Puede que que alguna vez hayas pensado “soy la oveja negra del lugar”. Puede incluso que tú misma hayas utilizado este término para referirte a alguna persona “es la oveja negra de la familia”. La connotación, lejos de lo que se puede pensar, no hace referencia a algo negativo de la persona sino que la describe como una persona diferente.
Te contamos qué significa ser la oveja negra en psicología y las características que existen bajo este término.
De dónde viene el término oveja negra
La oveja negra del rebaño es aquella que es diferente dentro de un grupo homogéneo.
El “efecto oveja negra” fue un término que nació a partir de un trabajo del psicólogo Henri Tajfel. En este estudio lo que explicaba es que es más probable que las críticas y el juicio surjan dentro de las personas que pertenecen a un mismo grupo (véase la familia) pero que no cumple con lo que se espera de ella. No es un diagnóstico ni se encuentra dentro del manual de trastornos mentales.
La oveja negra en psicología en estos casos se refiere entonces a aquellas personas que son evaluadas por el resto de una forma más dura y a las que se les somete a un juicio constante por todo aquello que hacen, piensan o sienten y se sale de lo que el grupo entiende como “normal”.
Quien se considera la oveja negra suele ser precisamente por verse más alejada de lo que su familia, su grupo de amigos o sus compañeros de clase o trabajo esperan de ella. Como se adelantaba al principio, aunque durante mucho tiempo se pueda pensar que eso es malo queremos decirte que solo abarca algo diferente.
Consecuencias de ser la oveja negra
Sentirse identificada como la oveja negra implica una serie de consecuencias que pueden llegar a resultar muy difíciles de gestionar.
Rechazo
Sentir rechazo del grupo al que perteneces es doloroso. Se puede sentir mucha incomprensión y muy poca aceptación. Esto puede llevar asociadas reacciones emocionales difíciles para la persona etiquetada
Baja autoestima
“Tienen razón, debe haber algo malo en mí porque soy la única persona diferente” “Si todos lo dicen será por algo”. Una de las distorsiones de pensamiento que puede ir asociada a ser la oveja negra es que el problema está dentro de una misma. Este tipo de pensamientos intrusivos pueden ir minando poco a poco el amor propio.
Culpa
La culpa es la emoción que aparece para avisarnos de que una acción o inacción ha generado malestar a otras personas. En este caso, si alguna persona siente malestar porque no se actúa como se espera, no es tu responsabilidad. Será muy importante poder trabajar en la línea de soltar el sentimiento de culpa para sentir libertad en ser una misma.
Presión
Puede que si eres la persona diferente dentro de un grupo sientas la presión del mismo por encajar de forma constante. Se puede sentir que se es la única persona sobre la que caen todos los juicios o criticas.
Cómo gestionar ser la oveja negra
Aprender a gestionar ser la oveja negra es un punto que ayudará a encontrar tu bienestar en el grupo. Recuerda, no hay nada de malo en ti y mucho menos hay nada de malo por ser diferente a lo que esperan de ti.
Construcción de creencias
Crecemos con una serie de creencias que heredamos de la familia, de la cultura o de la sociedad. Será importante que también tengas en cuenta cuales son tus creencias adquiridas, aquellas que la experiencia te da (las que pueden hacerte la oveja negra por ir contracorriente). Encontrar el equilibrio entre ambas y poder devolver aquello que no consideras tuyo para mantener tus valores porque quizá no quieres pertenecer al rebaño de todas las ovejitas blancas.
Elige que batalla no luchar
Los intentos constantes por hacer que las demás personas entiendan algo puede llevar a mucha frustración. Será importante distanciarnos de responsabilidades que no tocan para no conectar constantemente con esa emoción. No todas las personas están en el momento de poder realizar introspección hacia dentro. Aún así, te ayudará mantener una actitud sin juicios y de tolerancia.
Asertividad
La comunicación es una de las partes fundamentales en el diálogo. Una comunicación asertiva para poder expresar lo que se siente y establecer los límites siempre que sea necesario.
Cuando ser diferente puede ser liberador
Intentar encajar constantemente en un grupo puede llegar a ser muy frustrante y además puede llevar asociado saltarte tus propios valores o límites (y esto no sale a cuenta). Sentirse la oveja negra puede ser liberador porque significa que estás siendo fiel a ti, que se piensa y actúa diferente al resto y se afronta la vida desde una perspectiva distinta.
Autorrespeto
En el cuidado de nuestro amor propio es fundamental desarrollar el autorrespeto. Si te etiquetan como la oveja negra del lugar una de las causas probablemente sea porque te estás respetando mucho a ti y este es un punto importante en cómo mejorar la autoestima. Respetar tus valores, tus gustos, tu forma de pensar, de sentir y de ser y no dejarte llevar por lo que se espera de ti. Este punto no es fácil por lo que reconocértelo también será reconfortante.
Límites
¡Qué importante poder poner límites! Es probable que la oveja negra se haya visto sometida a varios comentarios y juicios. A veces se puede pensar que “es lo que me toca escuchar” o incluso se normaliza porque “siempre me han dicho lo mismo”. Esto no tiene por qué ser así. Trabajar en la capacidad de poner límites frente a todo esto también será muy importante para afianzar más tu amor propio.
Aceptación
Puede que la aceptación por parte del entorno no esté del todo presente cuando se trata de ser la oveja negra por este motivo será esencial la aceptación por la persona más importante de tu vida: tú misma. Mientras esa unión se mantenga poco a poco irás encontrando otro contexto donde encontrarte más cómoda siendo tú.
Regulación emocional
La respuesta emocional está formada por: la emoción, los pensamientos y la conducta. Es importante contar con una buena gestión emocional como herramienta para no rumiar por ejemplo con creencias heredadas de la familia o la sociedad que no están siendo cumplidas.
Introspección
“Mirar hacia dentro y florecer”. Tener la capacidad de mirar dentro de una misma y ver qué es lo que se quiere y cuál es el camino que se quiere tomar de forma consciente con las necesidades y deseos. No tomar el camino que lleva “a lo que esperan de mí”. Esto es un acto tremendamente valiente.
Pensar, sentir y ser diferente a lo que se espera de nosotras está bien. Transformemos ser la oveja negra. Todas las personas somos diferentes entre nosotras (y ahí está la magia).