Tener un patrón de sueño reparador es uno de los factores más relevantes para un buen rendimiento en nuestro día a día, pues mientras dormimos se llevan a cabo diferentes procesos que restauran a nuestro organismo. Además, también es importante poder mantener un estado de activación óptimo durante el día para poder realizar las actividades que se requieren. Por ello, hoy vamos a centrarnos en detallar los diferentes trastornos del sueño, los tipos y causas.
¿Qué son los trastornos del sueño?
Definimos los trastornos del sueño como el conjunto de alteraciones relacionadas con los patrones de sueño. Estas alteraciones no repercuten únicamente al patrón de sueño nocturno, sino que también pueden tener repercusiones en el día a día de la persona que las sufre, como por ejemplo un bajo rendimiento, agotamiento físico y psicológico, o alteraciones en las relaciones sociales y familiares, entre otras. Es decir, entendemos los trastornos del sueño como aquellas alteraciones relacionadas con el dormir, incluyendo la calidad y cantidad del sueño, experiencias diurnas relacionadas con el sueño (como la incapacidad de permanecer despierto), u otras experiencias durante el sueño.
Tipos de trastornos del sueño
La Clasificación Internacional de los trastornos del sueño ha distinguido tres categorías para clasificar los trastornos del sueño. De ese modo, según las características que presente la alteración en el sueño, clasificaremos el trastorno del sueño del siguiente modo:
Disomnias
Las disomnias serían aquellos trastornos del sueño en los cuales la alteración se encuentra en la cantidad, cualidad y horario del sueño. Algunos ejemplos de ello serian:
- Insomnio: Es el trastorno del sueño más extendido. Para poder objetivar cuando tenemos insomnio, se han establecido una serie de criterios, ya que es común confundir el insomnio por quejas subjetivas. Se define el insomnio a partir de los siguientes criterios:
- Latencia del sueño (tiempo en que tardamos en dormirnos) superior a 30 minutos.
- Tiempo total de despertares nocturnos superior a 30 minutos.
- Tiempo total de sueño por noche inferior a seis horas y media.
- Somnolencia diurna y repercusión en el rendimiento.
- 3 o más veces por semana
- Como el insomnio es uno de los trastornos del sueño más conocido, tenemos un artículo especializado en contarte qué es el insomnio y sus causas.
- Hipersomnia y narcolepsia
- Trastorno del ritmo circadiano.
- Apnea del sueño
Parasomnias
Las parasomnias serían aquellas experiencias del sueño en las cuales la alteración se caracteriza por la vivencia de experiencias inusuales. Ejemplos de ello serían las pesadillas, terrores nocturnos, sonambulismo, bruxismo, etc.
Otros
En la categoría otros incluiríamos aquellas alteraciones relacionadas con enfermedades médicas o psiquiátricas o por el consumo de sustancias. Ejemplo de ello serían las pesadillas en el contexto de estar pasando por un Trastorno por estrés postraumático.
Trastornos del sueño: Causas
Los trastornos del sueño pueden estar originados por diferentes causas, es decir son multifactoriales, del mismo modo que también se mantienen por distintos factores que también deberemos de tener en cuenta, principalmente los malos hábitos de sueño. Entre algunas de las causas de los trastornos del sueño podríamos encontrar:
- Factores psicológicos: El estrés laboral, estrés emocional, la ansiedad, depresión… son distintos componentes de tipo psicológico que tienen gran influencia en los trastornos del sueño.
- Edad: Por ejemplo, las personas mayores son más propensas a sufrir más problemas relacionados con el sueño, como problemas para conciliar el sueño.
- Biológicas: Algunas enfermedades, como por ejemplo el hipertiroidismo, pueden causar alteraciones en el patrón de sueño.
- Malos hábitos alimenticios
- Consumo de estimulantes
- Consumo de tóxicos
Trastornos del sueño: Tratamiento
En función del tipo de trastorno del sueño el tratamiento va a tener unas u otras características, pues no va a ser la misma intervención para el insomnio o para las pesadillas recurrentes causadas por un TEPT. De ese modo, si sientes que necesitas ayuda por estar sufriendo un trastorno del sueño, pide ayuda a un profesional.
A rasgos generales, veamos algunas pautas o hábitos que podemos poner en práctica para facilitar la recuperación de un sueño reparador:
Higiene del sueño
Entendemos por higiene del sueño un conjunto de pautas que podemos poner en práctica y que van a promover un estado más óptimo para recuperar el sueño. Te las dejo a continuación.
- Acostarse únicamente cuándo se tenga sueño.
- Evitar ruidos y luz excesiva.
- Usar la cama únicamente para actividades relacionadas con el sueño, exceptuando para mantener relaciones sexuales. Es decir, evitar ver la TV en la cama, estar con el móvil, etc.
- Evitar las bebidas estimulantes como el café o el alcohol, entre otras.
- Mantener una temperatura óptima
- Dejar un margen de tiempo suficiente entre la cena y la hora de acostarse
- Realizar actividades de baja estimulación antes de la hora de acostarse, como leer un libro, escuchar música suave…
Relajación
Utilizar ejercicios de relajación antes de acostare va a permitir que tu cuerpo disminuya la actividad y por consiguiente le sea más fácil dormirse. Aquí te dejo algunas técnicas de relajación.
Rutina relajante
Podemos incluir dentro de nuestros hábitos de sueño una rutina relajante antes de acostarse, ya sea con un baño relajante, una bebida caliente como por ejemplo una infusión, escuchar música relajante, leer un libro…
Terapia psicológica
Para aquellos trastornos del sueño que tiene su origen en una alteración o malestar de tipo psicológico será de vital importancia acudir a un profesional de la psicología para gestionar aquellas situaciones pendientes de resolver que están impidiendo tener un sueño reparador.
Además, como hemos comentado al inicio, no en todos los trastornos del sueño la dificultad se encuentra en conciliar el sueño, mantenerse dormido o en experiencias inusuales, sino que encontramos otras alteraciones como el hipersomnio en las cuales la dificultad se encuentra en poder mantenerse despierto. Es por ello que las pautas o hábitos que ahora hemos mencionado no se pueden generalizar y es necesario acudir a un especialista que pueda proporcionar las pautas personalizadas a tu vivencia.
Terapia farmacológica
En ciertas ocasiones va a ser necesario incluir tratamiento de tipo farmacológico para los trastornos del sueño, pues como hemos comentado en ocasiones los trastornos del sueño pueden tener su causa en factores biológicos. De todos modos, también puede resultar beneficioso en otros casos como por ejemplo en el insomnio. En el caso de la intervención farmacológica, quién tiene los conocimientos para decidir si se requiere o no va a ser el médico o psiquiatra, por ello si sientes que lo requieres evita la automedicación y consulta a un especialista.
Los trastornos del sueño incluyen gran variedad de dificultades y alteraciones en el patrón de sueño. Es importante poder identificar que nuestro patrón de sueño no es el más adaptativo e intervenir en él para retomar todos los beneficios que tiene el sueño de calidad.