Qué es la tristeza y cómo gestionarla

¡Hola bonitas y bienvenidas un domingo más al Podcast de Somos Estupendas! Hoy nos acompaña Juana, psicóloga del equipo de terapia online. Es su primera vez y nos trae un tema que a veces no acabamos de entender: qué es la tristeza. Una emoción igual de válida que todas, pero que nos hace la vida algo complicada en ocasiones.

¿Qué es la tristeza?

Es necesario hablar sobre la tristeza. Es una de las emociones básicas. La experimentamos desde la infancia. Es válida como cualquier otra, lo que es muchas veces es silenciada y tapada porque la vivimos de forma incómoda. Además, no solo tenemos miedo a expresarla, cuando son otras personas las que sienten tristeza, también tememos sostenerla.

Función de la tristeza

Como todas, la tristeza y aprender a gestionarla tiene un sentido: es la expresión del dolor. Puede ser por una pérdida, por un fracaso, por sentir soledad, sentirse perdido, dolor físico… La tristeza es la forma de poder canalizar y sentir ese dolor.

La función de la tristeza es muy adaptativa: si la expresamos conseguimos el apoyo y consuelo del otro. Somos seres sociales y necesitamos a nuestro entorno cerca. Cuando dejamos ver nuestro malestar las personas están programadas para empatizar y mostrar consuelo. Si te preguntas cómo ayudar a alguien que lo está pasando mal escucha nuestro podcast de hace unas semanas. Porque, aunque tengamos las mejores intenciones, no siempre ayudamos de la mejor manera.

Cómo aparece la tristeza

Nadie nos enseña a gestionar las emociones, ni de forma teórica ni con el ejemplo. Podemos pensar que un niño no tiene motivos para estar triste, pero sí que los tiene y son muy válidos (que se le rompa un juguete, otro niño le hace daño o se separe de la madre, por ejemplo).

Sin embargo, le llenamos de mensajes como “no llores”, “ya pasó”, “venga eso no es nada”, “no tienes motivos para estar triste”, e intentamos distraerle para que la tristeza pase rápido. Con esto les enseñamos algo nocivo para su gestión emocional:

  • Que sus motivos para estar triste no son válidos.
  • Que la tristeza es algo de lo que hay que huir cuanto antes, hay que evitarla.

Pero si la tristeza no se transita correctamente, aparecen la vergüenza, la culpa, la rabia… Al no saber manejar la tristeza, no poder gestionarla, utilizamos otra emoción que sea más fácil afrontarlo esté más aceptada dependiendo de la persona y sus creencias. Pensamos que la tristeza es debilidad y nos expone, pero es natural que aparezca.

El motivo de tu dolor siempre es suficiente, siempre es válido.

Cómo gestionar la tristeza

A veces no podemos sostener la tristeza de la otra persona y nos hacemos responsables de su malestar. Tratamos de parar algo que no podemos sostener. Esto pasa porque nos resuena con nuestro propio malestar, que posiblemente tampoco sepamos sostener.

Cuando trabajas en terapia y aprendes a sostenerte y a gestionar tu propio malestar aprendes también a sostener el de los demás. Esto no significa que tengas que solucionar los problemas ajenos, sino simplemente estar, acompañar, hasta que la emoción se diluya.

El problema está cuando quieres controlar las emociones. Las emociones pasan. Lo que podemos gestionar es qué hacemos con ellas una vez aparecen. El primer gran error es querer controlar algo, porque cuanto más quieres controlarlo más se amplifica la emoción. Entonces, ¿qué hago si estoy triste? Anota los siguientes pasos clave:

Identifica la tristeza

Lo primero que hay que hacer es identificarla: debido a aprendizajes durante la infancia, puede que nos encontremos mal y sintamos que pasa algo, pero no le sepamos poner nombre. A veces hay motivos claros, como la muerte de un ser querido, pero otras situaciones no son tan claras. Así que lo básico es aprender a identificar la emoción.

Cuida tu emoción

El segundo paso para gestionarla es cuidar la tristeza: acúnala, mímala, en lugar de enfrentarte a ella y odiarla. Mírala, atiéndela. Cuando estás en modo de autocompasión la tristeza el poder del abrazo y del consuelo es infinito. Hay muchas personas que se sienten incómodas al experimentar vulnerabilidad y afecto. Si somos capaces de permitirnos el cariño y el consuelo daremos paso a la tristeza. En ese primer momento la tristeza se expande y es mucho más intensa, pero luego te sentirás mucho mejor.

Mírate con compasión

No se trata de ser víctimas. Mírate con amor. Busca una actitud de autocuidado. Permítete expresar tu malestar para encontrar apoyo. Puede que no tengas, o sientas que no tienes a nadie. En terapia, la alianza terapéutica te hará sentir que hay alguien que te entiende, comparte tu dolor, aunque no sea suyo. Hay veces que hay que pedir ayuda, o en tu entorno o de profesional.

Para que la tristeza se pueda marchar debe salir por la puerta de la conciencia, seguir el canal de las lágrimas y diluirse en la sensación de dolor compartido.

Anabel González

Como siempre, gracias por acompañarnos una semana más, nos escuchamos el próximo domingo. Gracias también por vuestras puntuaciones y comentarios en SpotifyIvoox y en Itunes eso nos ayuda a crecer.

¡Un abrazote!

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El contenido ha sido redactado con fines divulgativos, en ningún caso puede sustituir la valoración de un profesional. El artículo ha sido revisado por el equipo de redacción clínica.

Humana en constante aprendizaje y evolución, además de cofundadora y CEO de Somos Estupendas y futura psicóloga.

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