Síndrome de Tourette: Causas y tratamiento

Los síntomas del síndrome de Tourette son los tics. Un tic es un movimiento o una vocalización súbitos, rápidos, recurrentes y no rítmicos. Es importante recordar que los tics no se manifiestan a propósito, sino que son involuntarios, aunque a veces se pueda intentar suprimirlos por un período de tiempo.

Los tics carecen de objetivo, pero pueden resultar liberadores: si se aguantan generan malestar, puesto que normalmente se sienten “ganas” de realizar el tic, o lo que se denomina sensación premonitoria del tic.

Qué es el síndrome de Tourette

El síndrome de Tourette es una afección que afecta al sistema nervioso y que se caracteriza por tics motores múltiples y al menos un tic vocal. La frecuencia de éstos puede variar, pero persisten durante más de un año desde la aparición del primer tic.

Los síntomas aparecen durante la niñez, en general a la edad de 5 a 9 años. Los niños son más propensos a desarrollar el síndrome que las niñas. Los tics asociados al trastorno suelen volverse más leves o desaparecer a medida que los niños llegan a la edad adulta.

Algunos ejemplos de los tics que pueden presentarse son muecas, sacudidas de la cabeza, encogimiento de hombros, movimientos de extremidades, así como sonidos con la garganta, nariz y boca.

Aunque para diagnosticar el síndrome de Tourette se deben presentar tics motores y al menos uno vocal, existen otros trastornos de tics los cuales presentan síntomas muy similares al síndrome de Tourette, y que también pueden ser susceptibles a recibir tratamiento.

Síndrome de Tourette: Causas y tratamiento

Tipos de tics

Tics motrices simples

Involucran un solo grupo de músculos, por ejemplo pestañear o hacer una mueca.

Tics motrices complejos

Suelen involucrar más grupos musculares y pueden parecer una serie de movimientos. En este grupo se englobarían, por ejemplo, tocar-se una parte del cuerpo o a otra persona.

Tics vocales simples

Como aclararse la garganta o aspirar por la nariz.

Tics vocales complejos

Pueden incluir gritos, ecolalia (repetir palabras de otros) o coprolalia (decir palabras obscenas o insultos de forma involuntaria). La coprolalia puede aparecer en el trastorno pero es muy infrecuente.

Los tics pueden cambiar y suelen aumentar en frecuencia o gravedad en momentos de estrés.

Causas del síndrome de Tourette

El Síndrome de Tourette es un trastorno genético, pero se desconoce la causa exacta del síndrome. Para establecer el diagnóstico se debe acudir a un neurólogo. En ocasiones se deberán realizar otras pruebas para descartar que los síntomas no sean debidos a otra afección médica.

A veces, las personas con este síndrome también pueden presentar trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) o trastornos del aprendizaje.

Tratamiento para el síndrome de Tourette

Aunque no existe una cura para el síndrome de Tourette, si los tics interfieren en la vida de la persona se pueden tratar con medicamentos y con técnicas conductuales.

El tratamiento es un traje a medida de cada caso, teniendo en cuenta la edad y las características de la persona. Algunas de las cosas que se pueden realizar en terapia se explican a continuación.

Psicoeducar

Por pequeña que sea la criatura en el momento del diagnóstico, se le debe explicar lo que le pasa adaptando el lenguaje. Se podría explicar, por ejemplo:

Tienes tics, esto son movimientos que no controlas y a veces aparecen. Muchos niños y niñas tienen tics como tú. ¿Hay algo que te moleste de tener tics? ¿Qué otras cosas te preocupan?

Involucrar a la persona en el tratamiento, escuchar sus preferencias y sus necesidades es de vital importancia. En el caso de los niños, involucrar a los padres y darles pautas (como por ejemplo, no reñir cuando aparezcan los tics) es también de gran ayuda.

Además de la psicoeducación a la persona afecta del trastorno de Tourette, también se debería fomentar la explicación de éste a otros niños, dando charlas en las escuelas, o a través de medios audiovisuales.

Desgraciadamente, puede haber niños que no entiendan y se rían de otros con síndrome de Tourette. Fomentar la autoestima y aceptar el síndrome es también algo susceptible de trabajar en terapia.

Actividades absorbentes

Algunos expertos refieren que cuando las personas están distraídas en una actividad, absorbidos por ésta, tienen menos tics y son más leves. El deporte, los pasatiempos y las actividades creativas son buenas opciones.

Entrenamiento en inversión del hábito

Se trata de una técnica útil para reducir los tics. Consiste en realizar un gesto alternativo e incompatible con el tic, para no llevar a cabo el tic. Para poder realizar esta técnica, primero se debe ser consciente de qué tics se hacen. Al empezar a practicar en terapia puede que las personas sientan que hacen más tics, pero esto se debe a que se presta más atención a los tics que se realizan.

El primer paso consiste en ser consciente de la sensación premonitoria (la sensación que avisa de que el tic está por venir: puede sentirse como un cosquilleo, tensión, picor… y desaparece cuando el tic se hace).

Cuando se identifica la sensación premonitoria o se es consciente de que se está haciendo el tic es cuando se pueden realizar los movimientos incompatibles con el tic, también llamadas respuestas competitivas. Se realizan hasta que las ganas de hacer el tic desaparecen.

Exposición con prevención de respuesta

Esta técnica consiste en aguantar el tic y no hacerlo, exponiéndose más adelante a la sensación premonitoria e intentar no llevar a cabo el tic.

Terapia grupal

Las técnicas mencionadas con anterioridad pueden practicarse individualmente o en sesiones grupales. Los beneficios del trabajo grupal son varios: conocer a otras personas con el síndrome de Tourette, beneficiarse de experiencias y trucos personales, compartir inquietudes y encontrar soluciones conjuntas a los problemas que se puedan ir presentando.

Formar parte de asociaciones también es algo que puede ayudar a las personas, como Astourette (Asociación Española para pacientes con tics y síndrome de Tourette).

Cabe remarcar que no todas las personas tendrán la necesidad de tratar los síntomas del trastorno de Tourette, y no a todas les afectarán los tics en su día a día.

No obstante, saber que existen tratamientos eficaces y que hay muchos profesionales dispuestos a ayudar es de gran alivio para muchas personas que tienen este síndrome. Aún así, queda camino por recorrer y personas a las que sensibilizar con el tema. Una manera muy útil de dar a conocer el síndrome de Tourette es a través de la educación, la formación y la comunicación, y dar a entender que estas personas pueden llevar una vida completamente normal y feliz.

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Es psicóloga general sanitaria y actualmente está trabajando en una asociación de TEA. Desde hace años ayuda a niñes y adolescentes con trastornos de aprendizaje y lo compagina con su pasión por la divulgación.

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