Desorden alimenticio: Qué es y causas

Cuando hablamos sobre desorden alimenticio, nos referimos a trastornos de la conducta alimentaria (TCA). Estos como bien sabemos, se encuentran muy influenciados por los cánones físicos que establece la sociedad en la que nos desarrollamos.

Así, los desórdenes alimenticios se consideran condiciones de salud mental relacionadas con comportamientos alimentarios poco funcionales que afectan a la salud física y emocional de la persona que los experimenta.

Es por ello, que es importante darles espacios en los que podamos evidenciar la importancia de establecer una relación cuidada con la alimentación, ya que son dificultades que tienden a ocultarse y a avergonzarse de ellos.

Qué es un desorden alimenticio

Un desorden alimentario es una condición de salud que se considera grave, debido a los patrones disfuncionales relacionados con la conducta alimentaria y la preocupación excesiva por el peso y la imagen corporal.

Estas condiciones son complejas de gestionar, ya que pueden involucrar obsesiones con la alimentación, peso, forma corporal. Así como patrones alimentarios extremadamente restrictivos o excesivos.

Cuando pensamos en desórdenes alimenticios, tendemos a pensar que son exclusivos de mujeres adolescentes, ya que suelen ser más comunes. Pero pueden afectar a cualquier persona independientemente de su edad, género, etnia o nivel socio educativo.

Es por esta obsesión por la alimentación y la forma física, así como por los patrones rígidos de alimentación que necesitamos poder acudir a especialistas que puedan ayudarnos a generar otros patrones comportamentales. Esta ayuda suele tener un enfoque multidisciplinar compuesto por psiquiatra, psicólogo y nutricionista.

Tipos del desorden alimenticio

Para poder hablar sobre desórdenes alimenticios, necesitamos poder diferenciarlos entre ellos, ya que cada uno de ellos tiene unas características diferenciadas. Para ello, vamos a emplear los criterios diagnósticos establecidos en el manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-5).

  • Anorexia Nerviosa. Se caracteriza por restricción extrema de la ingesta de alimentos, acompañada por elevado miedo a ganar peso y alteración en la percepción del peso y de la percepción corporal.
  • Bulimia nerviosa. Caracterizada por episodios recurrentes de atracones, junto con comportamientos compensatorios recurrentes. Estos episodios tienen una elevada frecuencia en la que suceden mínimo 1 vez por semana.
  • Trastorno por atracón. Igual que en la bulimia tiene episodios recurrentes de atracones pero sin compensación. Las características de estos atracones son grandes cantidades de comida en corto periodo de tiempo hasta sentirse incómodamente lleno.
  • Pica. Consiste en la ingesta persistente de sustancias no alimenticias como cabello, tierra o tiza. Todos ellos en momentos inapropiados para el nivel de desarrollo del individuo.
  • Trastorno de rumiación. Se caracteriza por la regurgitación repetida de alimentos durante al menos un mes, sin tener una afección médica.
  • Trastorno de la alimentación selectiva o evitativa. Consiste en la evitación persistente de alimentos con base en sus características sensoriales o aversión de comer, sin estar relacionado con la imagen corporal.
  • Otros desórdenes alimenticios especificados (OSFED). Trastornos que no cumplen todos los criterios para los desórdenes alimenticios, pero que causan un deterioro significativo, como puede ser la ortorexia.
Desorden alimenticio

Causas del desorden alimenticio

Genética

Numerosos estudios han demostrado que existe predisposición genética en el desarrollo de desórdenes alimenticios. Es decir, tener familiares de primer grado (padres, hermanos…) con un desorden alimenticio aumenta significativamente el riesgo de desarrollarlos.

Neurobiología

Desajustes en los neurotransmisores como la dopamina o la serotonina pueden contribuir al desarrollo de este tipo de desórdenes alimenticios. Esto se debe a que ambos regulan el apetito, el estado de ánimo y el control de impulsos.

Perfeccionismo

Sobre todo el perfeccionismo relacionado con la imagen corporal y la apariencia son un factor de riesgo significativo para desarrollar este tipo de conductas alimentarias destructivas.

Trastornos del estado de ánimo

Tales como la depresión, la ansiedad, el trastorno límite de la personalidad están estrechamente relacionadas con los desórdenes alimenticios. Ya que la ingesta alimentaria se suele emplear como mecanismo de gestión del malestar.

Influencia de los medios de comunicación y sociedad

Las expectativas trasladadas desde la exposición a imágenes, o a mensajes sociales que glorifican cuerpos extremadamente delgados o musculados o con unas características físicas concretas.

Dinámicas familiares

La dinámica familiar, así como la forma en que se exige el alcance de estándares altos, comunicación crítica o pasivo agresiva y énfasis excesivo en la apariencia física, puede aumentar el riesgo de desarrollar una relación disfuncional con la alimentación.

Historia de abuso o trauma

Las experiencias traumáticas pueden ser un factor desencadenante de desórdenes alimenticios. Esto se debe a que el control sobre la ingesta de alimentos puede servir como una forma de manejo del trauma.

Síntomas del desorden alimenticio

Síntomas físicos

  • pérdida o aumento significativo de peso.
  • Problemas gastrointestinales.
  • Fatiga y debilidad.
  • Problemas dermatológicos.
  • Amenorrea.

Síntomas psicológicos

  • Obsesión con la comida y peso.
  • Ansiedad por la comida.
  • Miedo intenso a ganar peso.
  • Distorsión de la imagen corporal.
  • Sentimientos de culpa y vergüenza.

Síntomas conductuales

  • Restricción alimentaria o evitación de ciertos alimentos.
  • Reducción drástica de la cantidad de comida.
  • Episodios de atracones.
  • Comportamientos purgativos, como el uso de laxantes, diuréticos o ejercicio excesivo.

Como saber si tengo desorden alimenticio

Poder determinar si tienes un desorden alimenticio puede ser complejo, ya que en muchas ocasiones se suelen ocultar los síntomas. Es por ello, que el diagnóstico debe realizarlo un profesional de la salud mental. Aun así, a continuación te vamos a proponer algunas de las preguntas que pueden hacerte plantear si tienes un desorden alimenticio:

  • ¿Sientes miedo constante a ganar peso?
  • ¿Te obsesionas con tu peso y con tu dieta?
  • ¿Evitas comer ciertos alimentos o restringes la cantidad de comida?
  • ¿Tienes episodios de comer rápido grandes cantidades de comida?
  • ¿Te sientes fuera de control cuando comes?
  • ¿Te sientes culpable, avergonzada o disgustada después de comer?

Si tu respuesta es sí, entendemos que puedes tener algunas dificultades para poder gestionar de forma funcional la alimentación. Un diagnóstico realizado por un profesional, puede ayudarte a trabajar la alimentación consciente y alimentación intuitiva, además de establecer un tratamiento adecuado para la recuperación.

Como ayudar a alguien con desorden alimenticio

Ayudar a alguien con un desorden alimenticio supone un proceso complejo, ya que como comentábamos puede ser que nieguen la existencia de dicho desorden. Esto se debe a que suelen llevarlo con secretismo y vergüenza. Aun así, te dejamos algunas estrategias que pueden servirte para ofrecer ayuda.

  • Evita los juicios. Es fundamental que no hagas comentarios críticos sobre la comida, los hábitos, el peso o el físico. Es fundamental realizar un abordaje compasivo, basado en la comprensión y el apoyo.
  • Escucha activamente. Permite que la persona se exprese, que pueda hablar de sus emociones y pensamientos sin interrumpirle ni juzgarle.
  • Infórmate sobre desórdenes alimentarios. Explora acerca de síntomas y causas que puedan ayudarte a entender la experiencia de la persona.
  • Ofrece tu apoyo fomentando la ayuda profesional. Promueve sin forzar que pueda consultar a un profesional de la salud mental, ofreciéndole compañía.
  • promueve hábitos saludables. Fomenta una relación sana con la comida evitando hablar sobre formas para perder peso o evita realizar comentarios respecto al físico.
  • Muestra apoyo consistente. La recuperación de un desorden alimentario puede suponer un proceso largo, por lo que incluso cuando la persona se resista ayuda ofrécele comprensión.

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El contenido ha sido redactado con fines divulgativos, en ningún caso puede sustituir la valoración de un profesional. El artículo ha sido revisado por el equipo de redacción clínica.

Artículo escrito y revisado por Marta Ridaura | Graduada en Psicología, con nº de colegiada M-35954.

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