Para poder hablar sobre los síntomas de un brote psicótico, primero tenemos que definir en qué consiste un brote o episodio psicótico, ya que a veces se confunde con una esquizofrenia o con un trastorno disociativo.
Los brotes psicóticos son episodios en los que una persona experimenta una desconexión de la realidad. Durante estos episodios, la persona experimenta una ruptura temporal con la realidad, sin poder distinguir lo que es real de lo que es ficticio. Por ello, es importante comprender los síntomas de un brote psicótico para poder identificarlos y buscar ayuda de manera temprana.
A lo largo de este post vamos a especificar en qué consisten los distintos síntomas de un brote psicótico, cuáles son los más representativos y abordaremos si los brotes psicóticos se heredan o no.
Síntomas de un brote psicótico
Es importante tener en cuenta que los síntomas de un brote psicótico pueden variar de una persona a otra y también pueden cambiar con el tiempo.
Cada persona puede experimentar diferentes síntomas y su intensidad puede variar entre los distintos brotes. Además, es posible que los síntomas también varíen con el tratamiento y los factores ambientales.
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Alucinaciones
Cuando hablamos sobre alucinaciones, nos referimos a percepciones sensoriales que parecen reales, pero que en realidad no lo son. Pueden ser en forma de voces, visiones, sonidos u otras sensaciones que no tienen una base en la realidad. Las alucinaciones auditivas, son uno de los síntomas más comunes de un brote psicótico. Estas alucinaciones pueden generar mucho miedo.
Delirios
Los delirios son creencias falsas que no se ajustan a la realidad. Así, durante estos episodios, la persona tiene creencias erróneas que ningún razonamiento puede desmontar. Estas creencias pueden estar relacionadas con delirios de grandeza, persecución, referencia o celos, entre otros.
Un ejemplo de ello, es la creencia de que está siendo vigilada y te tienen pinchado el teléfono al escuchar una interferencia.
Pensamiento desorganizado
El pensamiento desorganizado se manifiesta a través de dificultades para concentrarse, mantener una conversación coherente o seguir un razonamiento lógico. Así, los pensamientos de la persona pueden volverse confusos, generando problemas de concentración o al recordar información.
Por ello, las respuestas a preguntas pueden ser incoherentes o irrelevantes, y la persona puede tener dificultades para comunicarse de manera clara.
Síntomas negativos
Los síntomas negativos incluyen labilidad emocional, la reducción en la capacidad para experimentar placer, la disminución del habla y la falta de motivación. Estos síntomas pueden afectar la capacidad de la persona para funcionar de manera efectiva en su vida diaria.
Comportamiento desorganizado
El comportamiento desorganizado es uno de los síntomas de un brote psicótico. Pueden incluir movimientos repetitivos, posturas extrañas, parecer desorientadas, actuar de forma impredecible o volverse extremadamente activas.
Estos cambios de conducta pueden estar relacionados con el resto de síntomas de un brote psicótico. Por ejemplo, si la persona tiene la creencia delirante de que está en peligro, puede llamar a la policía de forma compulsiva.
Cambios en el estado de ánimo y autopercepción
Durante un brote psicótico, la persona puede experimentar cambios bruscos en su estado de ánimo y en la forma en que se percibe a sí misma. Puede sentirse muy excitada en un momento y deprimida en otro, sin que exista una causa aparente para estos cambios. Estos cambios afectivos y de percepción pueden hacer que la persona se sienta aislada del mundo y con baja autoestima.
¿Los brotes psicóticos se heredan?
Existe una predisposición genética a desarrollar trastornos psicóticos y brotes psicóticos. Sin embargo, no se puede determinar si los episodios psicóticos son heredados o se deben a factores ambientales.
Si bien es cierto, hay estudios que han demostrado la relación entre los genes y la predisposición para qué sé dé un brote psicótico, no garantiza que la persona lo padezca.
Sin embargo, sí que hay que tener en cuenta, que si hay algún familiar cercano que haya tenido un trastorno psicótico, la probabilidad de experimentar un brote psicótico es mayor. Por lo tanto, hay que tener en cuenta la influencia de factores ambientales de riesgo, como el consumo de sustancias.
Por ello, no podemos olvidar la influencia de estos factores ambientales, las experiencias o el entorno a la hora de desencadenar los síntomas de un brote psicótico.