Miedo a la incertidumbre

Hoy venimos con temazo. Especialmente después del año que hemos vivido con la pandemia, el miedo la incertidumbre se ha convertido en una de las cuestiones más buscadas en internet.

La palabra incertidumbre ha estado en todas las conversaciones y María, que forma parte del equipo de psicólogos online, nos cuenta qué es y nos da sus mejores consejos.

La incertidumbre: ¿qué es?

Es algo que todas las personas han sentido cuando no tenían toda la información sobre una situación futura. Muchas veces se relaciona con algo negativo, porque no poder controlar la situación nos hace sentir inseguridad. Es difícil soltar y confiar y el miedo a la incertidumbre nos puede llegar a paralizar.

¿De dónde surge la incertidumbre?

Conocer el futuro o crear historias y explicaciones para dar sentido a aspectos que desconocemos es una práctica milenaria. Desde un punto de vista evolutivo, tener control, por ejemplo cómo controlar la ansiedad, ha sido sinónimo de sobrevivir y poder afrontar el día a día.

En la infancia tenemos pocas cosas de las que hacernos cargo, por lo que nos es más fácil dejarnos fluir. Las crisis vitales en la juventud y adultez tienen mucho que ver con ello. Nos han educado constantemente en saber qué hacer después y un “no sé” puede hacer estallar la bomba.

La incertidumbre en nuestra sociedad

La sociedad ha cambiado. Por ejemplo, actualmente no hay una norma implícita que nos diga que tenemos que estar con la misma pareja para siempre, ni es tan fácil encontrar trabajos para toda la vida. El abanico de posibilidades que se ha abierto hace que sintamos más dificultad para gestionar la incertidumbre.

¿Qué es el miedo a la incertidumbre?

Acepta que por mucho que lo tratemos no podemos controlar las cosas.

No veas la incertidumbre como algo negativo, no siempre todo lo que desconocemos va a salir mal. La incertidumbre suele venir acompañada de la sensación de catástrofe, pero muy pocas veces estamos en lo cierto.

Tener miedo a la incertidumbre nos estanca, imposibilita el cambio.

Da pequeños pasos. Aceptar que puedes perderte un día con el coche o paseando y no pasa nada. Pueden pasar cosas en nuestra vida que no estén planeadas y está bien, le pasa a todo el mundo. Asume pequeños riesgos, improvisa.

Para dejar de preocuparte en exceso: contempla las posibilidades y plantéate qué puedes hacer ante esos escenarios para aumentar tu percepción de control sobre las cosas que sí que están en tu mano.

¿Por qué tratamos de controlar el futuro incierto?

No podemos evitarlo del todo. Todas nuestras emociones tienen un sentido adaptativo. La incertidumbre es natural y útil en muchas ocasiones, porque nos hace tener cierta cautela. Pese a esto, es importante reflexionar sobre hasta qué punto nos beneficia o nos está limitando.

En el momento en el que te genere sufrimiento hay que trabajarlo, pero si no es totalmente normal querer conocer el futuro, sentir esa curiosidad e incertidumbre.

¿La incertidumbre se puede evitar?

Siguiendo con lo anterior, no es recomendable evitar a toda costa esa emoción, sino aprender cómo gestionar la emoción. Tiene un sentido y un fin. Pero si te está generando mucho malestar, es posible aprender a gestionarla.

Incertidumbre y rigidez mental, ¿tienen relación?

Cuanto más perfeccionismo y rigidez tenga una persona más dificultades para asumir la incertidumbre. Es totalmente incompatible con la necesidad de control. Cuanto más nos permitimos equivocarnos y no saber más trabajamos la tolerancia a la incertidumbre.

Hay muchas características personales que influyen y se relacionan con nuestra forma de gestionar la incertidumbre, entre ellas la flexibilidad.

¿Por qué relacionamos la incertidumbre con el peligro?

Tratamos de prevenir ciertos peligros. Ante una situación desconocida, utilizamos la estrategia de ponernos en lo peor para prepararnos. Así sentimos que estamos haciendo todo lo posible. Pero la realidad es otra.

Si sucede de improvisto algo negativo en nuestras vidas, nuestra capacidad de adaptación es muy potente. En cambio, el malestar constante de pensar en cosas terribles que pueden pasar es nocivo para nuestra salud.

¿Cómo gestionar la incertidumbre si tengo miedo?

En el podcast hemos hablado de varios aspectos que pueden ayudarte, aquí te destacamos las 3 estrategias principales que te aclararán cómo gestionar la incertidumbre y te ayudarán a sentirte mejor:

Practica la aceptación

Aceptar. Dicho así puede parecer fácil, pero llevarlo a la práctica no lo es tanto. De todos modos, ponte en contexto, compréndete, escúchate. No te invalides porque otras personas no sientan tanta incertidumbre como tú: es necesario dejar de compararte con otras personas. A veces es simplemente normal y necesario sentir algo de incertidumbre, no te castigues por ello.

Ve poco a poco

Roma no se construyó en un día. Aprender cómo gestionar la incertidumbre lleva tiempo y no sucede repentinamente. Da pequeños pasos como visitar o comer en un sitio nuevo, desconocido. Observa cómo te sientes, con calma, sigue nuestros consejos para vivir sin estrés. Sé consciente de que las consecuencias no son tan terribles como esperabas y que incluso al improvisar has disfrutado.

Busca apoyo

Todo el mundo ha pasado alguna vez por un momento incierto. Busca apoyo en personas que te comprendan y aprended de las experiencias del resto. No olvides tampoco el apoyo que puede brindarte una profesional. Está bien pedir ayuda.

Tras la incertidumbre se esconden muchos miedos y experiencias desagradables del pasado. Te animo a intentar desbloquear estos miedos con paciencia y autocuidado. No estás sola, hay más personas que pueden comprenderte.

Como siempre, gracias por acompañarnos una semana más, nos escuchamos el próximo domingo. Gracias también por vuestras puntuaciones y comentarios en SpotifyIvoox y en Itunes eso nos ayuda a crecer.

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El contenido ha sido redactado con fines divulgativos, en ningún caso puede sustituir la valoración de un profesional. El artículo ha sido revisado por el equipo de redacción clínica.

Humana en constante aprendizaje y evolución, además de cofundadora y CEO de Somos Estupendas y futura psicóloga.

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