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Hola bonitas y bienvenidas un domingo más al podcast de Somos Estupendas. Es el último podcast de la temporada y venimos a compartir algo de lo que se habla muy poco.
Hoy nos acompaña Julia, psicóloga del equipo que estuvo con nosotras en un podcast anterior para conocer a nuestra niña interior. Hoy viene a contarnos cómo mejorar la relación con mis padres, algo de lo que se habla muy poco y quizá necesites escuchar.
En este podcast hablamos de:
La idea de familia ideal
Parece que la relación con nuestros padres tiene que ser ideal, perfecta y siempre sana. Por desgracia, no siempre es así y puede generar una gran culpabilidad. Con el tiempo aprendemos a diferenciar entre las relaciones tóxicas y las relaciones sanas. La realidad es que en muchísimas ocasiones cuando las personas empiezan terapia tienen varios asuntos que necesitan recolocar para mejorar la relación con sus padres.
En casos graves de maltrato o negligencia, algunas de las cosas que comentaremos hoy van a variar, porque son situaciones muy complicadas que se merecen una atención más personal en terapia. Tenemos normalizadas algunas conductas por parte de nuestras figuras de apego que realmente no son sanas y vale la pena reflexionar sobre que aquello que te sucedió fue grave y ha tenido consecuencias en tu bienestar.
Etapas del vínculo
Para saber cómo mejorar la relación con los padres empezaremos por conocer cómo evoluciona nuestro vínculo con ellos desde que nacemos hasta que nos convertimos en personas adultas. A continuación, te comentamos la línea más frecuente de desarrollo de la unión a nuestros padres:
Relación con los padres en la infancia
Cuando somos pequeñas la relación con nuestros padres está idealizada. Esto es normal, porque en nuestros primeros años necesitamos sentir que nuestros padres pueden con todo, que nos van a ayudar, que son como superhéroes y superheroínas.
Con el tiempo es natural ir recolocando estas figuras, pero no pasa nada si durante la infancia sentías que lo hacían todo bien. En los casos más graves de maltrato es posible que esta idealización inicial tan siquiera existiera.
Date a conocer como persona adulta y suelta las expectativas.
Relación con los padres en la adolescencia
En esta etapa se produce la individuación, donde empezamos a explorar quién somos como adultas, cómo va a ser nuestra vida y se produce una ruptura clara con los padres. Se trata de una ruptura sana, porque es conocer quién quieres ser y qué cosas deseas quedarte de tu familia y qué cosas no. Nos tocará en algún momento romper con esto e interiorizar que somos personas independientes.
Relación con los padres en la adultez
Toca aceptar a los padres desde los seres adultos que son y el ser adulto que tú eres. Pasada la etapa de idealización y de individuación verás sus defectos y sus virtudes. Todo el mundo tiene defectos y virtudes, y así como tú aceptas a tus padres, ellos tienen que poder aceptarte a ti.
A veces llegar a este punto es complicado, y nos quedamos en una etapa más vinculada a la infancia o la adolescencia. Aprende a conocerte, porque la adultez se trata de una etapa completamente nueva.
Cómo relacionarme mejor con mis padres
En muchas ocasiones nos relacionamos con la familia desde la obligación. Nos forzamos a hacer planes que no nos apetecen o que no encajan con lo que deseamos hacer con nuestros padres y eso aumenta la toxicidad en las familias. Es importante que nos respetemos para hacer las cosas a gusto, sin culparnos porque no encaje la relación con lo que la sociedad nos dice que es lo correcto.
Enfrentarme a la culpa con mis padres
Relacionarnos desde el adulto será esencial para romper la dinámica en la que nuestros padres nos culpabilizan. Los padres tienden a infantilizarnos y nosotras a coger un rol infantil en el vínculo. Lo ideal es que puedas utilizar la asertividad y sus técnicas, que te ayudarán a no entrar en la dinámica de siempre y tus padres comprendan que algo ha cambiado.
El tiempo en familia hay que valorarlo por la calidad, no por la cantidad.
Escucha tus tiempos
A veces será complicado mantenerse en contacto con ellos, ya que la dinámica puede agotarte y hacerte daño. Quizá necesitas tomar distancia para no entrar en esa dinámica y mejorar la relación con tus padres. Atiende tus necesidades, escucha qué te apetece sin forzarte.
No entres en la relación de tus padres
Tanto si están separados como si están juntos, trata de no intervenir en su relación. Es un vínculo que existe desde antes que tú nacieras, y existen muchas cosas de la relación que no ves y que desconoces. Hay padres que nos meten en medio, pero evita comparaciones o entrar en un rol que no te corresponde, recuerda que tu posición es de hijo o de hija.
Aprende a autogestionarte
Aunque sigamos todas la pautas, si no somos capaces de autogestionarnos, la relación puede mantenerse en las conductas antiguas y enquistarse. Ganar confianza en una misma es un trabajo personal complejo, pero que te va a permitir separarte y diferenciar lo que te pertenece a ti y lo que es responsabilidad de ellos.
Esperamos de corazón que estas primeras pautas puedan ayudarte a iniciar el camino y mejorar la relación con tus padres. Recuerda que estos procesos no son fáciles y está bien contar con acompañamiento profesional.
Como siempre, gracias por acompañarnos una semana más, nos escuchamos el próximo domingo. Gracias también por vuestras puntuaciones y comentarios en Spotify y en Itunes, eso nos ayuda a crecer.