Hola bonitas y bienvenidas un domingo más al pódcast de Somos Estupendas. Traemos un tema junto a Teresa, psicóloga del equipo de terapia online, del que hemos encontrado pocas referencias, pese a lo común que es: cómo dejar de sentirme responsable por los demás.
¿Por qué me siento responsable de los demás?
Antes de hablar de cómo dejar de sentirme responsable de los demás, hablemos de cuál es el origen. ¿Cuáles son los motivos que pueden llevarnos a ello? Muchas personas tienen en sus relaciones patrones o formas de relacionarse similares. Hay cuatro motivos principales por los que pensamos que puede ocurrir:
- Que exista en la historia de la paciente negligencia emocional. La negligencia emocional puede ser la carencia de actos relevantes en el desarrollo del menor, como gestos de validación emocional y de escucha. Cuando ocurre esto se graba un mensaje en el cerebro de este niño: todo lo referente a mí no es importante. Si mis padres no lo ven importante es porque no lo es.
- Vivimos en una cultura con ciertas características que pueden promover sentirme responsable por los demás. La sociedad tiene una gran relevancia en el desarrollo de la imagen propia. Tener ese éxito social simboliza un mayor valor como persona. Ser elegido por los demás nos hace obtener ese éxito. Cuando no hay un desarrollo saludable de una autoestima propia, la validación externa se convierte en la única fuente validación.
- Vivimos en una sociedad con muy baja tolerancia a las emociones desagradables. No somos capaces de entender estas emociones como experiencias vitales que tenemos que atravesar de forma natural. Nos incomoda muchísimo y tendemos a tratar de responsabilizarnos del otro.
- También es una estrategia de evitación emocional. Responsabilizarnos de los demás a veces nos permite no prestar atención a nuestro propio dolor.
Todos hemos crecido en esta sociedad con tolerancia baja al malestar, con sesgos de género y con mucho miedo a la soledad. Por desgracia, a algunas personas se les añade experiencias de negligencias en la crianza. Entendiendo mejor el contexto, hablemos ahora de lo que tiene que ver con conseguir cómo dejar de sentirme responsable por los demás.
¿Cómo dejar de sentirse culpable por todo?
Para dejar de sentirme responsable por los demás hay que trabajar la hipervigilancia. Genera mucho cansancio estar siempre alerta y tratando de responsabilizarte de cómo se encuentran las otras personas. Es frustrante porque la realidad es que tenemos poco margen de acción sobre cómo se encuentran los demás. No podemos eliminar la tristeza que siente alguien, ni podemos solucionar los problemas del resto.
Las emociones hay que transitarlas y no evitarlas
No somos conscientes de que las emociones hay que transitarlas y no evitarlas. Hacer que alguien deje de sentir es robarle la oportunidad de gestionar y afrontar la situación dolorosa. A veces se carga con mucho sentimiento de culpa cuando no somos capaces de solucionar los problemas de la otra persona, frecuentemente de tu pareja. En este sentido, cuando te comuniques con tu pareja, quizá os ayuda recordaros lo siguiente: te voy a compartir algo y no necesito que me lo soluciones, solo necesito que me escuches.
No eres responsable de las acciones de los demás
Llega un punto en el que me dejo a mí atrás para ocuparme del resto. Nos autoabandonamos. No hay nada para mí aquí y no he hecho nada que sea mío. Me he ocupado de todas mis compañeros de trabajo, de mis familiares, pero no he hecho nada mío.
Hacerme responsable del otro tiene muy buena prensa, nos hace buenas personas: soy buena hija, soy buena compañera… tienes refuerzos positivos todo el rato. El problema de esto es que no hay un límite porque nunca voy a tener un refuerzo negativo. Nadie me va a echar la bronca por ser tan responsable, por comportarme de una forma tan cuidadosa o por ser tan generosa.
¿Qué aficiones tienes? ¿En qué dedicadas tu tiempo? ¿Qué te gusta hacer? Investiga quién eres, qué te gusta y qué necesidades tienes. Tienes que invertir tiempo en ti, igual que lo haces para poder entender a otras personas. Igual que aprendes a leer otras personas, a conocer sus necesidades.
El tiempo es imprescindible para aprender cómo dejar de sentirme responsable por los demás. Pero nos falta tiempo. Normalmente, lo invertimos para construirnos mirando a los otros. Focalizando nuestra atención en los demás perdemos la oportunidad de mirarnos y analizarnos.
¿Cómo no cargar con los problemas de los demás?
Como decíamos, son patrones aprendidos desde la infancia, así que será complicado y lento el proceso. Pero el punto clave es:
- Poder empezar a equilibrar la balanza. Pasa, como mínimo, el mismo rato mirando hacia adentro que hacia afuera. Revisa tu diálogo interno. ¿Cómo te hablas? ¿Cuál es tu autoconcepto?
- Aprende a validarte por ti misma, porque si no siempre dependerás de otra persona. Con el tiempo es importante ser capaz de poder validarte a través de otras capacidades, habilidades y gustos que no tengan que ver con los demás.
- Cuídate mucho y desmonta conceptos negativos que tienes de ti, como mala hija, egoísta, etc. Egoísta no es no poder o no querer cubrir las necesidades de los demás, sino obligar al resto a que cubran las tuyas. Así que puedes priorizarte. Trabaja también la comunicación asertiva para sentirte tranquila de poder decir que no.
Cuando nos cuidamos construimos.
Esto no significa que a partir de ahora lo que pretendamos es que no cuides a nadie, también es importante tejer redes y saber cómo ayudar a alguien que lo está pasando mal. A veces haremos cosas por los demás, incluso cosas que quizá no nos apetezcan mucho y que tendremos que negociar con las otras personas. El matiz es desde dónde lo haces. Es legítimo que decidas renunciar o hacer algo por cuidar de la otra persona y de la relación.
Cuando nos cuidamos construimos. Si tú de base te sientes completa, te sientes bien contigo, te sientes válida y suficiente, un día podrás no cuidar y seguir siendo todo eso. Y también tendrás la seguridad de que el día que elijas cuidar lo haces porque lo decides tú, y no porque dependes de la validación externa.
Como siempre, gracias por acompañarnos una semana más, nos escuchamos el próximo domingo. Gracias también por vuestras puntuaciones y comentarios en Spotify y en Itunes, eso nos ayuda a crecer.