Actividades para mejorar tus habilidades sociales

Las habilidades sociales son un conjunto de destrezas interpersonales que nos permiten relacionarnos de forma adecuada con las demás personas.

Entre ellas se encuentran las habilidades comunicativas, como por ejemplo mantener una conversación de manera apropiada, pero también son habilidades sociales la asertividad, saber decir que no y afrontar las críticas.

En este artículo vamos a presentar algunas actividades para entrenar tus habilidades sociales.

TALLER DE HABILIDADES SOCIALES

Con este taller aprenderás técnicas que podrás poner en práctica en tu día a día, y así resolver las limitaciones que hacen que relacionarte pueda suponer un conflicto en tu vida. 

Dinámicas para habilidades sociales

Se pueden trabajar las habilidades sociales en grupo con diversas dinámicas.

Practicar la conversación

Parece muy simple, pero como cualquier habilidad, la práctica es esencial. Trabajar en grupo cuáles son las normas de conversación implícitas en la sociedad, para después ponerlas en práctica hablando entre ellos. Iniciar una conversación, hacer preguntas a los demás y saber realizar comentarios adecuados a cada situación son algunas de las cosas a trabajar.

En este otro artículo aprenderás más a fondo cómo mejorar las habilidades de comunicación.

Actividades para mejorar tus habilidades sociales

Dinámica de la isla desierta

Esta actividad resulta especialmente interesante para niños y adolescentes, ya que les ayuda a desarrollar su pensamiento crítico, aunque es útil también en adultos. La dinámica consiste en decidir qué objetos de los que verán en una lista se llevarían a una isla desierta, pudiendo escoger sólo unos cuantos. Tendrán que trabajar en equipo para establecer una decisión conjunta.

De este modo, cada uno debe dar su opinión acerca de qué objetos cree que son los más importantes, respetando las opiniones de los demás y sabiendo ceder cuando sea necesario.

Role playing de estilos comunicativos

Los estilos comunicativos son las distintas formas que tenemos para relacionarnos con las otras personas. Podemos dividirlos en estilo pasivo, asertivo y agresivo.

Cuando nos comportamos de forma pasiva no nos defendemos, hacemos lo que los demás quieren y nos cuesta expresar nuestra opinión. Por el contrario, cuando nos mostramos agresivos no respetamos las opiniones de los demás e imponemos nuestras decisiones. Por último, el estilo asertivo es el mejor de todos, ya que nos permite expresarnos sin hacer daño a los demás, y sus consecuencias son mucho más agradables.

A las personas que casi siempre se comportan de manera pasiva no se las suele tener demasiado en cuenta, y se pueden aprovechar de ellas; a las personas agresivas se les tiene miedo y a las personas asertivas, se las respeta.

Y tú, ¿A quién elegirías como amigo, como jefe, como compañero, como pareja? ¿A una persona pasiva, asertiva o agresiva?

El role playing se puede hacer de muchas maneras. Una de ellas es dividir a las personas del grupo en pequeños grupos donde respresentarán una situación y los demás deberán adivinar qué estilo comunicativo está usando cada una de las personas del grupo.

Recibir y expresar elogios

A la hora de comunicarnos, también nos puede costar aceptar los elogios de los demás y, en consecuencia, no responder adecuadamente.

Esta dinámica se realiza en grupos de personas que ya se conocen bastante entre ellas. Se trata de ponerse en círculo, y cada uno tiene que decir algo bueno de la persona de su derecha (o izquierda). De este modo, además de trabajar el recibir y expresar elogios, también se fomenta la autoestima y la cohesión grupal.

Actividades para trabajar tus habilidades sociales

No hace falta que estés en un grupo de habilidades sociales para mejorarlas. Aunque los grupos son muy positivos, hay varias actividades que puedes hacer de forma individual.

La técnica RIP

Esta actividad es de gran utilidad para tener conversaciones más adecuadas y largas. Las siglas vienen de Responder, Información y Preguntar. Cuando una persona te hace una pregunta, en vez de solo responder puedes intentar también dar más información sobre el tema y hacer una pregunta similar. Veamos un ejemplo:

Persona A: ¿Cómo te ha ido el día?

Persona B: Bien, he trabajado mucho por la mañana y después he podido ir al gimnasio. Y a ti, ¿qué tal te ha ido?

Practicar la asertividad

Aprovecha los momentos en que interactúes con otras personas para practicar la asertividad. Atrévete a decir lo que no te gusta, expresa tu opinión, pide favores si así lo necesitas, y también expresa tu agrado hacia los demás.

Cuando alguien haga algo que no te parece bien, puedes utilizar la frase siguiente:

Cuando haces ESTO me siento ASÍ, por eso me gustaría que HICIERAS ESTO OTRO.

Cambia la palabra ESTO, ASÍ y ESTO OTRO para crear tu frase. Por ejemplo:

Cuando me gritas me siento muy mal, por eso me gustaría que hablaras tranquilamente y con respeto.

Lo importante es no decirle a la persona que siempre hace lo mismo, o que es así como la conducta que no te ha gustado. Por ejemplo, lo que probablemente generaría más rechazo sería lo siguiente:

Eres un gritón, siempre haces lo mismo. ¡Estoy harta!

Además, en este último ejemplo, la persona no ha expresado qué es lo que siente cuando el otro se comporta así, y es una de las claves de la frase.

También podemos mostrar empatía hacia el otro y comentar qué es lo que haremos si no cambia:

Cuando me gritas me siento muy mal. Sé que no te das cuenta y entiendo que estés enfadado, pero me gustaría que me hablaras tranquilamente y con respeto. Si no, la próxima vez que suceda me iré y hasta que no te calmes, no hablaremos.

Al practicar la asertividad, podemos evitar muchos problemas en nuestras relaciones, ya sea con la pareja, amigos, compañeros… Puedes visitar este enlace donde te explicamos cómo solucionar problemas, y además, aquí te dejamos un podcast sobre cómo mejorar los problemas de comunicación en la pareja.

Aprende a decir que NO

Hablaremos de dos técnicas en concreto:

La técnica del sandwich

Consiste en rechazar una petición diciendo algo agradable al principio y al final. El pan sería la frase agradable, mientras que el relleno de tu sandwich es el NO. Veamos un ejemplo:

Persona A: ¿Te vienes de fiesta esta noche?

Persona B: Gracias por haber pensado en mí, pero no me apetece. Me quedaré en casa descansando. Otro día salimos.

El pan es “gracias por haber pensado en mí” y “otro día salimos”.

La técnica del disco rayado

Esta técnica consiste en repetir tu decisión de manera firme y con respeto, las veces que haga falta. Sería algo así:

Persona A: ¿Te vienes de fiesta esta noche?

Persona B: No me apetece. Me quedaré en casa descansando.

Persona A: ¿En serio? Solo será un rato.

Persona B: ya, pero hoy no me apetece. Me quedaré en casa descansando.

Persona A: Pero mañana es domingo, ya podrás descansar, ¿no?

Persona B: Sí, pero hoy no me apetece salir. Prefiero quedarme en casa descansando.

En esta técnica la información que demos dependerá de con quién estemos hablando y la confianza que tengamos, y debemos procurar respetar a la persona en todo momento, sin perder la calma.

No tengas miedo a debatir

Otra actividad para mejorar las habilidades sociales es el debate. Aprovecha estas ocasiones para dar tu opinión siempre respetando a los demás, aunque no compartas sus puntos de vista. El debate es enriquecedor y nos permite descubrir más cosas.

Cómo mejorar tus habilidades sociales

Aquí te dejamos un resumen con algunas actividades para mejorar las habilidades sociales.

  • Haz una lista de lo que te cuesta más: puedes ponerte un día, con tranquilidad, a reflexionar y escribir qué es lo que te gustaría mejorar de tus habilidades sociales. También es de gran utilidad que vayas escribiendo en un diario las dificultades que ves en tu día a día, y reflexiones sobre qué te hubiera gustado responder o cómo te hubiera gustado actuar. De esta forma, vas tomando conciencia de cómo te relacionas con las demás personas y puedes descubrir tus puntos más débiles pero también los más fuertes.
  • Intenta ser flexible: entiende que a alguien no le guste o no piense lo mismo que tú.
  • Mira debates en televisión y reflexiona sobre cómo son las habilidades sociales de cada persona
  • Escucha a los demás
  • Mejora tu asertividad paso a paso
  • Marca límites con los demás
  • No hagas las cosas por compromiso, sino por gusto
  • No soluciones los conflictos en caliente
  • Fomenta tu empatía
  • Ten claros tus derechos asertivos:
    • Tú eres tu propio juez
    • No tienes por qué justificar tu comportamiento
    • Puedes cambiar de opinión
    • Los errores nos hacen humanos
    • No necesitas la aprobación de los demás
    • No debes cumplir con las expectativas de los demás
    • Mereces ser tratada con respeto

Por último, te dejamos un podcast sobre la asertividad y técnicas concretas.

El mundo de las habilidades sociales es todo un mundo por descubrir y aprender. Y lo mejor de todo, es que puedes empezar desde ya a poner en práctica alguna de las técnicas que te proponemos. Y si necesitas un empujón, ¡aquí estamos!

Es psicóloga general sanitaria y actualmente está trabajando en una asociación de TEA. Desde hace años ayuda a niñes y adolescentes con trastornos de aprendizaje y lo compagina con su pasión por la divulgación.

6 comentarios en «Actividades para mejorar tus habilidades sociales»

  1. Cómo están me alegra haber encontrado este link porq tengo un hijo que se ha aislado y no desea ver a nadie se asentuo más en pandemia soy la única que le busca la conversación con quién habla más soy su mamá pero siento que tengo que hacer más mi deseo es interactúe con personas muchas gracias

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  2. Muchas gracias, excelente material para trabajar con pacientes con discapacidad intelectual que están desarrollando habilidades sociales.

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