Antes de poder abordar el cómo podemos ayudar a alguien con un ataque de ansiedad, me gustaría que recordáramos qué es un ataque de ansiedad.
Cuando hablamos sobre ansiedad, a lo que nos referimos es una emoción que forma parte del miedo y que suele aparecer en torno a la anticipación de consecuencias negativas en situaciones inciertas.
De esta manera se experimenta elevado malestar, con pensamientos intrusivos, emociones y sensaciones perturbadoras que suelen desencadenar una activación fisiológica y síntomas físicos como palpitaciones, taquicardia, sudores, temblores, dolor en el pecho… Temiendo en estos momentos que pueda pasar algo o incluso llegando a temer por nuestra vida.
Por ello, a lo largo de este artículo abordaremos distintas formas en que podemos ayudar a alguien cuando tiene un ataque de pánico o ansiedad.
Cosas que podemos hacer cuando alguien tiene un ataque de ansiedad o de pánico
Las causas de la ansiedad son muy variadas, y, por lo tanto, los motivos por los que se desencadena un ataque de pánico, pueden ser muy variados. Te dejamos 10 causas de ansiedad más comunes. Aun así, hay varios aspectos comunes a todos ellos, que nos pueden ayudar a la hora de acompañar a alguien mientras tiene un ataque de ansiedad.
Acompaña mientras das un espacio de seguridad
Cuando una persona tiene un ataque de ansiedad, se suele sentir más segura con alguien de confianza cerca. Aun así, puede ser que aparezcan sensaciones de agobio y desbordamiento, por ello, tener un espacio donde se encuentre segura es fundamental.
Que se exprese sin juzgarla
Mientras acompañas a la persona, anima a que exprese lo que siente, sin juzgar ni minimizar sus emociones. Valida sus sentimientos, permitiéndole tomar un espacio en caso de que lo necesite.
Proponle técnicas de conexión con el entorno.
Cuando experimentamos un ataque de pánico, tenemos unos síntomas físicos tan intensos que generan tanto malestar, que en ocasiones nos es muy complicado poder pensar en cualquier otra cosa. Por ello, invitar a la persona a que pueda centrarse en un objeto o persona del entorno, “pídele que te mire a los ojos o que se centre en el perrito que os acompaña”. De esta manera conseguimos que su foco de atención se desplace hacia otro lugar distinto de sus síntomas.
También podrías preguntarle sobre objetos cercanos o realizar ejercicios de respiración, en los que respiráis juntos pueden ser estrategias efectivas. Anima a la persona a respirar profundamente, inhalar lentamente por la nariz y exhalar por la boca. Esto puede ayudar a estabilizar la frecuencia cardíaca y calmar el sistema nervioso.
Comunícate desde la calma
La persona con el ataque de pánico, está muy alterada, y en ocasiones nos contagiamos de esa emoción, sobre todo al ser conscientes de los síntomas físicos que está sintiendo. Por ello, es fundamental que puedas intentar conectar con la calma tuya, que puedas ser tu ese espacio seguro y tranquilo, que le permita conectar y empezar a tomar decisiones movilizadoras.
“Indícale que estás allí para apoyarle y qué juntos superaréis la situación”
La ansiedad pasa, como todas las emociones.
Recuérdale que como siempre que ha tenido ansiedad, tristeza, alegría, todas las emociones terminan pasando. Si bien es cierto, que es una emoción algo desagradable, y que le hace pensar que algo malo le va a suceder. Pero como en las anteriores ocasiones que lo ha experimentado, en algún momento pasará y hasta entonces estás ahí acompañándola.
“Todo pasa, la alegría pasa, la tristeza pasa, y la ansiedad también pasa”
Que no hacer cuando alguien tiene un ataque de ansiedad
Como ya hemos podido explorar a lo largo del artículo, cuando una persona se encuentra en mitad de un ataque de ansiedad, el nivel de malestar que está experimentando es muy elevado. Y, aunque en ocasiones desde fuera no llegamos a comprender la magnitud de la situación, tenemos que intentar acompañar a la persona de la mejor forma que podamos. Por ello, te dejamos algunos tips de qué no hacer cuando alguien tiene un ataque de ansiedad y un artículo con 21 cosas que no decirle a una persona con ansiedad:
- Decirle que se tranquilice. Si pudiera tranquilizarse, lo habría hecho. El objetivo es acompañar y dar seguridad, no forzar a que la situación cambie.
- Irte en ese momento y dejarla sola, si no te lo ha pedido.
- Ignorar su indicación de que se siente ansiosa, cambiando de tema o restándole importancia. “Todos tenemos problemas”
- Invalidar como se está sintiendo. “No tienes motivos para tener ansiedad”
- Culpabilizarle de la ansiedad. “Si te hubieras quedado en casa no te habría pasado”.
Recuerda que lo que va a facilitar que una persona con un ataque de pánico consiga regular la emoción es que se sienta comprendida y acompañada por ti, sin juzgar. Por ello, en caso de que no sepas qué decir en el momento, te invitamos a que recuerdes esta frase:
“Estoy aquí contigo, pase lo que pase”