La bulimia nerviosa es uno de los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) más conocidos socialmente. El término proviene etimológicamente del griego -“bous” (buey) y “limos” (hambre)- y significa “hambre de buey” . Sin embargo, este nombre quizá no es el más adecuado puesto que el apetito no es el origen del problema, sino una manifestación del mismo a través del atracón. El verdadero origen de la bulimia es la desregulación emocional.
Así pues, estamos ante un trastorno complejo que requiere una adecuada comprensión para poder ser abordado a nivel terapéutico. No hay dos bulimias iguales pero sí hay diferentes tipos de bulimia. Veamos más en detalle cuáles son.
Un apunte previo: La teoría del continuo
Antes de adentrarnos a definir los diferentes subtipos de bulimia, hagamos un pequeño apunte sobre la denominada teoría del continuo. Según esta teoría no hay dos etiquetas separadas “conducta alimentaria sana” y “trastorno de la conducta alimentaria –TCA-“, sino que ambas son los polos extremos de un continuo en la que existen muchas posibilidades intermedias.
Entre un extremo y otro de este continuo, se colocan lo que denominamos “conductas alimentarias de riesgo” (CAR), que a pesar de que no pueden considerarse trastornos alimentarios tipificados, sí constituyen un peligro a futuro o pueden dar lugar a conductas alimentarias que condicionen nuestro bienestar a nivel biopsicosocial.
Estos patrones alimentarios más o menos desorganizados están altamente influidos socialmente por la cultura de la dieta que nos tiraniza a seguir un ideal estético imposible de alcanzar. Aprendemos culturalmente que la delgadez es sinónimo de belleza, en cuanto la belleza es sinónimo de éxito, y todos los cuerpos que salgan del estereotipo oficial quedan automáticamente censurados de manera más o menos evidente por diversos tipos de violencia estética.
Así pues, según la teoría del continuo, también sería necesario trabajar psicoterapéuticamente las CAR prácticamente como si fueran un tipo más de bulimia subclínica. Recordemos asimismo que la prevención es la base del bienestar.
Tipos de bulimia que existen
La bulimia nerviosa es un trastorno que se caracteriza por dos conductas bien definidas: el atracón y la posterior conducta compensatoria para tratar de evitar el aumento de peso. Esta conducta de tratar de eliminar lo ingerido es la que diferencia la bulimia nerviosa del trastorno por atracón (donde no hay compensación de ningún tipo).
Hasta llegar a estas dos conductas pico de atracón y compensación, la persona con bulimia nerviosa pasa por un fase de hipervigilancia cada vez más acusada, donde hay una preocupación ascendente y pensamientos negativos recurrentes que aumentan la tensión emocional hasta precipitar el episodio bulímico de atracón y la posterior conducta compensatoria. Y así una y otra vez, se entra en un bucle de malestar del que es difícil salir sin ayuda especializada.
Hasta aquí la definición básica, pero la bulimia no es un trastorno homogéneo.
Veamos los diferentes tipos en los que puede manifestarse.
Bulimia purgativa
Este es el tipo de bulimia más recurrente. Tras el atracón aparece una necesidad imperiosa de volver al estado previo al atracón, lo que conduce a conductas de purga, principalmente a través del vómito autoinducido. También se consideran conductas de purga el consumo de diuréticos, laxantes y enemas.
Las consecuencias de estas conductas son particularmente dañinas. Entre los efectos más relevantes encontramos:
- Desequilibrio de los electrolitos (bajos niveles de potasio, sodio o cloruro) que pueden provocar arritmias, insuficiencia renal, o en casos extremos incluso la muerte.
- Deshidratación.
- Úlceras, reflujo ácido o la rotura del estómago y/o el esófago.
- Problemas respiratorios por daño en el esófago.
- Problemas cardíacos.
- Alteraciones en el ciclo menstrual.
- Estreñimiento crónico.
- Dolor abdominal.
- Debilidad musculoesquelética.
- Erosiones dentales o yagas de repetición en la boca.
- Disfunciones en el páncreas.
- Pérdida del cabello y problemas en la piel o las uñas.
Cabe señalar aquí que cada vez más frecuentemente aparece en consulta un subtipo de bulimia purgativa al que denominamos bulimia purgativa de ingesta baja.
A pesar que cumple todos los criterios diagnósticos que la bulimia purgativa común, en este caso las cantidades de comida a las que se recurre en el atracón son muy moderadas. Sin embargo, tienen la misma funcionalidad que los grades atracones a nivel emocional y los ciclos de mantenimiento del problema son también los mismos.
Bulimia no purgativa
En este subtipo de bulimia no existen conductas purgativas (vómitos, laxantes, diuréticos o enemas) sino conductas compensatorias para regular el peso, principalmente ejercicio físico extremo o ayuno prolongado.
Algunas de las consecuencias nocivas serían:
- Sobrecarga muscular
- Lesiones y problemas musculoesqueléticos
- Deshidratación
- Arritmias y otros problemas cardiovasculares
- Hipotensión
- Problemas renales
- Problemas hepáticos
Tipos de bulimia asociados al peso corporal
A pesar de que esta especificación no consta en los manuales de psicodiagnóstico oficiales, en el ámbito clínico existe también un diferenciación de tipos de bulimia en función del peso corporal:
Bulimia asociada a obesidad
La persona presenta obesidad (en mayor o menor menor medida) de manera estable. Esto supone que a nivel identitario, la persona se autodefina como obesa, lo que provoca a medio o largo plazo problemas de autoestima.
Bulimia asociada al peso variable
El peso corporal en las personas de este perfil bulímico no es estable. Sube y baja de manera significativa en diferentes épocas, alternando diferentes grados de obesidad y normopeso.
Esto genera que, como norma general, la persona se identifique a nivel identitario con el peso más bajo y sobreentienda que en los períodos en los que aumenta de peso, aunque se sienta mal, no es ella misma, por lo que en cuanto vuelva a adelgazar, volverá a ser quien era. Este planteamiento puede producir que se invisibilice el problema y que se evite recurrir a ayuda profesional.
La importancia de la ayuda
Si bien la conciencia de problema puede variar de una persona a otra, se hace particularmente necesario visibilizar los trastornos de la conducta alimentaria para que la activación en la búsqueda de ayuda sea lo más ágil posible.
La ayuda psicológica es fundamental no sólo para evitar las consecuencias físicas, psicológicas y sociales de la patología, sino también para evitar que el problema se cronifique. La terapia online es un formato elegido cada vez por más personas, debido a su alta eficacia y eficiencia.
Muy buenos
Muchas gracias por tu mensaje, Vilma 🌷
¡Un abrazo!
Me siento identificada con este tipo de bulimia nerviosa asociada al pedo variable
Hola, Giselle 🌷
Muchas gracias por la confianza en escribirnos. Entendemos la dificultad que supone la consciencia acerca del malestar que podemos estar sintiendo. La relación con la comida está muy vinculada a nuestro estado psicológico, por ello te animamos a buscar un espacio de terapia que te pueda acompañar en el proceso. Nuestro equipo está compuesto de profesionales especializadas en trastornos alimenticios, estaremos encantadas de ayudarte. Te dejamos toda la información.
Te mandamos un gran abrazo 💞
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