Coaching: Qué es

Antes de dar el paso de ir a terapia son muchas las personas acuden al coaching para empezar a conocerse y adentrarse en las profundidades del ser, pero… ¿qué es el coaching? ¿qué diferencias existen entre terapia y coaching?… eso y más, a continuación.

Qué es el coaching

El coaching hoy en día está bastante más extendido que hace años y muchos son los que hablan de ello pero realmente pocos los que conocen qué es y en qué se basa, cuál es su metodología o siquiera para qué sirve.

En sí, te empezaré contando una curiosidad… etimológicamente, la palabra coach de coaching deriva de coche, pudiendo entonces entender que coach sería el conductor de dicho coche y que el coaching sería una herramienta que facilita los viajes y procesos de cada persona.

Lo cierto es que muchas veces, en esos viajes, se necesita mucho más que un conductor y que hay que estar preparados para diversas situaciones que pueden ocurrir de una manera imprevista, y que por lo tanto, sencillamente no valdría sólo con saber conducir en una dirección sino que sería necesario estar preparados para cualquier tempestad y circunstancia que ocurra en ese trayecto.

Y es ahí donde justamente encontramos una de las grandes diferencias y limitaciones entre el coaching y la psicología, en las que más adelante entraremos en detalle.

Primero, consideramos necesario que conozcas algunos de los principios en los que se basa el coaching:

• Ser un espejo para la persona que acude para que dicha facilitar el autoconocimiento
• Generar espacios en los que el autodescubrimiento se pueda llevar a cabo de manera sencilla
• Demostrar motivación y fluidez durante el proceso para que la persona se abra sin miedo a juicios y se mantenga activo en su trabajo
• Dotar de libertad personal para que el cliente pueda responsabilizarse con su toma de decisiones y por ende de acciones
• Generar una conversación distendida para sentirse cómodos y relajados
• Identificar lo importante de los objetivos para dirigir al cliente y orientar a logros sin que se difumine por el camino
• Acompañar a la persona en sus elecciones respetando su modo de ser

Una vez has conocido algunos de los principios en los que se sustenta el coaching, has de saber que también existen diferentes tipologías en función de los que se quieran trabajar y conseguir.

Los diferentes tipos de coaching

Al igual que existen diferentes corrientes dentro de la psicología, también parecen existir tipos de coaching en función de las diferentes áreas de trabajo y de para lo que se necesite conseguir.

Diferentes tipos de coaching:

Coaching deportivo

Aborda temas de competencia y desarrollo deportivo, está centrado en el rendimiento y en la motivación que las personas que se dedican al ámbito deportivo necesitan. También se pueden trabajar habilidades para el liderazgo y facilita la recuperación después de lesiones o interrupciones a nivel competitivo.

Coaching organizativo/empresarial

Está orientado y destinado tanto a trabajadores como a directivos de empresas. A nivel ejecutivo y empresarial, siendo útil para favorecer las relaciones interpersonales y la comunicación, generar un buen clima laboral, orientar a cambios y logros, así como para obtener mayor eficacia en la productividad.

Coaching personal

Es el coaching destinado a adquirir habilidades sociales necesarias para la cotidianeidad, ayudando a que la persona consiga tener un mayor bienestar en las diferentes áreas de su vida.

Coaching PNL

Este tipo de coaching se centra en una metodología diferente; Programación Neurolingüística. Dicho tipo analiza cómo la persona interpreta y afronta su realidad, para así, intentar modificar las conductas que tiene con respecto a ello.

Como te habrás dado cuenta, cada tipología irá destinada a unas necesidades concretas, siendo la rama empresarial una de las más beneficiadas hoy en día.

Diferencias entre coaching y la psicología

En pleno siglo y tras la lucha incansable por poner en auge la importancia de la salud mental, son muchas las personas que están concienciadas con ello, y aunque muchas más son las que quedan por hacerlo, es cierto que se avanza progresivamente.

En dicho avance, hemos podido encontrar ciertas piedras por el camino, entre las cuales resaltaríamos el gran desconocimiento que hay entre el coaching y la psicología ¿son amigos o son enemigos?. Pues depende de cómo se mire.

Se habla de coaching y de la psicología de una manera similar, sin contemplar que son profesiones totalmente diferentes y que existe una fina línea que nunca -repito, nunca- se debe cruzar.

Si esa línea se cruza, estaríamos cayendo en el intrusismo a nivel laboral y en una farsa a nivel personal.

La psicología es una ciencia que estudia el comportamiento humano, sus emociones y pensamientos, basándose en un estudio exhaustivo de la persona y de la idiosincrasia del caso. En el caso del coaching, no existe ciencia alguna ni puede compararse en ningún criterio con la psicología.

Dicho esto, hay tres áreas en las que se fundamentan todas las diferencias que existen entre el coaching y la psicología: la teoría, el campo de acción y según la formación.

1. Teoría: La psicología tiene su propia teoría, la cual se fundamenta en un estudio e investigación científica en base al estudio del comportamiento y la mente humana. Sin embargo, el coaching obtiene una teoría prestada de la psicología, se nutre de los conocimientos que aporta esta ciencia mediante sus investigaciones y las utiliza a su favor (sin ser profesionales que hayan estudiado dichas temáticas).
2. Campo de acción: La psicología tiene un campo de acción muy amplio abarcando desde la propia personalidad, las emociones, la autoestima hasta enfermedad mental grave. Sin embargo, el coaching tiene un campo de acción muy reducido, abarcando la consecución de objetivos (muy reduccionistas y sin entrar en las profundidades de los mismos).
3. La formación: La psicología se basa en una formación reglada (una formación universitaria y especializaciones en función de las áreas de intervención) y la cual, es estrictamente necesaria para el ejercicio de la actividad. Sin embargo, el coaching no tiene una formación reglada y meramente sirve con que la persona obtenga una titulación con pocas horas de formación (de 60 a 200 horas aproximadamente).

En resumidas cuentas, el coach no puede hacer lo que un psicólogo, pero un psicólogo sí puede hacer lo que un coach.

Los peligros del coaching: La mala praxis

La mala praxis y el intrusismo pueden ocurrir en cualquier profesión pero en cuanto al coaching somos muchos los psicólogos que, hemos visto los efectos adversos que se producen en los pacientes tras una mala praxis.

Para no caer en los peligros del coaching necesitas saber que el coaching no es terapia y que jamás lo será.

Si tienes problemas o dificultades que nacen desde lo más profundo de tu intimidad, de tu vida y de tus raíces. Sientes que tienes unas heridas que se ocasionaron en tu infancia, un tipo de apego que condiciona tus vinculaciones.

Tal vez, tienes ansiedad cuyo origen son unas creencias irracionales, o tienes un nivel de exigencia desmesurado. O en el caso de que, por desgracia, hayas sido víctima de cualquier tipo de maltrato, etcétera… El coaching no es para ti.

No es para ti porque puede aumentar tu sintomatología generándose en ti unos daños secundarios adquiridos tras una mala intervención.

Para evitar caer en una mala praxis (por parte del profesional) se necesita:

• Tener una buena ética y deontología profesional
• Actuar con sinceridad y honestidad primando siempre al paciente/cliente
• Conocer cuáles son las propias limitaciones a nivel profesional
• Saber las necesidades de la persona que acude a ti y valorar la magnitud
• Ajustar las expectativas en función de lo que se puede demandar y ofrecer

La información es poder y una vez conoces las diferencias existentes puedes escoger en función de tus necesidades.

Para ello deberás tener en cuenta que siempre que contratas los servicios de alguien (sean cuales sean), tienes derecho a exigir unos mínimos de profesionalidad.