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Hola bonitas y bienvenidas otro domingo más al podcast de Somos Estupendas. Venimos con un temazo que seguro que os remueve a muchas de vosotras. Para hablar de la cultura de la dieta, qué es y cómo nos afecta, tenemos a Riti, del equipo de psicólogas de Barcelona del centro presencial.
Qué es la cultura de la dieta
La cultura de la dieta es un término muy extendido. Podemos verlo en redes sociales constantemente y está muy relacionado con sufrir un trastorno de la conducta alimentaria, pero ¿sabemos realmente lo que es?
Se trata de todo un sistema de creencias, de actitudes y de hábitos que intentan decirnos cómo deberíamos vernos, cómo debe ser nuestro cuerpo, como deberíamos comer basándonos en unas expectativas sociales e ideales imposibles de conseguir. Es uno de los malestares de género que sufrimos especialmente las mujeres, y se basa justo en que sea inalcanzable, una lucha eterna que genera mucha culpa, frustración, vergüenza…
La cultura de la dieta, en mayor o menor medida, es algo que nos atraviesa a todas las mujeres.
Cómo nos afecta la cultura de la dieta
Se trata de constantemente sentir que tenemos que compensar lo que comemos. La relación con la comida se transforma en un sistema de ganar o perder. Por ejemplo, ir al gimnasio o hacer ejercicio se convierte en el poder ganarse o permitirse ciertos alimentos.
La idea de comer sano o comer bien se relaciona directamente con comer o prohibirse ciertos alimentos. Constantemente estamos analizando toda la variedad de alimentos de forma obsesiva. Siempre vamos a encontrar algo que alguna dieta diga que está mal. Esto genera mucha frustración y culpa y puede hacer que desarrollemos mucha ansiedad por la comida. Nos preguntamos cuál ha sido el error que hemos cometido.
Falta mucha educación y aprender a conocer el propio cuerpo. Los alimentos no sientan igual a todas las personas. Aprende a comer según tu cuerpo, no según el cuerpo que nos vende la sociedad.
Relación entre la cultura de la dieta y un TCA
En la cultura de la dieta pueden desarrollarse diferentes escenarios, en los que puedes o no acercarte al cuerpo que nos dicen que es el correcto, aunque ya sabemos que el cuerpo perfecto no existe. Esta presión y frustración constantes pueden derivar en el desarrollo de conductas des adaptativas: atracones, vómitos, restringir alimentos… en definitiva, en trastornos de la conducta alimentaria, como la anorexia o la bulimia nerviosa.
En caso de que hayamos podido deshacernos de esos estereotipos, en caso de que nos hayamos deconstruido, la lucha no desaparece. La lucha es eterna. Hay una pequeña voz en nosotras que nos hace dudar. Las redes, la cultura, nuestro entorno, puede hacernos dudar sobre nuestro cuerpo.
La dictadura de la dieta nos obliga a “portarnos bien” para ganarnos el poder comer algo que nos apetezca.
Cómo reducir la presión sobre mi cuerpo
Primero de todo, deberemos aprender a tomar conciencia de qué presiones y de qué elementos forman parte de la cultura de la dieta. Seguro que hay muchas creencias que quizá no te has cuestionado y no tienen nada que ver con tus valores o tu opinión real, pero lo llevamos tan preinstalado que nos cuesta diferenciar qué es nuestro y qué es impuesto.
Trabaja la compasión con tu cuerpo. Habrá días que serán más fáciles y podrás abrazar a tu cuerpo con cariño, y otros en los que sentirás rechazo. Es una lucha muy agotadora, y será importante que aprendas a vivir con ese conflicto y con las incoherencias. A lo mejor no sientes que tu cuerpo es fantástico, pero trabaja por sentir que es merecedor de cariño, de amor, de respeto.
Tu cuerpo merece cariño, amor y respeto.
Habrá periodos complicados, como después de vacaciones de Navidad, cuando llegue verano, etc. Y la gran autoexigencia y el síndrome de la impostora pueden ponértelo más difícil. Es un camino largo poder deconstruir todo esto, si puedes pedir ayuda no lo dudes.
Busca ayuda con profesionales tanto de la psicología como de nutrición. No para aprender a llevar una dieta, sino para aprender a comer en base a tu propio cuerpo y tus necesidades.
Como siempre, gracias por acompañarnos una semana más, nos escuchamos el próximo domingo. Gracias también por vuestras puntuaciones y comentarios en Spotify y en Itunes, eso nos ayuda a crecer.