Dismorfia corporal: Qué es, síntomas y causas

Te miras al espejo y ves algo que no quieres ver. Ves un defecto, o incluso varios, que te parecen tan visibles por las demás personas y tan horribles, que sientes que es algo que debes tapar, eliminar, arreglar, cambiar… hasta que casi es lo único en lo que puedes pensar. De forma muy resumida, esto es la dismorfia corporal. Vamos a verlo con calma.

Qué es la dismorfia corporal

La palabra “dismorfia” está formada por raíces de origen griego. Por un lado, “dis-” quiere decir que algo está mal, y, por otro lado, “morphe” significa “forma”. Así que “dismorfia corporal” significa, literalmente, anormalidad en la forma de una parte del cuerpo.

Así, podemos decir que la dismorfia corporal es una alteración en la percepción de nuestro cuerpo, que consiste en ver en él uno o varios defectos sobre los que no puede dejar de pensarse.

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Antes de continuar es importante dejar claro algo. Utilizamos las palabras “defectos” o “alteraciones” porque es así como la persona con dismorfia corporal lo percibe, y no porque pensemos que realmente la persona los tenga. En ningún caso hablaremos desde el rechazo hacia nada que tenga que ver con el cuerpo, sino desde lo que la persona con dismorfia siente y percibe.

Estos defectos físicos sobre los que la persona se preocupa tanto no tienen porqué ser reales o tan grades como se perciben. Y pueden darse dos situaciones. Puede ser que ese “defecto” que la persona percibe sea inexistente, y solo sea ella quien lo percibe (en base a esa alteración en la percepción de su imagen); o puede ser que si exista pero que sea mínimo o apenas observable por otros.

Distorsión de la imagen corporal

En ambos casos, lo que ocurre es que existe una distorsión muy grande de la imagen corporal, seguida de una preocupación excesiva en relación con el cuerpo. Es decir, la persona sobredimensiona la magnitud del defecto y de su importancia. Así, los pensamientos giran entorno a lo horrible de que este defecto esté.

Como imaginas (o, quizá, has vivido), la dismorfia corporal genera mucho sufrimiento. Incluso existe la etiqueta diagnóstica “trastorno dismórfico corporal” para hacer referencia a aquellas situaciones en las que la gravedad, duración, o malestar se acentúan.

Es tal la preocupación por este defecto o alteración corporal, que la persona siente que va a ser rechazada, que va a quedar en evidencia y no gustar. De esta manera, trata por cualquier medio de esconder el defecto, disimularlo, eliminarlo, corregirlo… En muchos casos, esto conlleva consecuencias dañinas o lesivas para el cuerpo.

Dismorfia corporal

Síntomas de trastorno dismórfico corporal

La dismorfia corporal, como has visto, genera mucho sufrimiento. Puede que se acabe utilizando la etiqueta “trastorno dismórfico corporal” en aquellos casos más severos, en los que este problema esté claramente suponiendo un grado de malestar muy alto. En cualquier caso, con o sin etiqueta, los síntomas más destacables de la dismorfia corporal son:

  • Una preocupación excesiva por uno o más defectos o alteraciones que se perciben en el físico
  • Pensamientos obsesivos acerca de este o estos defectos
  • Preocupación por las posibles burlas, críticas, miradas, rechazo… de otras personas
  • Comparación frecuente o constante con el físico de otras personas (en la calle y/o en redes sociales)
  • Comportamientos repetitivos como: mirarse al espejo, revisar, ocultar, o arreglar lo que se percibe que está mal, comprobar constante el estado del cuerpo, rituales de belleza compulsivos, excesivo cuidado del cuerpo, etc.
  • Realización de tratamientos médicos, cosméticos, o quirúrgicos (cirugía estética) con el fin de corregir la alteración o imperfecciones percibidas
  • Pérdida de control sobre lo que se piensa y lo que se hace en relación con el cuerpo
  • Evitación de situaciones sociales y/o aislamiento para evitar ser visto/a
  • Baja autoestima e inseguridad física
  • Ansiedad
  • Malestar significativo que acaba también interfiriendo en el funcionamiento diario de la persona o en sus diferentes áreas vitales
  • Puede existir ideación suicida o autolesión

Causas de la dismorfia corporal

Lo que nos ocurre y nos hace sufrir siempre tiene que ver con muchos factores. En el caso de la dismorfia corporal, algunas de las causas (que normalmente se combinan) pueden ser:

Experiencias vitales

Haber vivido experiencias de vida negativas en relación con el físico (ej.: burlas, críticas), haber sido víctima de bullying, de maltrato, o de cualquier tipo de acoso y abuso.

Crianza

Haber crecido en un ambiente en el que se ha dado mucha importancia a la imagen corporal y en el que se ha condicionado el cariño y la aprobación a tener un determinado físico, sufrir humillación frecuente, o haber vivido experiencias de abandono, tanto físico como emocional.

Antecedentes familiares

Haber crecido en un ambiente familiar en el que alguno de los miembros ha tenido dismorfia corporal o algún problema relacionado con el físico.

Rasgos de personalidad

El perfeccionismo es un factor muy presente en estos casos.

Contexto social

Los cánones o ideales de belleza han promovido que interioricemos una idea muy rígida y estereotipada acerca de cómo nuestro cuerpo ha de verse. La presión social sobre la imagen corporal es enorme.

Mientras que se acepta y premia un determinado tipo de cuerpo; se castiga y rechaza todo lo que se distancie del ideal. Dado que la aprobación social es tan importante para todas las personas, querremos por todos los medios que nos acepten, que nos quieran, que nos vean como alguien aceptable.

Además, a esta importancia que se da a la imagen corporal, se le suma el auge de las redes sociales.

Tanto por sus filtros como por las imágenes que vemos en ellas acaban haciendo muy fácil que tengamos una percepción distorsionada del cuerpo y un rechazo muy grande hacia el mismo.

Tratamiento dismorfia corporal

La dismorfia corporal genera mucho sufrimiento y mucho daño, tanto a nivel emocional como incluso físico. La buena noticia es que es algo que puede trabajarse para que, sin duda, tu vida no esté condicionada por la preocupación sobre tu físico.

El tratamiento de la dismorfia o del trastorno dismórfico corporal consiste, en primer lugar, en realizar una buena evaluación para poder conocer bien qué es lo que ocurre y para conocer bien a la persona en concreto: qué ha vivido, qué experiencias vitales han marcado, en qué contexto ha crecido, etc. Por supuesto, todo esto se irá haciendo creando un espacio de confianza, de no juicio, de escucha, y de seguridad.

Cuando tengamos toda la información necesaria para entender a la persona y para entender el origen y desarrollo de la disforia corporal que ha venido sufriendo, será el momento de pasar a trabajar en ello. Trabajar en ello consistirá en profundizar en las raíces que la han causado (las causas que veíamos en el apartado anterior, entre otras).

Este tratamiento o trabajo puede realizarse con diferentes herramientas y enfoques, según cada profesional. En nuestro caso, lo trabajaríamos desde un enfoque integrador.

Daremos especial importancia al trabajo del contenido traumático que pueda existir, de la autocompasión, la aceptación corporal, autoestima, gestión emocional… entre otros aspectos. Y así hasta ir revisando y ateniendo a todo aquello que hizo que la dismorfia corporal apareciera y desarrollara.

Si te has visto identificada en cualquier punto del artículo, recuerda que pedir ayuda es algo totalmente normal, válido, y necesario. Así que no dudes en hacerlo para dejar de sufrir. Podemos ayudarte.

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El contenido ha sido redactado con fines divulgativos, en ningún caso puede sustituir la valoración de un profesional. El artículo ha sido revisado por el equipo de redacción clínica.

Artículo escrito y revisado por Isabel Reoyo | Graduada en Psicología, con nº de colegiada 30796.

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