Hola bonitas y bienvenidas un domingo más al podcast de somos estupendas. Hoy vamos a hablar de un tema del que estoy segura de que muchas de vosotras os vais a sentir reflejadas y es sobre cómo dejar de vivir en el pasado. Pero antes, queremos daros las gracias de corazón por sumaros y escucharnos.
Hoy nos acompaña Eugenia, profesional del equipo de psicólogos de barcelona, con quien hicimos uno de los primeros pódcast del año pasado. En él hablamos de responsabilidad afectiva, un podcast que os gustó mucho.
Qué significa vivir en el pasado
¿Por qué algunas personas viven en el pasado o en el futuro? No se nos ha enseñado a atender lo que estamos viviendo, lo que sucede en el momento. Venimos de historias con mochilas con dolor y, desafortunadamente, nuestra cultura huye del contacto con el malestar.
Esas historias que duelen mucho normalmente suceden en etapas en las que somos pequeñas. En general, las personas podemos ser vulnerables, pero hay momentos en la vida, como nuestras etapas primarias, donde se dan las heridas de la infancia, en las que somos seres puramente vulnerables.
Si no desarrollamos herramientas para procesar lo vivido y sobrevivir a situaciones de dolor, otro mecanismo es congelarlo, dejarlo de sentir. Si no hay un referente que nos enseñe a digerir es probable que queden recuerdos bloqueados en la mente y el cuerpo.
En algún momento este recuerdo bloqueado puede recordarse, y nuestro sistema nos pide ayuda a gritos.
Cómo sé si vivo en el pasado
Por un lado, existe una lucha para tratar de huir y, por el otro, hay una mirada no reconciliada con el pasado que genera mucha rabia, ira, frustración o tristeza.
La tendencia es desconectarnos del malestar y del dolor. Si, por ejemplo, empiezas a notar mucha rabia hacia una persona de tu familia, una expareja o algo que ver con el pasado tratamos de ignorarlo. Pero este niño pequeñito que somos va cargando con estas heridas.
El mundo no está contra ti, quizá son tus heridas las que están tomando el mando.
Con el tiempo hay situaciones externas que sin querer ponen el dedo en la llaga, y el adulto no reconoce que esa trauma emocional es suyo, simplemente siente dolor agudo. Como no comprende el origen responsabiliza a otras personas.
La persona no se cuestiona y los patrones se van repitiendo. Por ejemplo, por qué siempre elijo las mismas parejas, por qué siempre me quedo sola, cuando quizá lo que debemos plantear es por qué tengo miedo a estar sola y siempre me siento así.
Cómo vivir más en el presente
Para empezar a cambiar la perspectiva con la que transitamos este mundo y poder vivir más en el presente estas son algunas de las recomendaciones que podemos darte:
Perderle el miedo al síntoma
Los síntomas del malestar emocional, es decir las somatizaciones, no tienen intención de hacerte nada malo sin más. Igual que tener fiebre nos avisa de una infección, el síntoma emocional, aunque es desagradable puede ser un aliado porque nos está avisando de que algo no va bien y tenemos que actuar.
El síntoma es desagradable, pero puede ser un aliado: nos está avisando de que algo no va bien y tenemos que actuar.
Entender el origen del dolor
Igual que no podemos dejar a una persona con 40 de fiebre sin hacer nada, no podemos tampoco ignorar el dolor que tiene un origen emocional. Y no se trata solo de dormir el dolor, sino de entender de dónde viene y tratarlo para evitar al máximo que reaparezca.
El proceso de exploración puede hacerse de múltiples formas, pero una de ellas puede ser un espacio seguro de terapia. Puedes contar con nuestra terapia online psicológica si lo necesitas.
Mirar el dolor da miedo, pero es el paso más importante.
No somos esclavos del pasado, aunque haya habido mucho dolor. No somos esclavos de aquellas respuestas automáticas que nacen de nuestro dolor.
Dejar de vivir en el pasado significa sanar heridas
Si he tenido muchas experiencias de rechazo y abandono desde la infancia es posible que se desarrolle una herida de abandono muy profunda. Por eso siempre has interpretado desde ese filtro las acciones de los demás. Esto puede haberte generado una gran dependencia emocional. Por ello, habrá que ir sanando esas heridas poco a poco y también que trabajar en curar el dolor de origen.
Las heridas del pasado no son algo que en terapia se arranque, ni que la intención sea eliminarlas. Dejar de vivir en el pasado es dejar de estar dominado por la respuesta automática que se ha generado en el pasado.
Para acabar, recuerda: estamos vivas y podemos usar nuestro cuerpo como vehículo para transitar las emociones.
Deja tu cuerpo abierto al sentir
Como siempre, gracias por acompañarnos una semana más, nos escuchamos el próximo domingo. Gracias también por vuestras puntuaciones y comentarios en Spotify y en Itunes, eso nos ayuda a crecer.