Disociación: significado y síntomas | Ep. 114

Hola bonitas y bienvenidas un domingo más al Podcast de Somos Estupendas. Hoy nos acompaña Mónica, psicóloga responsable del equipo de psicoterapia en Barcelona, con quien ya hemos grabado un podcast sobre los tipos de apego en la pareja, que para vosotras fue uno de los más interesantes hasta hoy. Bien pues, Mónica viene hoy a hablarnos sobre la disociación, su significado y síntomas. Esperamos que os resulte muy enriquecedor.

Significado de disociación o trastorno de disociación

Cuando vamos funcionando por el mundo, en nuestro día a día, vamos integrando diferente información a nivel sensorial, y de ahí vamos creando nuestros recuerdos y experiencias. La disociación sería precisamente el proceso contrario: cuando sucede algo que dificulta, impide, la integración y algo se fragmenta.

Entonces, cuando hablamos de disociación hablamos de separación, de algo que puede entenderse como roto. La disociación es un proceso no integrado que puede tener que ver con un trastorno de estrés postraumático.

Podemos no ser conscientes de que se está produciendo una disociación. Podemos seguir nuestro día a día con la sensación de relativa continuidad en nuestra vida, pero en situaciones concretas sentimos desconexión, dependiendo de lo que se esté disociando.

La disociación es lo contrario a la integración.

Has sentido alguna vez “¿esta no soy yo?”. Esta sensación, vinculada a la despersonalización quizá tenga que ver con algún proceso no integrado. Pero el trastorno disociativo o el proceso de disociación tiene significado y síntomas diversos. Hay diferentes grados. La máxima disociación sería el trastorno de identidad disociativo, es decir, lo que entendemos como personalidad múltiple, cuando se ha fragmentado la identidad de la persona.

Pero, ¿es la disociación siempre un trastorno? Más concretamente, la disociación es un proceso, un mecanismo, que se da a veces como síntomas en los trastornos. Y hay trastornos que son en sí disociativos, es decir, que como problemática central se encuentra la disociación.

Síntomas de la disociación

Atención a lo que vamos a compartir ahora. Vamos a hablar manifestaciones vinculadas a la disociación. Si te sientes identificada con alguna de ellas, no quiere decir que automáticamente estemos hablando de que tienes un trastorno disociativo. Ahora sí, a continuación, tienes algunos de los principales síntomas o sensaciones que pueden darse en una disociación:

  • Desconexión o sensación de irrealidad.
  • En algún momento actúas de forma automática, pero sin sentir.
  • Después de esos momentos intensos no recuerdas bien lo sucedido.
  • Percepción extraña de ti misma, como un robot, de forma repetida.
  • Sensación de que no estás funcionando como puedes funcionar.

Disociación y trauma

Como decíamos, la disociación tiene un significado y unos síntomas con una función concreta. El mecanismo de disociación se activa como intento de protección ante situaciones extremadamente adversas. Disociación y trauma van de la mano. La base de la disociación muchas veces pueden ser traumas infantiles.

Nuestro cerebro siempre juega a favor de nuestra supervivencia, que no quiere decir que siempre juegue a favor de nuestro bienestar. Si nuestra mente tiene que elegir entre disociar y seguir adelante, o no disociar y no poder manejar la situación… va a elegir disociar.

Disociación y trauma van de la mano

¿Quiere decir que el origen de la disociación siempre es el trauma? No podemos afirmar algo tan contundente como eso. Pese a eso, el trauma tiene mucho que ver con el uso de este mecanismo de afrontamiento. Cuando vivimos algo que supera nuestras capacidades, que nos desborda, se dispara la ansiedad. El cerebro nos desenchufa emocionalmente, pone la emoción en un segundo plano, para que podamos sobrevivir a esa situación.

Reducir las disociaciones

Lo mejor que puedes hacer en caso de que tengas disociaciones o algún posible trastorno disociativo es ir a ­terapia. Integrar la experiencia tiene que ver con que en tu presente no cargues con ella, por eso, aunque abrir el cajón de aquello que duele es uno de los frenos para ir a terapia que puedes estar experimentando, trata de dar el paso, porque valdrá la pena.

Que el miedo o parálisis de aquel recuerdo se quede ahí y no se traslade al presente, reviviendo esas emociones intensas y horribles. Una vez el recuerdo está integrado puedes recordarlo, consciente de que fue una mala experiencia, pero sin revivirlo y sin que te supere. Eso pasó, y no podemos hacer nada para que cambie, pero es pasado.

Vivir con disociaciones es como vivir con muchas partes separadas de ti misma que no se llevan bien, que no se ponen de acuerdo y que hacen un ruido constante que no te permite hacer tu vida con bienestar y tranquilidad.

Como siempre, gracias por acompañarnos una semana más, nos escuchamos el próximo domingo. Gracias también por vuestras puntuaciones y comentarios en Spotify y en Itunes, eso nos ayuda a crecer.

¿Nos compartes?
Ayuda a que el contenido llegue más lejos

Humana en constante aprendizaje y evolución, además de cofundadora y CEO de Somos Estupendas y futura psicóloga.

Deja un comentario