Hola bonitas y bienvenidas un domingo más al pódcast de Somos Estupendas. Hoy venimos a hablaros de un temazo con el que seguro muchas os sentiréis identificadas: la carga mental en las mujeres. Para eso nos acompaña Helena Fernández, más conocida como mami de tres en redes sociales.
La carga mental es un concepto que cada vez se reconoce y se comenta más, no solo en la sociedad en general, sino también en la disciplina de la psicología. Poderle poner nombre nos permite hablar de ello y que sea más real. En el pódcast de hoy hablamos desde la experiencia de Helena y os aportamos ejemplos sobre esta experiencia psicológica tan extendida.
¿Qué es la carga mental femenina?
La carga mental es el trabajo invisible. Implica planificar, organizar y coordinar. Está normalmente asociado a las tareas del hogar y la familia, y también a la mujer, ya que es un peso que históricamente ha recaído de manera desproporcionada en nosotras.
A pesar de los avances en la igualdad de género, muchas mujeres continúan asumiendo esta responsabilidad. Helena, por ejemplo, para poder estar hoy aquí y tener un momento para ella, ha tenido que ser la encargada de pensar todo lo que se refiere al cuidado de sus peques los días que no está ella.
La carga mental en mujeres conlleva una sobrecarga a muchos niveles. Hay una necesidad o tendencia a anticiparse a las tareas, obligaciones y problemáticas que puede generar una gran sobrecarga cognitiva y emocional. Llevar un control mental no es fácil e implica un abanico muy amplio de cosas que hay que prever, coordinar, y hacer.
Más adelante daremos ejemplos de causas que generan ese agotamiento mental en mujeres, pero debemos tener en cuenta que no es solo una característica aislada de las mujeres, sino a las expectativas culturales y de género que han asignado a la mujer como las responsables de los cuidados y del trabajo no remunerado del hogar. Esas altas expectativas pueden derivar en problemas psicológicos como el síndrome de burnout, o un desgaste emocional con sintomatología depresiva o ansiosa muy aguda.
Agotamiento emocional en mujeres
Podríamos decir que el agotamiento emocional en las mujeres es la gran consecuencia de la carga mental. Llevado al extremo, la carga mental en mujeres puede generar una fatiga crónica. Otras de las consecuencias pueden ser irritabilidad, dificultades para concentrarse, insomnio, síntomas de ansiedad y cansancio extremos, etc.
Además, es frecuente que las mujeres que tienen esa carga mental sientan que deben cumplir con todas esas responsabilidades sin quejarse, sin permitirse mostrarse débiles. Justo de aquí deriva también en una gran sobrecarga y el agotamiento emocional en mujeres.
Síndrome de la mujer agotada
Tal como os decíamos, toda esta cuestión sobre la carga mental femenina y la desigualdad en el reparto de tareas y responsabilidades ha dado mucho de qué hablar en las últimas décadas. Y, aunque no se trata de un diagnóstico clínico, se ha etiquetado este malestar psicológico tan feminizado como el “síndrome de la mujer agotada”.
Aunque el síndrome de burnout no es exclusivo de las mujeres, el agotamiento emocional de las mujeres puede ser más intenso debido a una doble carga: la laboral y la doméstica/familiar. Las mujeres tienen mucha presión por desempeñar muchos roles con el estrés añadido de que deben hacerlo todo de forma eficiente.
Este cuadro de síntomas puede llevar, además de al agotamiento emocional (una gran sensación de desgaste y falta de energía), a la apatía e indiferencia y a una reducción de la eficacia y de las capacidades, así como de una pérdida de confianza en una misma.
La carga mental es el trabajo invisible.
Carga mental en madres
Cuando hablamos de carga mental femenina, no podemos ignorar la carga mental extra de todo lo que tiene que ver con la crianza. Las madres suelen ser las que se encargan principalmente de organizar la vida familiar: desde recordar las vacunas y citas médicas, hasta coordinar actividades (escolares y familiares) y gestionar la alimentación. Sin olvidar que también suelen asumir la gestión emocional y bienestar de sus hijos.
Además, estos son los datos en casos de divorcios en España, según los datos más recientes del INE (2023): la custodia compartida se otorgó alrededor del 48,4% de las veces y la custodia exclusiva representó el 51,3%, con una marcada diferencia de género: 47,8% de la madre y solo 3,5% al padre.
La presión por ser buenas madres y la falta de corresponsabilidad hacen que a la larga las mujeres vayan olvidándose de sí mismas y de su bienestar. Otro factor sobre la presión de ser madres perfectas es la sobre información. Hay muchísimas fuentes de información y recursos sobre la crianza y eso puede generar más ansiedad que tranquilidad. Las redes sociales no ayudan, ya que promueven la comparación con modelos de maternidad idealizados.
Ejemplos de carga mental en mujeres
Para acabar, te dejamos algunos ejemplos de situaciones comunes que deben gestionar y que afectan a la calidad de vida y generan síntomas de ansiedad:
- A nivel de cuidados: recordar y gestionar las citas médicas, coordinarlas con el horario de la familia; ser consciente del estado emocional y los momentos vitales importantes de la familia, y ser un apoyo. También encargarse de los cuidados de otras personas dependientes (como padres o familiares enfermos).
- Gestión del hogar: planificar las comidas y lo que debe comprarse, pensar en la limpieza, reparaciones, tareas pendientes, etc.
- Administrar la economía familiar: controlar los gastos, pagar facturas, prever gastos futuros, etc.
- Supervisar las cuestiones educativas: asegurarse de que los hijos hagan los deberes y acompañarlos en el estudio, asistir a las reuniones escolares, las tutorías, los eventos de clase y cumpleaños, etc.
- Coordinación de la vida social y afectiva de la familia: recordar fechas importantes, planificar reuniones y mantener la comunicación con familiares y amistades.
- Carga mental laboral: también es una carga mental asumir la planificación de reuniones, la organización de equipos, la gestión de tiempos y la resolución de conflictos interpersonales en el entorno laboral y las propias tareas del puesto de trabajo.
- Presión en la vida académica o profesional: en muchas ocasiones las mujeres sufren un desgaste extra, ya que sienten que deben demostrar constantemente sus competencias y capacidad en espacios dominados por hombres.
- Presiones estéticas: la presión social sobre la propia imagen y el autocuidado de las mujeres puede convertirse en una fuente constante de carga mental.
- Participación en causas sociales: muchas mujeres, además de las cuestiones de su propia vida y entorno, también tienen roles o intervienen en cuestiones comunitarias y causas sociales.
Si te has sentido identificada con este pódcast y la situación te supera no olvides que puedes buscar apoyo y pedir ayuda si estás sobrepasada. No tienes que ser perfecta ni poder con todo.
Como siempre, gracias por acompañarnos una semana más, nos escuchamos el próximo domingo. Gracias también por vuestras puntuaciones y comentarios en Spotify y en Itunes, eso nos ayuda a crecer.
Fuentes:
- Instituto de las mujeres (2021). La Salud Mental de las Mujeres. Ministerio de Igualdad
- Samanta Villar (2019). La carga mental femenina: O por qué las mujeres continúan al mando del hogar aunque no quieran.