Cuando alguien de nuestro entorno atraviesa ansiedad, muchas veces queremos ayudar, pero no siempre sabemos cómo. Y desde ese no saber, podemos decir frases que no ayudan, alejarnos o invalidar sin querer o intentar controlar lo que la persona siente. La intención es buena, pero la forma no siempre acompaña ni sale como desearíamos.
En este artículo trataré de ofrecerte herramientas reales para ayudar a alguien con ansiedad, qué hacer y qué no hacer, siempre desde un lugar de respeto, comprensión y presencia. La idea no es que actúes a la perfección ni como lo haría una profesional, sino de estar disponible de verdad, sin juicio, sin urgencia, sin intentar “arreglar” lo que en ese momento necesita ser escuchado.
Entender qué es la ansiedad
La ansiedad no es solo una preocupación excesiva. Es un estado interno que puede llegar a ser profundamente invasivo. Es el cuerpo y la mente activándose como si hubiera un peligro inminente, aunque no siempre lo haya. Es una respuesta real a una amenaza percibida, externa o interna.
Existen distintos tipos de ansiedad, y cada persona la vive de forma diferente. Puede estar centrada en diferentes aspectos como en las relaciones sociales, en el rendimiento, en el control, en lo corporal, o puede ser más difusa y generalizada.
Lo importante es entender que no se elige sentir ansiedad. Y que no siempre se sabe por qué está ahí. Muchas veces, aparece como una forma de protegernos frente a un miedo al futuro, al error, al juicio, a perder el control o al abandono.
Reconocer esto nos permite cambiar la pregunta de “¿cómo lo saco de ahí?” a “¿cómo puedo estar con él o con ella en esto sin que se sienta sola?”.
Señales de que alguien puede estar sufriendo ansiedad
La ansiedad no siempre se expresa de forma evidente. Puede disfrazarse de agotamiento, de mal humor, de evitación, de hipersensibilidad… Es importante prestar atención sin invadir, porque eso puede facilitarnos detectar si alguien que queremos está pasándolo mal. Aquí van algunas señales importantes que seguro que te ayudan a cómo ayudar a alguien con ansiedad y a Qué hacer y qué no hacer:
- Irritabilidad o cambios bruscos de humor. No es que se haya enfadado contigo, lo que sucede es que se siente emocionalmente sobrepasada.
- Evita compromisos o situaciones sociales. A veces la ansiedad lleva a evitar lo que no se puede controlar.
- Se queja de malestar físico constante. Dolor de estómago, tensión en el pecho, fatiga… signos frecuentes de síntomas de ansiedad somatizados.
- Duerme mal o tiene pesadillas frecuentes. El insomnio es una señal habitual de que la mente está inquieta, digiriendo, con alguna preocupación…
- Expresa ideas catastrofistas o de desvalorización. “Todo va a salir mal”, “no puedo con esto”, “soy un desastre”.
- Tiene o ha tenido algún ataque de pánico. Estos episodios son una forma extrema de ansiedad que el cuerpo expresa cuando ya no puede más.
Detrás de estas señales puede haber una persona que no sabe cómo pedir ayuda, o que siente que “no debería sentirse así”, o incluso que “se lo merece”. Tu mirada y tu disponibilidad de estar pueden marcar la diferencia y ayudar a la persona a que no se aísle y a sentir algo de alivio.
Qué hacer para ayudar a alguien con ansiedad
Saber cómo ayudar a alguien con ansiedad implica, antes que nada, dejar de luchar contra su emoción. El objetivo no es calmarlo a toda costa, sino ofrecerle una presencia segura, sin exigencia, sin juicio. Aquí algunas formas útiles de hacerlo (Servicio Andaluz de Salud, 2024):
Valida lo que está sintiendo
No lo cuestiones. No minimices. Las frases “estás exagerando” o “no es para tanto” solo aumentan la sensación de incomprensión. En cambio, puedes decir: “entiendo que lo estás pasando mal, y estoy aquí contigo”. La validación no elimina el problema, pero sí que ayuda a que la ansiedad sea más manejable.
Pregunta qué necesita sin asumirlo
Cada persona necesita algo distinto: espacio, silencio, compañía, movimiento, contención. Preguntar “¿qué necesitas de mí ahora mismo?” demuestra respeto por su autonomía, y nos ayuda a saber cómo actuar sin imponer un tipo de ayuda que puede no ser útil en ese momento.
Acompañar desde el equilibrio es más útil que hacerlo desde el agotamiento.
Ofrece recursos sin imponer
Si crees que puede ayudar, puedes sugerir hacer prácticas de relajación como una meditación para la ansiedad, técnicas de respiración o parar y estar sin hacer nada en compañía. Pero sin obligación. Recuerda que una persona ansiosa ya puede sentirse sobrepasada de base y no necesita una lista más de cosas que “debería hacer”.
Ayuda a conectar con acompañamiento profesional
Para ayudar a alguien con ansiedad a veces es necesario reconocer que lo que está viviendo requiere un espacio terapéutico especializado. Puedes acompañar en el proceso de buscar ayuda profesional y opciones, estar en ese primer paso o simplemente sostener y apoyar su decisión si ya lo está haciendo.
Cuida tu energía emocional
Estar disponible no significa cargarse con todo. Todas las pautas e información que comentamos en este artículo suponen una energía y sostener solo se puede hacer si tú también te sientes estable. Acompañar desde el equilibrio es más útil que hacerlo desde el agotamiento.

Qué NO hacer cuando alguien tiene ansiedad
Tan importante como saber qué hacer, es saber qué NO hacer. Hay frases, actitudes o gestos que, aunque bien intencionados, pueden generar más angustia que ayuda. Aquí algunas cosas a evitar (Servicio Canario de la Salud, 2020):
- No minimices su experiencia. Evita decir: “eso le pasa a todo el mundo” o “ya se te pasará”. Lo que para ti es pequeño, para esa persona puede ser enorme. Lo más cuidadoso es no comparar.
- No lo intentes racionalizar todo. Explicarle por qué “no debería sentirse así” no suele funcionar. La ansiedad no es lógica. Intentar convencer a alguien con argumentos puede hacerle que se aleje o aísle.
- No des consejos sin que los pida. Frases como “lo que tienes que hacer es…” suelen aumentar la presión. Si no hay espacio para el dolor, tampoco habrá espacio para el cambio.
- No fuerces la calma. Decir “tranquilízate” suele tener justo el efecto contrario. No es que la persona no quiera calmarse: es que no puede hacerlo sola. En lugar de eso, puedes decir: “vamos a respirar juntas un momento, estoy contigo”.
- No desaparezcas sin decir nada. Si no sabes qué hacer o te abruma, dilo. Retirarte sin explicaciones puede activar aún más el sentimiento de abandono. Ayudar a alguien con ansiedad no es hacerlo perfecto: es estar, aunque sea con dudas.
¿La psicoterapia puede ayudar a alguien con ansiedad?
Si te preguntas cómo ayudar a alguien con ansiedad, es posible que te hayas planteado también si recomendarle a esa persona que busque acompañamiento profesional y en qué puede eso ser de ayuda.
La respuesta es que la terapia puede ayudar de forma profunda. A veces minimizamos nuestros problemas y malestares, y podemos pensar que nuestros problemas no son lo suficientemente graves. Pero no hace falta que valoremos si un problema es grave o no, lo que nos importa es si está afectado en su vida, en su descanso, bienestar o relaciones: y, en cualquier de esos casos, la ayuda profesional puede marcar la diferencia.
En psicoterapia podemos ir más allá. No solo se aprende a calmar los síntomas de ansiedad. También se trabaja su origen: las creencias que la alimentan, las emociones que no se están nombrando, los patrones inconscientes que la sostienen…
Si hay a alguien en tu entorno que lo está pasando mal, puedes hablarle de este recurso sin presionar. A veces basta con decir: “¿has pensado en hablar con alguien que pueda ayudarte con esto?”. Y dejar la puerta abierta.
Para acabar, recuerda también que la ansiedad no siempre se muestra, no siempre es visible. A veces es una lucha silenciosa, una fatiga interna que nadie ve. Por eso, ayudar a alguien con ansiedad es un gesto que puede marcar la diferencia. No se trata de resolver su problema, sino de ofrecer nuestra presencia sin exigir que la otra persona esté bien para poder acompañarla.
Hacer sentir a otra persona que no está sola ya es un gran alivio.
Fuentes
Servicio Canario de la Salud (2020). Guía de Práctica Clínica para el Tratamiento del Trastorno de Ansiedad Generalizada.
Servicio Andaluz de Salud (2024). Guía de autoayuda para la depresión y los trastornos de ansiedad.

