Autocuidado: Qué es y para qué sirve

El autocuidado podríamos decir que es un concepto y una práctica que se empieza a valorar e integrar en nuestras vidas recientemente, pues si nos remontamos al pasado pocas eran las personas que lo practicaban… Por eso, es fundamental saber qué es y para qué sirve el autocuidado, ya que es sustento necesario para nuestra autoestima.

¿Qué es el autocuidado?

El autocuidado es la manera más sencilla y a la vez más compleja que tenemos las personas de prevenir y promover nuestro propio cuidado y salud integral; física, emocional y psicológica.

En resumidas cuentas, es aquello que nos garantiza una mejoría notable en nuestro bienestar.

Tras el empeño y el trabajo de varias disciplinas de la salud, entre ellas, la psicología, hace ya años que se estudió sobre el autocuidado.

Fue en 1983 cuando Dorothea Elizabeth Orem, la pionera en dicho ámbito, lo definió como el conjunto de acciones que existen en situaciones concretas de la vida, dirigidas por las personas hacia sí mismas o hacia el entorno, para regular los factores que afecten a su propio desarrollo y funcionamiento en función de su salud y bienestar.

Según nos explica la autora, para practicar el autocuidado es necesario que las personas desarrollemos habilidades que nos permitan realizar acciones voluntarias destinadas al fin de cuidarnos y con ello poder realizar actividades para el autocuidado. Dichas habilidades serían adquiridas de manera espontánea durante nuestra evolución y son las que nos hacen que a día de hoy podamos atender, entender y regular nuestras propias necesidades.

Autocuidado

Para qué sirve el autocuidado

Son muchos los beneficios que nos aporta el cuidarnos a nosotras mismas, por eso, a continuación te dejamos para qué sirve el autocuidado.

1. Mejora la productividad y el rendimiento

¿Alguna vez has sentido que por más que quieras no avanzas en la lista de tareas que tienes pendientes? ¿y que, aún así, lo intentas una y otra vez?

Puede ser que te hayas visto sobrepasada, con una ‘check list’ pendiente por hacer y con la productividad por los suelos… si eso es así y te interesaría saber cómo mejorar la productividad, te animamos a que pruebes a añadirte a ti misma en tu listado y que empieces a ponerte un tick en verde cada vez que te dedicas tiempo, el cual, por cierto, necesitas.

La productividad y el rendimiento de una persona aumenta cuando dicha persona empieza a valorarse también como parte importante de la ecuación, cuando hace actividades con las que conecta y con las que entra en un estado de disfrute y relajación.

2. Favorece la autoestima

El autocuidado tiene un papel fundamental en el desarrollo, mantenimiento y potenciación de la autoestima.

¿Cómo dirías que tienes tu autoestima? las personas que peor se sienten consigo mismas son aquellas que menos tiempo se dedican a sí mismas. ¿Cuánto tiempo te dedicas al día? piensa y reflexiona sobre ello.

Si alguna vez te has preguntado cómo tener una buena autoestima y sientes que podrías mejorarla, ahora es un buen momento para empezar a hacerlo realizando las actividades que encontrarás al final del artículo.

3. Potencia una actitud más agradecida y optimista

Cuando una persona se encuentra cómoda consigo misma, se tiene estima y se dedica tiempo para hacer actividades que le gustan, la actitud cambia a ser mucho más optimista y agradecida.

Y no, no es magia, es sencillamente que cada acción tiene su repercusión e impacto en nuestras emociones y nuestro estado psicológico.

Tipos de autocuidado

La situación que llevamos arrastrando este último año es posible que haya hecho que nuestro equilibrio a nivel emocional y personal no sea el mismo. El estrés ha estado presente en nuestro día a día. 

El verano es un buen momento para parar y poder volver a estructurar nuestra vida y nuestros hábitos de autocuidado. 

Existen diferentes formas de autocuidado a tener en cuenta y que os explicamos a continuación.

Autocuidado físico

Entender nuestro cuerpo como nuestro hogar hará que le demos el cuidado que este se merece. 

Estos hábitos de autocuidado se basan en darle a tu cuerpo lo que necesita en cada momento y respetando sus tiempos. En nuestro día a día solemos estar bajo la presión del estrés y esto tiene consecuencias directas sobre nuestra salud física. 

Es importante que cuando no estamos sometidas a altos niveles de estrés regulemos ese cuidado que a veces queda en el olvido: date descansos, duerme las horas correspondientes, cuida tu alimentación o añade la práctica de ejercicio físico en tu rutina. 

Autocuidado emocional

¿Cuántas veces paráis para conectar con vosotras? Qué sentís, que estáis pensando… 

La esencia de un buen autocuidado se encuentra en esta capacidad de introspección. 

Trabajando este tipo de hábitos de autocuidado podemos hacer de las emociones nuestras mejores amigas del día a día. Hacer hincapié en la importancia que tiene una buena gestión emocional para el bienestar de las personas. 

Quizá no lo habías escuchado antes: eres merecedora de este cuidado que te das a ti misma.

Autocuidado social

Somos seres sociales y como tal esta parte de nosotros no la podemos descuidar. 

Rodete de aquellas personas que te aporten y respeta tus propios tiempos para hacerlo.

No se trata de hacer planes con gente por hacer, sino de compartir aquellas cosas que quieres hacer con las personas que mejor que te vayan a acompañar. 

Incluimos en estos hábitos de autocuidado la importancia de saber pedir ayuda cuando la necesitamos, de saber escuchar, dar y recibir afecto y practicar la responsabilidad afectiva. 

Autocuidado cognitivo

¿Cómo es tu diálogo interno? ¿Te hablas de la mejor forma posible? ¿Cómo son tus pensamientos? 

En muchas ocasiones no somos el mejor ejemplo de compasión para nosotras mismas… Trabajar en este autocuidado, mejorar la manera en la que nos dirigimos a nosotras mismas, en los pensamientos que tenemos nos proporcionará bienestar. 

Además, para trabajar en estas habilidades de autocuidado también es importante conocer aquellas actividades que te hagan ejercitar la cognición: leer ese libro que tenías pendiente, estudiar un curso nuevo…

Por qué es importante el autocuidado

El autocuidado es importante sencillamente porque nuestra vida lo es y deberíamos cuidarla.

Vida sólo tenemos una por lo que… ¿no deberíamos darle la prioridad que se merece?

Que nos dediquemos un tiempo y espacio a nosotras mismas repercute en la manera que tendremos después de relacionarnos con nuestro entorno y de cómo nos desenvolveremos en las diferentes áreas de nuestra vida.

El problema que generalmente nos encontramos respecto al autocuidado es que nos enseñan antes a cuidar a los demás que a cuidarnos a nosotros mismos y, siento decirte que aquí el orden de los productos sí que altera el resultado. Una persona que no se cuida a sí misma no puede cuidar a los demás con la misma calidad y delicadeza que una persona que sí lo hace.

5 Dinámicas para fomentar el autocuidado

Cada persona es un mundo y como tal, tiene sus propios gustos y peculiaridades, por lo que, generalmente las dinámicas de autocuidado aunque para muchas personas pueden coincidir, también se pueden tener algunas que sean individuales y muy personales.

Para poder saber cuáles pueden ser tus actividades de autocuidado es necesario que tengas en cuenta los siguientes aspectos:

  • Es necesario que se involucren varias áreas: física, emocional y psicológica.
  • Las actividades tienen que hacerse con plena consciencia y atención.
  • No tienen que tener siempre un tiempo establecido. Para comenzar, basta con que dediques unos minutos al día.
  • Tienen que hacerte sentir bien y dejarte una sensación agradable.
  • Aunque al principio te puedan resultar molestas por la novedad de hacerlas, después tienen que ser algo que tenga alguna función significativa para ti.
  • Mayoritariamente aquello que haces tiene que proporcionarte una serenidad y tranquilidad.
  • Reduce aquello que te resta energía y que te impide conectar contigo misma en tu día a día.

¿Has pensado en alguna actividad que te cuadre con los aspectos anteriores a tener en cuenta? o por el contrario eres de las personas que dicen eso de… “Uf, cuando quiero dedicarme tiempo, no se me ocurre qué hacer..”, “No tengo ni idea de qué es lo que me gusta”, “No sé ni por dónde empezar”. Éstas frases, son entre otras, las excusas que más sabotean nuestro autocuidado. Por eso y para ponértelo un poquito más fácil, a continuación te dejamos cinco dinámicas que puedes hacer y que sirven para fomentar tu autocuidado y con ello, tu bienestar.

1. Elabora una lista de personas con las que te sientes feliz

Cómo somos y cómo nos sentimos depende, en gran medida, de cómo son las personas con las que nos rodeamos y compartimos tiempo. Muchas veces, en el ajetreo del día a día nos olvidamos de aquellas que más felices nos hacen y les dedicamos poco tiempo, es por eso que, elaborar un listado de cuáles son esas personas puede ponernos en situación y empezar a dedicarles unos minutos más en nuestro día a día.

2. Sonríe y no para una foto, sino para ti

Sonríe pero no necesariamente para una foto. Intenta sonreír al menos tres veces al día, bien sea para ti misma o para los demás como significado de gratitud o cariño. Empieza a valorar que en tu día a día hay muchas cosas por las que sonreír, lo que pasa es que las hemos normalizado y dado por sentado, pero no, empieza a darles el valor e importancia que merecen.

3. Alimenta a tu niña interior

¿Recuerdas alguna actividad que te gustase hacer de pequeña? ¿Recuerdas cómo eras de feliz haciéndolo? y ahora, pasados unos años, ¿sigues alimentando a tu niña interior? si la respuesta es sí, ¡enhorabuena, nos encanta que así sea! y si la respuesta es que no, te animamos a que empieces a hacerlo ahora. Plantéate varias actividades que hacías cuando eras pequeña y mira de qué manera podrías llevarla a cabo en tu adultez.

4. Realiza pequeños cambios en tu rutina diaria

Si sientes que algo tiene que cambiar en tu día a día, empieza a valorar cada aspecto del mismo. Cómo te alimentas, cómo descansas, qué tal te sientes con la familia, cuánto tiempo les dedicas, cuánto tiempo te dedicas a ti, si haces o no deporte, etc.

Un error es querer cambiarlo todo y en ‘menos que canta un gallo’. Y no, así no se puede.

Tendrás que hacer cambios pequeños y graduales, para que puedas ir integrándolos de una manera más sencilla, fácil y óptima en tu día a día. Puedes empezar por generarte una lista de acciones que te gustaría llegar a hacer en un futuro, ordenarlos gradualmente según el orden de importancia y dificultad de cumplimiento y empezar poco a poco. Para ello, aquí te desvelamos los 10 hábitos de las personas felices ¿te atreves a ser tú una persona feliz?.

5. Queda contigo misma una vez a la semana ¡cómo mínimo!

Cada semana tienes una quedada contigo misma, asique… ponte tus mejores galas y ¡a por ello!.

Una vez a la semana elige de qué manera te gustaría pasar tiempo contigo misma, puede ser leyendo un libro, yéndote a comer a ese restaurante que tanto te gusta, haciendo tu rutina de cremas, dándote un baño, saliendo a pasear o simplemente tumbarte en el sofá y desconectar del mundo (pero conectar contigo).

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El contenido ha sido redactado con fines divulgativos, en ningún caso puede sustituir la valoración de un profesional. El artículo ha sido revisado por el equipo de redacción clínica.

Artículo escrito y revisado por Patricia Fernández | Graduada en psicología, con nº de colegiada M-35587

2 comentarios en «Autocuidado: Qué es y para qué sirve»

  1. Me parece muy importante el hablar sobre este tema, ya que es algo que todos deberíamos de conocer. Nosotros debemos ser la primera persona que nos proteja del exterior.

    Responder
    • Hola, bonita 🌷
      No podemos estar más de acuerdo contigo. Muchas gracias por leernos y si necesitas cualquier cosa, aquí estamos.
      Un abrazo.

      Responder

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