¿Cómo saber si tengo ansiedad?

Hola bonitas y bienvenidas un domingo más al pódcast de Somos Estupendas. Ya hemos perdido la cuenta de las temporadas que llevamos, después de 4 años aquí seguimos con muchísima ilusión. Esperamos de corazón que hayáis tenido un verano tal como lo necesitabais. Nosotras os traemos temas tan interesantes como el de hoy, cómo saber si tengo ansiedad.

Ahora hablaremos de algunas cuestiones relacionadas, porque nos hemos dado cuenta de que muchas personas que sufren ansiedad no saben detectarla ni qué es. Pero antes me gustaría recordaros que, si has tomado la decisión de pedir ayuda que sepas que estamos aquí. Ya puedes también pedir cita con nuestro equipo de psicólogos en Madrid, además de online y en Barcelona.

Y ahora sí, hablamos con Noelia, psicóloga del equipo que ya nos acompañó en el pódcast cómo hacer amigos a los 30, para comprender mejor qué es la ansiedad y si la estás sufriendo.

¿Cómo sé si tengo ansiedad?

Para entender cómo saber si tengo ansiedad, vamos a empezar comentando que la ansiedad es la punta del iceberg. Aparece como síntoma de otras cosas. Es la alarma que nos avisa ya de entrada de que hay ciertas cosas que no van bien, aunque no sepamos qué son.

La hemos normalizado tanto que pensamos que la sintomatología es normal, no le damos importancia ni la identificamos a veces como ansiedad. Todo el mundo ha sentido ansiedad alguna vez, no son exactamente lo mismo la ansiedad y depresión. Hay que dedicar tiempo y espacio para saber qué es, para ver cómo podemos trabajarlo y sobre todo qué soluciones son las que realmente tenemos.

Qué implica la ansiedad

La ansiedad es una respuesta natural del cuerpo ante una amenaza o peligro. Hay diferentes tipos de ansiedad que no actúan de la misma manera. Hay un tipo de ansiedad, la adaptativa, que nos motiva y activa. Nos ayuda a prepararnos para situaciones de estrés: por ejemplo, si tengo un informe que entregar y lo tengo que entregar mañana, se va a activar esta ansiedad para ayudarme a estar mucho más concentrada, muchísimo más motivada para terminar el informe.

Si, por ejemplo, voy andando por una calle oscura, el sistema de alerta se va a activar ¿por qué? Pues porque necesito estar pendiente de posibles peligros alrededor de mí. Eso no es ansiedad, es un sistema funcional a nivel evolutivo. Pero ahora la ansiedad la estamos transformando debido a activar este sistema de alarma una y otra vez y no ser capaces de desactivarlo. La ansiedad desadaptativa se ha convertido en muy recurrente. Es persistente e intensa.

¿Qué es un ataque de ansiedad?

Los miedos que nos aparecen de repente son pensamientos intrusivos, es un “no puedo vivir sin preocuparme”. Al final nos hace estar excesivamente preocupados por todo, excesivamente irritados por todo. Y el sistema de ansiedad y los niveles de cortisol se desconfiguran.

Es como si te vas de Safari a África. Estás haciendo tus fotos, tranquilamente, y ves un león. Imagínate que este León te va a coger, a atacar, y está a 2 metros de ti. Tu sistema de alerta, de alarma, te avisa y decide que algunos procesos físicos no son necesarios. Te envía la sangre a los músculos porque tienes que correr, tus pupilas se dilatan para mejorar el campo visual y pierdes el sueño porque no es el momento de echarse una siesta. Se cortan también los procesos digestivos porque no son necesarios.

Estamos conviviendo con la ansiedad y su sintomatología como si no pasara nada.

El problema viene porque tu cuerpo y tu mente no distinguen lo que es real de lo que es ficticio de primeras. Entonces, un pensamiento puede activar un sistema entero y llevarlo al extremo, al ataque de ansiedad. Es como si todos los días en lugar de hacer un informe, tu sistema interpretara que hay un león constantemente. Y te comportas como si estuviera, perdiendo sueño, apetito o desregulándote en general.

La ansiedad no es un problema exclusivo del siglo XXI, pero es cierto que las problemáticas sociales han ido cambiando y que nos angustia y afectan cosas distintas a las generaciones anteriores. Las preocupaciones de nuestros abuelos y abuelas eran diferentes a las que tenemos.

¿Cómo saber si tengo un ataque de ansiedad?

Un ataque de ansiedad puede aparecer ante el cúmulo de estrés y malestar psicológico intenso de ansiedad que comentábamos hasta ahora. Esta experiencia puede ser extremadamente desagradable, con síntomas intensos de diferentes áreas. Los síntomas varían mucho en cada persona, pero algunos de los más frecuentes son los siguientes:

Síntomas físicos

  • Opresión en el pecho y dificultad para respirar, o con sensación de falta de aire.
  • Palpitaciones o latidos irregulares o más rápidos que normalmente.
  • Sudoraciones y temblores, también posible sensación de entumecimiento en las extremidades o en la cara.
  • Mareos y náuseas.

Síntomas emocionales y psicológicos

  • Sensación de miedo intenso: pensamiento de que algo horrible va a pasar.
  • Despersonalización: sensación de no estar presente, de haberte desconectado de la realidad y de tu propio cuerpo.
  • Otros miedos: a no poder controlar la ansiedad, a volverse loco, a que no acabe la crisis, a morir…

Si identificas que esto puede estar sucediéndote te preguntarás entonces qué hacer en un ataque de ansiedad. Si crees que estás teniendo una crisis de ansiedad trata de conectar y enfocarte en el presente, a través de tus sentidos. Ten en cuenta que la crisis siempre acaba, pasará, y no se trata de algo peligroso en sí mismo. Trata de concentrarte en ejercicios sencillos que mantengan tu atención, especialmente con la vista, el oído y el tacto.

Busca ayuda o compañía y, si se trata de algo recurrente, acude a un profesional para revisar qué puede estar sucediéndote.

Como siempre, gracias por acompañarnos una semana más, nos escuchamos el próximo domingo. Gracias también por vuestras puntuaciones y comentarios en Spotify y en Itunes, eso nos ayuda a crecer.

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El contenido ha sido redactado con fines divulgativos, en ningún caso puede sustituir la valoración de un profesional. El artículo ha sido revisado por el equipo de redacción clínica.

Artículo escrito y revisado por Beatriz Pujante | Graduada en psicología, con nº de colegiada 27435.

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