Labilidad emocional: Causas y síntomas

Conocer las causas y síntomas de la labilidad emocional te ayudará a regular, gestionar y expresar las emociones de una manera funcional.

Con el transcurso de la vida, se atraviesan por numerosas experiencias y situaciones que tienen un impacto directo o indirecto en las emociones, pudiendo incluso ocasionar dificultades en la gestión y regulación emocional.

Significado de labilidad emocional

Todas las personas vivenciamos las diferentes emociones existentes aunque no todas las expresemos de una misma manera. Justamente, ese es uno de los criterios a tener en cuenta y valorarlo cuándo se habla de labilidad emocional.

La labilidad emocional corresponde a un cuadro clínico en el que la persona pasa por diferentes estados emocionales, que, generalmente, expresa y gestiona de una manera inapropiada.

Síntomas de labilidad emocional

Cuando en psicología nos referimos a labilidad emocional nos referimos a un síntoma o conjunto de síntomas que configuran dicha dificultad de regular, expresar y gestionar las emociones.

Pero… ¿y cuáles son los síntomas? pues verás, los síntomas más comunes que pueden darse cuando hablamos de labilidad emocional son los siguientes:

• Cambios en el estado emocional de pronta aparición.
• Sensación de pérdida de autocontrol emocional.
• Dificultad para tener una buena higiene de sueño.
• Llanto fácil y también risa incontrolable que pueden detonarse en situaciones inconexas y de manera inapropiada.
• Baja tolerancia a la frustración.
• Dificultad para gestionar la toma de decisiones.
• Debido de la acumulación de otros signos. la persona puede tener una baja autoestima e inseguridad en sus relaciones sociales.
• Optimismo magnificado. Con ello nos referimos a una visión irracional y positiva respecto a cualquier situación, considerándose también un estado de euforia.
• En contraposición con el punto anterior, puede también darse un pesimismo muy desesperanzador, considerándose inclusive como un estado de distimia o aplanamiento afectivo.

Cabe decirse que porque en algún momento dado una persona reaccione con una expresión emocional diferente a la que otra persona consideraría que debería de ser, no necesariamente es signo de la existencia labilidad emocional. Para ello, es importante valorar el tiempo de la reacción emocional, ya que puede variar de un momento más instantáneo a alargarse unos minutos.

De igual manera, es necesario que sepas que la labilidad emocional cursa con episodios intermitentes que no hacen que la persona en cuestión esté constantemente alterada o con inestabilidad emocional.

Causas de labilidad emocional

Resulta complejo determinar qué es lo que hace que una persona tenga labilidad emocional, puede surgir por diversos factores que predisponen a su aparición, entre ellos:

Ansiedad y estrés

Vivir bajo la sombra de la ansiedad y el estrés ocasiona ya de por sí un desajuste emocional importante que repercute directamente a nuestra manera de comportarnos y relacionarnos con los demás.

Crianza y apego

Podríamos decir que el apego es la cuna en la que a todas las personas nos han mecido alguna vez. Lo importante aquí sería valorar qué tipo de pego se ha originado y el impacto que éste ha tenido en nosotros.

En base al estilo de crianza podemos observar síntomas que son frecuentes en personas que tienen labilidad emocional, como por ejemplo la baja tolerancia a la frustración.

Accidentes cerebrales y trastornos psicológicos

Uno de los factores que también puede provocar labilidad emocional es haber sufrido accidentes cerebrales en los que se haya visto afectado algún área cerebral de regulación emocional.

Además, es importante conocer si existe la presencia de trastornos que sean compatibles con la desregularización emocional y que puedan cursar con alteraciones emocionales.

Consumo de drogas

Consumir alcohol y otras drogas pueden ser una causa potencial y desencadenante a tener diferentes dificultades psicológicas y problemas emocionales.

El consumo de tóxicos incrementa las posibilidades de llegar a desarrollar alguna enfermedad mental irreversible como esquizofrenia.

Ejemplos de labilidad emocional

Así a priori puede resultar complicado diferenciar qué se podría considerar labilidad emocional o no, por ello, a continuación te exponemos unos ejemplos basados en situaciones hipotéticas:

• Ejemplo Nº 1: Imagínate que estás en una reunión de trabajo importante y que en medio de una conversación delicada, empiezas a hacer chistes de una manera inconexa con la situación y que no viene al caso. Después, como si nada, recuperas la conexión con la situación y te pones serio para continuar con ello. La sensación en el entorno puede considerarse extraña y con cierta ambigüedad.
• Ejemplo Nº2: Imagínate que estás en un plan divertido con una amiga, os lo estáis pasando muy bien pero sin saber muy bien cómo, empiezan a brotarte lágrimas y a tener una sensación de tristeza que inunda la situación durante unos minutos. Después, retomas la situación amistosa de manera desconcertada.
• Ejemplo Nº3: Imagínate que estás debatiendo con tus familiares sobre la toma de decisiones de qué carrera escoger para estudiarla y dedicarte a ello el día de mañana. Según tus familiares te van diciendo sus opiniones, tú empiezas a tener un estado de euforia y optimismo exagerado con la elección de tu carrera, minutos después, sientes desánimo por si podrás, será buena opción o no, queriendo incluso, dejar de tomar esa decisión.

Los ejemplos que has leído anteriormente no tienen por qué originarse tal cual han sido descritos ya que dependen de la individualidad y contexto de la persona, teniendo en cuenta los diferentes factores psicológicos y ambientales.

Esperamos que te sirvan como una referencia orientativa.

Tratamiento para la labilidad emocional

Existen varias líneas de acción de tratamiento para la labilidad emocional, a nivel psicológico, farmacológico y la combinación de ambos.

Para la realización de un buen tratamiento y abordaje terapéutico es necesario conocer la idiosincrasia del caso en cuestión, aunque, no obstante, siempre es recomendable utilizar como primera acción un tratamiento psicológico, si con éste no es suficiente y resulta ineficaz, se recomendaría el acompañamiento de un tratamiento farmacológico.

Tratamiento psicológico

El tratamiento psicológico se basa en la adquisición de habilidades y competencias emocionales que le sirvan a la persona para gestionar las situaciones que le causen algún desajuste emocional o que, en su defecto, considere más áreas o situaciones problemáticas.

Dicho tratamiento se basa en la corriente cognitivo conductual, que es la que mayor efectividad tiene científicamente demostrado, pero en función de las necesidades de la persona, se aconseja enriquecer de otras corrientes, teniendo así un enfoque terapéutico integrador.

El proceso consta de sesiones psicológicas en las que se evaluaría la historia de vida del paciente así como la manera en la que se gestiona emocionalmente en las diferentes áreas de su vida. Dichas sesiones también se dotarán de ejercicios terapéuticos mediante los cuales el sujeto será capaz de potenciar y mejorar su inteligencia emocional y adquirir estrategias que le faciliten la gestión e integración emocional en su desempeño diario.

Tratamiento farmacológico

En el caso de que el tratamiento psicológico no resultase efectivo y se considerase la necesidad de un apoyo extra, se recomendaría (siempre consultándose con el profesional competente) el acompañamiento de un tratamiento farmacológico.

En este sentido, como en la mayoría de los casos, cuando se requiere de atención psiquiátrica es aconsejable que sea en combinación con un tratamiento psicológico, no en individual.

¿Cuál es el motivo por el que se recomienda la combinación de farmacología y psicología? Principalmente es prevenir y posteriormente evitar que la persona en cuestión tenga una adherencia psicofarmacológica durante largos periodos de tiempo (mayores a los estipulados), en los que la supervisión y revisión de los avances del propio proceso no se harían de manera adecuada, y por lo tanto, pudiendo llegar a cronificarse en una pauta medicamentosa generándose tolerancia y al final, resultando por sí sólo, ineficaz.

Ahora que ya conoces un poquito más sobre qué es la labilidad emocional, sus síntomas, causas y tratamientos existentes…

¿Te sientes identificada con algo de lo que has leído? ¿Ha resonado en ti? Si es así, tranquila porque estás en el sitio adecuado y desde Somos Estupendas tenemos el compromiso firme de ayudarte a alcanzar el mayor bienestar posible contigo misma, con tu manera de sentir y en definitiva de vivir.