a través de lo artístico o manual. A partir de ahí, puedes construir una actividad y darle un sentido simbólico a aquello que se está haciendo. Siempre poniendo el foco en el proceso de creación, sin dar importancia al resultado. Y tratando de que cada persona pueda ir conectando con sus emociones o con las decisiones que está tomando en su creación.

Por otro lado, si lo que quieres es asistir a un taller de arteterapia, entonces solo necesitas ser. Así de sencillo. Todo lo que hagas estará bien. Seguramente aparezcan pensamientos en tu mente relacionados con la autoexigencia o la duda hacia lo que estás haciendo, pero, centrándote en lo que haces podrás volver a poner foco, practicar tu atención plena, y dejar que tus manos, los colores y las formas hablen por ti. 

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