Estás constantemente preocupada. Se ha convertido en un hábito, una costumbre, un patrón, en una parte más de tu día a día. Despertarte y sentirte ansiosa, con preocupaciones dando vueltas por la cabeza, algunas constantes, que aparecen cada día, otras que son nuevas. Esa ansiedad te invade, y te interfiere en el día a día. Te presento a la ansiedad generalizada.
¿Qué es el trastorno de ansiedad generalizada?
La ansiedad generalizada o trastorno por ansiedad generalizada, se clasifica dentro de los trastornos de ansiedad y consiste, como su nombre indica, en la presencia preocupaciones desproporcionadas, constantes y difíciles de controlar que generan una elevada ansiedad, impidiendo un funcionamiento óptimo en el día a día.
No consiste en preocupaciones o miedos específicos, como los que se desprenden por ejemplo, de las fobias, sino que más bien se trata de un conjunto de preocupaciones, pudiendo referirse a la seguridad propia o de familiares, al ámbito laboral o escolar, amistades… Unas preocupaciones que invaden a la persona, sintiendo que no tiene control sobre ellas y generándole un elevado malestar y ansiedad.
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Descubre si sufres ansiedad y cómo está afectando a tu día a día. Identificarlo es el primer paso para afrontar la situación que te genera malestar.
A través de este test orientativo, estarás más cerca de comprender qué necesitas, y empezar a trabajar en aumentar tu bienestar y encontrar el equilibrio.
¿Cuál es la causa del trastorno por ansiedad generalizada?
Si bien algunos estudios pueden indicar que tiene un componente genético, también podemos describir ciertos rasgos de personalidad que presentan una mayor sensibilidad a padecer un trastorno de ansiedad generalizada. Por ejemplo, la timidez, necesidad de control, dificultad para tolerar la incertidumbre, patrones de pensamiento rumiativos….
También experiencias vitales, como haber vivido una experiencia traumática, pueden promover la aparición de un trastorno por ansiedad generalizada.
¿Cómo sé si estoy padeciendo un trastorno por ansiedad generalizada?
Si sientes que constantemente estás preocupada, te cuesta gestionar esas preocupaciones, sin poder quitártelas de la cabeza, dándole vueltas todo el día a la misma preocupación, dificultando que puedas concentrarte y llevar a cabo tareas en el trabajo.
También te sientes irritable, de mal humor, quizás con los músculos tensados, con dolor de cabeza, en momentos sientes opresión en el pecho… y quizás también te resulta complicado dormir. Incluso hay días que, sin tener en la consciencia una preocupación bien definida, sigues sintiendo la ansiedad en tu cuerpo y mente, y te sientes cansada, pues como comentamos en una entrada del blog, ansiedad y cansancio tienen relación.
Necesitas prever que tal irá esa reunión que hay planeada de hace unos días, por eso anticipas todos los resultados posibles y su posible solución, los peores y con el final más catastrófico. Anticipas el malestar.
Sientes que no tienes el control sobre las preocupaciones, sino que es al contrario, ellas tienen el control sobre ti, apoderándose y generándote una gran ansiedad.
¿En qué consiste el tratamiento para el trastorno por ansiedad generalizada?
Entendiendo que el pilar central que genera malestar son las preocupaciones desproporcionadas y excesivas, el trabajo en terapia se va a centrar en modular estas preocupaciones.
Se va a tratar de generar recursos para gestionar los pensamientos y la ansiedad que generan.
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Analizar y cuestionar los pensamientos
Será importante aprender a analizar los pensamientos, hasta qué punto están distorsionados y como esto está interfiriendo notablemente en nuestro ritmo de vida. Identificar, analizar, comprender, cuestionar… y modificar. Modificar el pensamiento distorsionado por uno de más realista y adaptativo. Se trataría de cuestionar el pensamiento mediante preguntas del tipo:
¿Qué pensamiento me está generando malestar?
¿Cómo está influyendo ese pensamiento en mis emociones y conducta? (Por ejemplo, tristeza, ansiedad, ira, evitación de situaciones, aislamiento social…)
¿Estoy segura de que esto vaya a suceder? ¿Tengo pruebas irrefutables?
¿Hasta qué punto tengo control sobre la situación?
¿Cómo podría cambiar ese pensamiento para que fuera más adaptativo?
Dirigir la atención al presente
Teniendo en cuenta las características que presenta el trastorno por ansiedad generalizada, nos damos cuenta de que la mayor parte del tiempo la atención de la persona se encuentra en el futuro, en cómo se va a desarrollar esa situación, dejando de lado el momento presente. Entrenar nuestra atención hacia el momento presente es un proceso gradual, requiere de tiempo y práctica, mucha práctica. De ese modo, la práctica de la atención al momento presente, aprendiendo a identificar cuándo los pensamientos se anclan en el futuro y aprendiendo a traer de vuelta la atención al presente, será un componente a trabajar en terapia.
Cuida tu diálogo interno
Relacionado con reconducir la atención al presente, encontramos el llamado diálogo interno, entendido como el modo que tenemos de comunicarnos con nosotros mismos, no únicamente en un plano de contenido (en el sentido de ser críticos, exigentes…) sino también en el tono en el que nos hablamos. Hablarse en un tono cálido, sensible, amable para reconducir el pensamiento y la atención.
Técnicas de relajación
Y como no… como siempre decimos, mente y cuerpo son uno mismo. Por ello, las técnicas de relajación para gestionar la sintomatología física derivada de la ansiedad serán primordiales. Para no extenderme de más, aquí puedes echar un vistazo a las técnicas de relajación para la ansiedad.
Modificación de conductas desadaptativas
Acompañando a mente y cuerpo, encontramos la conducta. A raíz del malestar generado por las preocupaciones y la ansiedad, pueden aparecer conductas desadaptativas, como el consumo de tóxicos, conductas compulsivas, aislamiento social… ser consciente del origen de estas conductas y como la ansiedad influye en ellas nos va a ayudar a modularlas y modificarlas por otras más adaptativas, como el deporte, una alimentación sana, establecer relaciones de iguales…
Poner en práctica todos los recursos va a ser primordial, pues se trata de una sintomatología que requiere tiempo y esfuerzo para aprender a gestionarla.
Para acabar, recuerda que si no puedes sola, puedes ponerte en contacto con nosotras para el servicio de terapia online o terapia presencial con nuestro equipo de psicólogas en Barcelona. No hay mayor muestra de amor y fortaleza que cuidar de una misma.