Empatía: Significado, mapa y ejemplos

La empatía es una de las habilidades sociales fundamentales a la hora de establecer relaciones. Nos permite comprender y compartir las emociones, sentimientos, pensamientos y experiencias de los demás. Es decir, es la capacidad que tenemos de ponernos en el lugar del otro y entender la realidad en la que se encuentra. Ello no implica, compartir las mismas opiniones, sino comprender la parte emocional que los demás nos trasladan. De esta forma, es una capacidad que puede marcar la diferencia respecto a la calidad de las relaciones que creamos.

A lo largo de este artículo, abordaremos el concepto de empatía, diferenciándolo de la asertividad y exponiendo ejemplos y actividades que lo promuevan.

Significado de empatía

Tal y como explicábamos, la empatía es la capacidad de comprender las emociones, pensamientos y perspectivas de los demás de forma genuina. De esta forma, es una habilidad comunicativa esencial en el establecimiento de relaciones significativas. Nos permite conectarnos con los demás, mostrando una preocupación auténtica por su bienestar emocional.

Por ello, es una habilidad social que va más allá de la simpatía hacia los demás. Se trata de conectarse genuinamente con las emociones y perspectivas de otras personas. Al ser empáticos, no solo entendemos lo que otros sienten, sino que también les mostramos que nos importan y que valoramos su punto de vista.

La empatía se manifiesta en acciones como escuchar activamente, validar los sentimientos de los demás, mostrar comprensión y dar respuestas compasivas que reconforten. De esta forma, podemos conseguir una mejor comprensión de los demás, una comunicación más efectiva y sobre todo generar relaciones y conexiones emocionales sólidas con las personas con las que nos relacionamos.

Es fundamental poder entrenar esta habilidad, no es algo que se tiene o no se tiene, sino que en caso de que detectemos que es una habilidad que nos es difícil poner en práctica, podemos entrenarla y desarrollarla.

Empatía significado

Mapa de empatía

El mapa de la empatía es una herramienta que se emplea para comprender las necesidades, motivaciones y preocupaciones de las personas con las que interactuamos o las nuestras propias. De esta forma, podemos conseguir una mayor conexión, comprensión y visión clara de las necesidades cuando nos está siendo complicado poder identificarlas. Este mapa de la empatía normalmente incluye los siguientes puntos:

  1. Lo que la persona ve. Es decir, se valora lo que la persona percibe de su entorno, las influencias visuales que pueden estar afectando a sus emociones y pensamientos.
  2. Lo que la persona escucha. Se exploran las voces o mensajes que se le da a la persona, incluyendo lo que los demás dicen o la forma en que se comunican.
  3. Lo que piensa o siente. Se abordan las emociones y pensamientos, incluyendo las preocupaciones o estados de ánimo.
  4. Lo que dice y hace. Se analiza como la persona se expresa y se comporta respecto a sus pensamientos y emociones.
  5. Dificultades o dolores. Se exploran obstáculos y problemas que puede tener que enfrentar la persona en su vida y que puede afectar a la forma en que percibe la situación.
  6. Fortalezas o necesidades. Se exponen las metas personales, objetivos y motivaciones de la persona.
Mapa de empatía

Diferencia entre asertividad y empatía

Cuando hablamos sobre asertividad, nos referimos a la capacidad de expresar los pensamientos, sentimientos y necesidades de manera directa, honesta y respetuosa, empleando una comunicación no violenta. Sin embargo, la empatía se centra en comprender y conectarse emocionalmente con los pensamientos y emociones de los demás.

Es decir, la asertividad implica comunicarse de manera clara y efectiva sin ser pasivo, ni agresivo, por lo que es fundamental para establecer límites saludables y mantener relaciones equitativas. Mientras que la empatía, no se trata de expresar tus propios pensamientos y necesidades, sino de escuchar y validar los de los demás desde la comprensión y compasión hacia los demás.

En resumen, mientras que la asertividad se enfoca en expresar tus propios pensamientos y necesidades, la empatía se concentra en comprender y conectarse con los pensamientos y necesidades de los demás.

Ejemplos de empatía

La empatía se manifiesta de maneras muy diferentes a lo largo de nuestras interacciones diarias. De esta forma, algunos ejemplos de empatía pueden ser:

  1. Escucha activa. Sin interrumpir ni juzgar, sin necesidad de dar soluciones ni imponer cambios de comportamientos, dándole valor a como se siente y la forma en que ha experimentado la situación.
  2. Validar las emociones que aparecen. Reconoce los sentimientos que puede tener esa persona “Entiendo que ha tenido que ser muy difícil esa situación”.
  3. Mostrar comprensión. Muestra comprensión a pesar de la posible diferencia de opiniones que haya. Poniéndote en el lugar del otro para comprender su punto de vista.
  4. Ofrecer apoyo emocional. Exponer tu disposición a estar presente o preguntar en caso de que la persona esté atravesando una época complicada. De esta forma le estás dando una respuesta emocional desde la compasión que va a hacer que la otra persona se sienta reconfortada.

Actividades para trabajar la empatía

Como os comentábamos anteriormente, la empatía es un tipo de habilidad social fundamental para poder generar conexiones significativas y fuertes con los demás. Así, es necesario ponerla en práctica, pero no siempre es una habilidad que tengamos desarrollada. Por ello, te dejamos a continuación algunas actividades para poder trabajar la empatía:

Sin palabras

En este ejercicio queremos fomentar la comprensión del otro más allá de las palabras. Para ello, imagina que estás en una sala de cristal donde no escuchas lo que los demás dicen, únicamente percibes su comunicación no verbal, gestos y miradas. De esta forma comenzarás a percibir pequeños gestos que te den esa información sobre las intenciones y necesidades de las demás personas.

Te animamos a que pidas a algún familiar o amigo que haga este juego contigo, sin decir palabra, tenéis que, a través de la mímica, trasladarle un mensaje al otro.

Intereses comunes

En este ejercicio te proponemos que en una conversación puedas preguntar a la otra persona por sus intereses, por su día a día o cuestiones que le preocupen. De esta forma queremos fomentar que atiendas a su comunicación verbal y no verbal mientras te contesta y que solo escuches lo que tenga que decirte sin juzgar. Fomentando así el entendimiento entre ambos y potenciando la conexión.

Validación de las emociones

En este ejercicio queremos fomentar la validación emocional. De esta forma, intenta identificar las emociones que estás sintiendo, pudiéndolas colocar en un lugar prioritario y permitiéndote hablar sobre lo que te ha sucedido en el día a través de ellas. Tu misión es poder hablar desde la emoción. Por ejemplo: “Hoy me he sentido abrumada, cuando he ido a entrar al metro, aunque luego he sentido mucho alivio al ver que no había mucha gente”.

Comprende al contrario

En este ejercicio queremos fomentar la comprensión de puntos de vista diferentes. Cogiendo el ejemplo de alguien que no sea muy afín a ti, puedas intentar comprender que le ha llevado a tomar esas decisiones y que razones le han podido conducir a ese punto. Sin juzgarle y sin criticarle. Intenta hacerlo con personas de tu familia, ponte en el lugar de cada uno de ellos, en los momentos en los que surja un conflicto.

En caso de que quieras poner en práctica otras habilidades sociales, te animamos a que puedas realizar las actividades para mejorar habilidades sociales que te dejamos en este artículo.

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El contenido ha sido redactado con fines divulgativos, en ningún caso puede sustituir la valoración de un profesional. El artículo ha sido revisado por el equipo de redacción clínica.

Artículo escrito y revisado por Marta Ridaura | Graduada en Psicología, con nº de colegiada M-35954.

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