Vergüenza: Qué es, cómo perderla y ejemplos | Ep. 92

Hola bonitas y bienvenidas un domingo más al podcast de psicología de Somos Estupendas. Seguimos con el segundo podcast de la temporada, una temporada llena de temas súper importantes. Hoy nos acompaña June para hablarnos de la vergüenza, una emoción como cualquier otra. Esperamos que el podcast de hoy te ayude a comprenderte mejor.

Qué es la vergüenza

Sí, como has podido leer en la introducción de este artículo, la vergüenza es una emoción. Si te ha sorprendido es quizás a la confusión común entre sentir vergüenza y ser una persona tímida o introvertida. Esto último se trata de rasgos de la personalidad. Hablamos de una emoción con una función adaptativa que todos y todas sentimos a lo largo de la vida. 

La vergüenza se puede sentir en diferentes grados. Se puede experimentar como corte, bochorno o incluso puede llegar a desadaptarse y derivar en fobia social cuando existe un gran miedo a experimentar rechazo. Nos damos cuenta de que nos sentimos así por pensamientos algo desagradables “no puedo hacer esto, qué ridículo”, por sensaciones en nuestro cuerpo como sonrojarnos, temblar o trabarnos, y por conductas como evitar la situación. 

Concretamente, sentimos vergüenza cuando tomamos un camino diferente de lo que sospechamos que es deseable socialmente, y está es su principal función. La vergüenza permite que sintamos parte del grupo, y se relaciona con el momento social y cultural en el que nos encontramos. Por lo tanto, nos hará evitar o dirigir ciertos comportamientos a conductas mejor vistas. El ser humano es un animal que necesita el vínculo y al grupo para supervivencia, y emociones como la vergüenza o la culpa lo permiten.

Cómo perder la vergüenza

Todas las emociones necesitan que les demos su lugar, ya que validarnos y validar a otras personas cuando se sienten avergonzados será necesario para una gestión de esta emoción beneficiosa. Además, la vergüenza es una emoción que se experimenta con frecuencia en hacia otras personas. Esto se debe a la función adaptativa que menciona este artículo, en la que la vergüenza asegura que no nos alejemos mucho de lo que creemos correcto, por supervivencia de la persona, el grupo y la especie.

Por eso mismo, cuando sentimos vergüenza no solemos compartirlo. Sin embargo, la expresión emocional es una de las claves para perder la vergüenza. Nos solemos dar cuenta de que eso que tan raro nos parece, también le ha ocurrido a nuestro grupo de apoyo. O bien, no se nos condena por ello, sino que se nos puede comprender. 

No nos sirve cualquier persona para ejercitar la expresión emocional, si no personas concretas con las que solamos tener un punto de vista objetivo y respetuoso. Validar no es dar la razón, sino escuchar, entender y no tratar de cambiar cómo se siente la otra persona. La inteligencia emocional es el mejor recurso para ello.

Cómo superar la vergüenza.

Es importante que sepamos que toda emoción tiene una historia de aprendizaje, y posiblemente la educación que recibiste, y otras experiencias vividas nos van a influir en lo que creemos “deseable socialmente”, y lo que no. Para ello te propongo un ejemplo sencillo:

Imagina que eres una persona con la increíble habilidad de cantar bien. Te encantaría poder dedicarte a ello en el futuro. No obstante, tu familia, se dedica en su mayoría a la abogacía y esperan de ti que ocupes un lugar en el gabinete familiar. Te han orientado a estudiar unas materias definidas y han restado importancia de asignaturas como la música y la plástica. Es posible que, tras fantasear con tu futuro como cantante, sientas mucha vergüenza, no la expreses, y la escondas en lo más profundo de tu ser.

Ahora imagina esa misma situación, con una familia que aunque se dedique a otras profesiones, te permitan escoger extraescolares, da la misma importancia a todas las asignaturas y te motive a dedicarte a lo que quieras. Es posible que con algo de corte o sin él, te lances a mostrarles tu voz, expreses tu deseo, y pronto sientas la cálida aceptación de tu familia, aliviando por completo ese pequeño grado de vergüenza.

Con este ejemplo comprendemos que ese camino marcado, lleno de valores, creencias y mitos, del que la vergüenza intenta que no te desvíes, está para cuestionarlo. Para adaptar esta emoción, será realmente importante que nos demos la oportunidad de desaprender, y de ejercitar el pensamiento crítico. Además, dar naturalidad a las sensaciones observables de nuestro cuerpo cuando sentimos vergüenza y tratar de hacer aproximaciones a esas situaciones nos puede ayudar mucho. La terapia puede ayudarte a trabajar en esto,

Sentir vergüenza de uno mismo.

Debemos mencionar que el momento social y cultural va a influir muchísimo en la situación sobre sentirnos avergonzados de nuestra persona. Si no cumplimos con criterios sociales a diferentes niveles, podemos sentirnos realmente mal. El estado de nuestra autoestima es un factor protector ante avergonzarnos de nosotros mismos.

Otro factor de riesgo para ello es encontrarnos en un entorno estricto en cuanto a sus valores o criterios. Si además crecemos y vivimos escuchando comentarios muy duros sobre nosotros mismos como de otras personas, esta emoción se puede desadaptar. Puede llegar a derivar en diferentes trastornos como diferentes tipos de ansiedad, depresión, baja autoestima, adicciones, o trastornos de la alimentación.

Por ello es importante que todos y todas tomemos conciencia sobre nuestras habilidades de comunicación. Debemos tener en cuenta los comentarios que hacemos a otras personas, y también sobre cómo nos hablamos a nosotros mismos. Cambiar este autodiálogo y permitirnos hacer más de eso que nos gusta puede ayudarnos.

Ejemplos que a veces nos hacen sentir vergüenza.

Como podemos intuir por la lectura de lo anterior, lo que a cada persona nos hace sentir vergüenza va a depender de su historia personal y su contexto sociocultural.

Ejemplos que te pueden ayudar a detectar esta emoción:

  • Sentir vergüenza al bailar
  • Tener vergüenza en el gym o gimnasio
  • Sentir vergüenza al salir a correr
  • Vergüenza hablar por teléfono
  • Tener vergüenza al salir a la calle
  • Vergüenza a retomar los estudios en la adultez
  • Vergüenza al relacionarme con nuevas personas
  • Vergüenza al probarme ropa cuando voy de tiendas
  • Vergüenza a que la gente te mire de forma sostenida
  • Vergüenza al dar una opinión en el trabajo o clase

En conclusión, lo que aprendemos en este artículo, es que la vergüenza es una emoción tan importante como cualquier otra. Necesitamos experimentarla, pero como vemos que hay formas más y menos beneficiosas de regularla. Incluso, se puede desadaptar, sobre todo si no ejercitamos nuestro pensamiento crítico o si anteponemos las opiniones de los demás y no nos damos prioridad.

El equilibrio entre el respeto hacia los demás y hacia nuestra persona cuesta de encontrar, pero merece la pena. En Somos Estupendas podemos ayudarte si deseas hacer terapia en Barcelona de forma presencial si no saber cómo hacer lo anterior. Además, recuerda que la terapia online también puede ser muy eficaz para gestionar la vergüenza, ya que sentirte en la seguridad del hogar puede facilitarte comenzar tu proceso si en ello también te sientes así.

Como siempre, gracias por acompañarnos una semana más, nos escuchamos el próximo domingo. Gracias también por vuestras puntuaciones y comentarios en Spotify y en Itunes, eso nos ayuda a crecer.

¿Nos compartes?
Ayuda a que el contenido llegue más lejos

Humana en constante aprendizaje y evolución, además de cofundadora y CEO de Somos Estupendas y futura psicóloga.

2 comentarios en «Vergüenza: Qué es, cómo perderla y ejemplos | Ep. 92»

  1. Kaixo! Ha a todas desdel Pais Vasco.
    Soy una seguidora muy fiel del Podcast Somos estupendas.
    Tengo 48 años y estoy duborciada. Por lo tanto, estoy super interesada en saber mas sobre las consecuenxias emocionales de divorcios, pre.enopausia… En fin, temas de mi edad.
    Muchisimas gracias por el trabajo que difundis. Y adelante estupendas! Este es el camino que las esrupendas construimos entre todas.
    Muchos besos.
    Muxuak,
    Maider

    Responder
    • Hola, Maider 🌷
      Muchas gracias por tu mensaje y por tus palabras de apoyo, nos llegan mucho.
      Tenemos en cuenta tu propuesta.
      ¡Un abrazo muy grande!

      Responder

Deja un comentario