Hola bonitas y bienvenidas un domingo más al podcast de Somos Estupendas. La semana pasada estuvimos hablando de bullying y esta semana hablaremos de algo que tiene mucha relación, aunque no está tan visibilizado. Hablaremos del acoso laboral o mobbing: qué es, consecuencias y ejemplos con Gisela, psicóloga de nuestro centro de psicología en Barcelona.
¿Qué es el mobbing o acoso laboral?
El mobbing es un concepto inglés que se utiliza para referirse al acoso o maltrato moral en el trabajo. El término se ha utilizado mucho, pero cada vez se utiliza más el término en español: acoso laboral. El acoso laboral implica que personas que trabajan contigo, a través de sus actitudes y acciones, te hacen saber que no te quieren allí. Te tratan de una forma concreta para que no te sientas a gusto.
El mobbing o acoso laboral puede venir por parte de iguales, es decir, de otros compañeros y compañeras, o puede venir desde cargos de arriba o del equipo al cual diriges. En general, este maltrato es psicológico y emocional. En pocas ocasiones se realiza violencia física en el ámbito laboral porque es más evidente y denunciable. Aunque el acoso psicológico es tan grave como el físico es más difícil de demostrar, como pasa también con los diferentes tipos de violencia de género.
Por qué ocurre el mobbing
Hay personas que se sienten por encima de otras. La necesidad de machacar a alguien para sentirse bien es sin duda síntoma de las carencias de la persona que ejerce violencia. Es injusto que el resto de personas cargue con las consecuencias de que no te estés mirando a ti, de que no sepas gestionar lo que te sucede.
A veces el acoso laboral o mobbing y sus consecuencias se relaciona, por ejemplo, a la ley del espejo. Lo que no nos gusta de otras personas tiene que ver con nosotros y nosotras mismas. No nos quedemos solo en la parte infantil o más inmadura de tratar mal a alguien, trata de conocerlo. Trabajemos en mirarnos dentro para comprender mejor por qué nos sentimos y actuamos de ciertas maneras.
Lo que no me gusta de los demás tiene que ver conmigo.
Entre las explicaciones del mobbing existe también una cuestión de género que debemos considerar. Aunque le sucede tanto a hombres como a mujeres, las mujeres se ven en frecuentemente en situaciones vinculadas a la discriminación por género. Además, el colectivo LGBTQIA+, personas racializadas o cualquier colectivo minoritario que salga de lo entendido como la norma tiene más probabilidad de sufrir mobbing o violencia en cualquier ámbito de su vida.
Consecuencias del acoso laboral o mobbing
Durante un tiempo la persona víctima de acoso laboral puede pensar que es ella la culpable o responsable de lo que le sucede, o que está haciendo las cosas mal y se lo merece. Aunque las consecuencias pueden ser diversas y específicas, las más comunes son las siguientes:
Autoestima
En esta sociedad valoramos el hacer, los resultados, el sacar buenas notas, etc. Desde nuestra infancia nuestro valor como personas va muy ligado al éxito académico. El mobbing ataca precisamente a esa área. Nos hace sentir cada vez peor, menos eficientes. Sentimos que fracasamos y podemos desarrollar una baja autoestima.
Estrés, ansiedad
Además, trabajar no es un lugar al que vayamos por libre elección o por mero gusto, es un lugar al que necesitamos ir para sustentarnos y pasamos muchas horas del día allí. Por lo tanto, será difícil que podamos evitar ir al lugar donde estamos sufriendo, y una exposición prolongada a un entorno hostil aumentará nuestros niveles de estrés y nos hará vivir con ansiedad.
Ineficacia y culpabilización
El mobbing tiene muchas implicaciones en la vida de la persona, además de la salud mental afectada, puede conllevar bajas, renuncias o cambios de trabajo. Puede generar un bloqueo a la hora de realizar las tareas con eficacia, y, todo esto, facilita la aparición de sentimientos de culpa por el hecho de no poder trabajar o no hacerlo como se desearía.
Insomnio y somatizaciones
Todo lo que os afecta a nivel psicológico y emocional tiene un impacto en nuestro cuerpo. En los casos de acoso laboral es frecuente que tendamos a somatizar y experimentemos dificultades a la hora de conciliar el sueño, o que tengamos problemas para mantenernos durmiendo toda la noche seguida o nos despertemos con ansiedad demasiado temprano y no descansemos bien.
Vales lo mismo independientemente de si trabajas o de tu sueldo.
Ejemplos de acoso laboral
Cada caso es único, pero podemos encontrar algunos patrones que quizá te ayuden a detectar el acoso laboral o mobbing y evitar las consecuencias. Ejemplos:
Te retiran tareas
De un día para otro, esa tarea que era tuya ya no la vas a hacer tú, la va a hacer tu compañera. De pronto te encuentras que no tienes trabajo que hacer o no sabes qué hacer. También pueden cambiarte y darte tareas de un nivel inferior a tu cargo profesional.
Te cambian de sitio
Te cambian de sitio porque “este lo necesitamos para otra persona”. Y te ponen, por ejemplo, en un rincón desagradable, sin luz, al lado del baño donde te molestan constantemente al pasar. Los cambios negativos también pueden tener que ver con cambios de horario.
Te aíslan
Por ejemplo, todos los compañeros se van a desayunar y no te avisan de que vayas con ellos, te hacen boicot y no te tienen en cuenta para los planes que realizan en grupo, aumentando tu sentimiento de soledad.
Te dejan en evidencia
Tu equipo genera situaciones en las que tú quedas mal. No te explican cosas que deberías hacer o entregar, o te lo dicen de forma equívoca, contradictoria o poco clara con la intención de que cometas errores y quedes en evidencia.
Volver al trabajo después de sufrir acoso laboral
Por desgracia las denuncias de mobbing son poco probables, porque necesitamos comer y pagar las facturas, así que con frecuencia la persona aguanta en el puesto de trabajo con un gran sufrimiento y miedo al rechazo.
Marcharse no es fácil, pero volver a trabajar después de que se haya visto mermada tu confianza y autoestima tampoco. Por ello tendrás que cuidarte mucho cuando empieces un nuevo empleo, creando nuevos vínculos y reafirmando que no eras tú la persona responsable de que no funcionará bien tu empleo anterior.
Para ello, un acompañamiento psicológico y de tu entorno puede ser clave. Desde aquí te enviamos nuestros mejores deseos y estamos a tu disposición si lo necesitas.
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