Hola bonitas y bienvenidas al podcast de Somos Estupendas. Hoy vamos a hablar, como siempre, de algo muy importante: de los vínculos y de cómo tener una relación sana. Es una pregunta que nos hacéis muchísimo y cada vez llegáis más parejas a consulta.
Las relaciones ocupan un lugar muy importante en nuestras vidas y pueden ser determinantes para nuestro bienestar emocional. Por eso hoy nos acompaña Isa, de nuestro equipo de psicólogas y psicólogos de Barcelona, para hablar de conseguir relaciones transformadoras y que nos hagan bien.
¿Cómo es una relación sana?
Para empezar, antes de hablar sobre cómo es una relación sana, maticemos que ninguna relación es sana y perfecta. En todas las relaciones se va pasando por etapas en las que no siempre es perfecta, pero sí la mayor parte de él. Los humanos necesitamos tener vínculos, sentir que nos ven, que nos quieren.
El amor no es una fuerza reparadora, sino una fuerza que acompaña. Aunque necesitemos redes de apoyo, es más importante tener una relación sana, no solo con el amor es suficiente. Entre las banderas verdes y rojas sobre las relaciones, nos han vendido un poco que el amor lo puede todo, que el amor lo cura todo y no es realmente cierto. El amor solo no basta. Hacen falta más ingredientes para que una relación funcione.
Tipos de relaciones
Hay tres tipos de relaciones que pueden darse en las parejas:
- Unas son las que funcionan solas: hay mucha química y son las menos frecuentas. Pueden llevar su duradera relación con facilidad. Las que se relacionan desde ahí duran muchísimos años, incluso toda la vida. O con facilidad.
- Las que no funcionan, las que se mantienen juntas porque lo que se aportan es desde un intercambio negativo y se comunican desde el conflicto. Puede que en estas encontremos relaciones de dependencia o con apego inseguro como el apego evitativo en pareja.
- El tercer tipo son las más habituales y son las que funcionan, pero requieren muchísimo esfuerzo, compromiso, paciencia, gratitud, perdón, etc.
¿Cómo tener una relación sana y duradera?
Tener una relación sana y duradera es un trabajo diario y que requiere esfuerzo. Cuida los detalles y la comunicación. La comunicación de forma asertiva, desde uno mismo, expresando tanto lo que nos gusta y funciona como lo que nos molesta o necesitamos cambiar.
Poder mostrarte tú, siendo tú desde todas tus versiones, sin miedo a que la otra persona te rechace. Hablar de los conflictos del presente y dejarlos gestionados y cerrados es algo que os ayudará mucho, porque sacar a relucir conflictos del pasado puede generar mucha angustia y la sensación de que la pareja está anclada. Si la tendencia es a reprochar cosas que ya debieron quedar gestionadas necesitaréis aprender cómo recuperar una relación de pareja dañada.
El amor no es una fuerza reparadora, sino una fuerza que acompaña.
También es importante hablar de sexo con naturalidad, desde lo que a cada persona le gusta, desde lo que queréis y necesitáis y darle la importancia que merece. Por otro lado, permitíos conoceros en todas vuestras versiones: también cuando os enfadáis o estáis tristes. Daos vuestros tiempos, conoced vuestros mundos interiores y qué os provoca lo que os provoca.
A veces nos pasamos el día fuera de casa, siendo amables con todo el mundo, y al llegar de repente proyectamos en la pareja toda la tensión, la ira acumulada del día, de forma injusta. Fomentad la delicadeza en la relación: deciros cosas bonitas, expresar el cariño, el amor. Podéis compartir lo que os hace estar en pareja, lo que os gusta y enamora de la otra persona. Releed esa carta cuando haya momentos de tensión para rebajar el conflicto.
Bases de una relación sana
Hay muchos factores que influyen y ayuda a cómo tener una relación sana, pero aquí os dejamos las bases principales:
- Es importante que haya atracción. La atracción no tiene que ser solo física, también mental y emocional. La atracción y la admiración que esa persona te despierta. Es importante la admiración de su mundo interno, de sus espacios, de sus tiempos, de su trabajo, de su forma de pensar y ver el mundo…
- El trabajo interior va a ser clave también para tener una relación sana. Conocer tu propia historia, explorar de dónde vengo, si cargo con heridas sin sanar… será clave para no repetir patrones nocivos para la relación. Conocer mi tipo apego, que tiene que ver con las relaciones primarias de la infancia, te ayudará a saber si tienes algo que trabajar.
- No podéis haceros cargo de las heridas que arrastra de forma individual la pareja. Es importante que os acompañéis y cuidéis mutuamente, pero no es vuestro papel hacer de terapeutas.
- Comunicar con sinceridad en qué punto estás, expresa lo que sientes. Habla de lo que deseas y esperas de una relación, incluso si tú tampoco lo tienes claro. Conocer tu momento vital y saber si estás preparada para poder ser honesta con tu pareja y evitar agujeros en la comunicación o incertidumbre que puede generar ansiedad y pensamientos intrusivos. Esto también evitará la tendencia a conductas de aparezco-desaparezco.
¿Se puede pasar de una relación tóxica a una sana?
Hay una idea muy extendida: “si no me quiero nadie me va a querer”. Pensar esto es un error: claro que nos pueden querer, aunque no nos queramos. Hay gente que tiene autoestima baja, un mal autoconcepto tras malas experiencias del pasado. Otra cosa es, hablando de relaciones tóxicas, esperar que la otra persona cumpla con todas nuestras exigencias o vacíos, pero quererte, aunque tú no te quieras, te pueden querer.
Es importante aceptar estar en desacuerdo con tu pareja. A veces aceptamos muy poco las diferencias. Conectad con que os queréis a pesar de que no seáis iguales o que no podáis dar todo o recibir todo lo que necesitáis. No tratéis de cambiaros, cada persona tiene sus luces y sombras. Cada vez os vais a ir viendo y conociendo mejor y es esa persona que descubres la que hay que amar, no la que has idealizado en tu mente.
Es importante aceptar estar en desacuerdo con tu pareja.
Somos seres dinámicos y puede ser que en alguna etapa en la que crezcáis haya algo de tu pareja que sientas que no te conviene o no deseas y en ese punto tendrás que decidir si soltar o seguir abrazando.
Puede que desees saber cómo salir de una relación tóxica. No siempre es posible y si hablamos de relaciones de maltrato especialmente nuestra recomendación es que busques ayuda. Pero en general se puede trabajar una relación y reequilibrarla.
No podemos olvidar el equilibrio entre dar y recibir en una relación. No es sostenible que siempre una parte de mucho y la otra muy poco, del mismo modo que no puede ser siempre la misma persona la única cuidadora.
Esperamos que estas líneas os sean de ayuda para reflexionar sobre vuestra relación actual, relaciones pasadas o qué relación futura queréis. Si sentís que hay algo descompensado parad, haced una ITV, revisad dónde estáis.
Como siempre, gracias por acompañarnos una semana más, nos escuchamos el próximo domingo. Gracias también por vuestras puntuaciones y comentarios en Spotify y en Itunes, eso nos ayuda a crecer.
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