Envidia: Qué es y cómo gestionarla

La envidia es una emoción y como tal tiene un mensaje que debemos atender para así gestionarla de la forma más adecuada. Ya que has llegado hasta aquí, desde Somos Estupendas te invitamos a leer más sobre la envidia, emoción que todas las personas sentimos alguna vez y conocer cuales pueden ser sus consecuencias y de qué mejor manera relacionarte con ella. 

Significado de envidia

La envidia es la emoción que surge para trasmitirte el mensaje de que quizás desees o necesites algo que otra persona sí tiene.

La connotación que la envidia ha recibido socialmente es que sentirla se relaciona con algo negativo. Una de las ideas principales que se recogen en la gestión emocional es que no hay emociones buenas ni malas. Las emociones son, sin juzgarlas, y nos sirven de mucha ayuda para saber qué es lo que necesitamos. De esta manera si reconozco que lo que siento es envidia tendré que parar para así conocer qué es lo que quiere indicarme. 

Es importante destacar que la envidia está relacionada también con la comparación. Se puede caer en la comparación de lo que la otra persona tiene o hace y no gestionar bien este hecho puede hacer que se sienta envidia y se experimente desde la angustia o frustración

Afortunadamente hoy en día la expresión de las emociones es cada vez más común pero esto no siempre ha sido así.

Por ejemplo, socialmente se ha normalizado ocultar la emoción de envidia “no está bien sentir eso” “si siento envidia será que no me alegro por lo bueno que le pasa” “¿soy mala persona por sentir envidia?”

El resultado de ello es que no se aprende a sentirla ni a tolerarla por lo que puede tener consecuencias desagradables para quien la experimenta y para el entorno.

Envidia

La envidia puede causar daño

Tal y como hemos adelantado la envidia se siente cuando deseamos poseer algo que otra persona sí tiene. La primera persona que sufre si no gestiona adecuadamente la emoción es una misma. 

El problema con la envidia viene cuando a la hora de gestionarla el foco se pone en la otra persona y no en una misma. 

Ejemplo: mi amiga acaba de conseguir el puesto de trabajo que tanto quería y se ha esforzado para tener y yo siento envidia y en vez de alegrarme por ella me enfado e incluso hago comentarios que le quitan valor a lo que ha conseguido.

Poner el foco hacia fuera (por ejemplo enfadarte con tu amiga) es más fácil que parar y reconocer y aceptar que si siento esa envidia quizá es porque se me remueven cosas dentro que tengo que responsabilizarme y atender (en este caso concreto, quizá yo no consigo el puesto que quiero o estoy descontenta en mi trabajo y me gustaría encontrar otro). 

Reaccionar ante la envidia de esta manera llevará un sufrimiento asociado y una distorsión del pensamiento que nos nos ayudará a enfocarla de una manera diferente. 

En la envidia, hacer de menos a la otra persona no te va a dar lo que tú quieres, es más, aumentará tu malestar por lo que lo que mejor saldrá a cuenta es trabajar en tu amor propio y en tus emociones. 

Cómo actuar cuando una persona te tiene envidia

Si la envidia no se gestiona adecuadamente puede causar mucho daño en la relación entre dos personas. Por este motivo es importante conocer qué podemos hacer cuando sentimos que una persona nos tiene envidia y eso nos afecta directamente. 

Empatizar con la situación

Quizá esa persona que siente envidia es tu amiga y sabes que lleva años intentando lograr un mejor puesto de trabajo pero todavía no lo ha conseguido. Empatizar con su contexto puede ayudarte a comprender por qué se está sintiendo de esa manera. En ocasiones la envidia puede tener que ver más con el momento que la otra persona está viviendo que con tus logros. 

Comunicación asertiva

Si algo de lo que la otra persona te está diciendo o haciendo te está hiriendo y comprendes que esa forma de actuar tiene más que ver con lo que está sintiendo que contigo puedes recurrir a técnicas de asertividad para hacerle saber lo incómoda que te estás sintiendo. Que puedas entender su situación y lo que está sintiendo no justifica un mal comportamiento hacia ti. Recuerda la importancia de cuidarnos. 

Pon límites

A veces por más que hacemos no funciona si la persona que tenemos en frente no se hace cargo de lo que está sintiendo. Por este motivo en ocasiones la solución para el bienestar pasará por limitar la interacción con esa persona ya que de otro modo se puede sentir incomodidad en la relación. 

Apoyo social

La red de apoyo social que encontramos en nuestras amistades y familiares será esencial para sostener el malestar que se puede sentir en un momento así. El peso cuando lo compartimos es más fácil de llevar y lo mismo ocurre con estos momentos difíciles, nos podemos apoyar en otras personas para percibir seguridad y calma. 

Autoestima

No hay nada de malo en ti por tener algo que otra persona no tiene y desea. Será esencial tener una autoestima construida para no caer en distorsiones del pensamiento que nos hagan dudar acerca de nuestra valía si se reciben comentarios difíciles de la persona que siente envidia. 

Aquí tienes un artículo en el que hablamos de cómo mejorar la autoestima, seguro que te ayuda en algunos aspectos.

Cómo gestionar si tienes envidia hacia alguien

En el proceso de regular nuestras emociones uno de los pasos más difíciles es aceptar lo que estamos sintiendo. Cuando hablamos de la envidia encontramos que un obstáculo será precisamente la aceptación de la emoción. 

Anteriormente hemos hablado de que la envidia ha sido una emoción sometida a mucho juicio social. Es por esta razón que reconocer que es envidia lo que sentimos no resulta agradable ya que se asume que se quiero algo que no se tiene y otra persona sí.

Valida la envidia

Para poder gestionar la envidia de la forma más adecuada posible lo primero será poder aceptarla y validarla. Todas las emociones son válidas y está no va a ser menos. Identificar, aceptar y asumir lo que estoy sintiendo me dará los siguientes pasos a seguir para relacionarme con esta emoción. 

¿Para qué estoy sintiendo envidia?

Las emociones siempre tienen un mensaje. La envidia quiere decir que hay algo que una persona tiene y que tú no pero te gustaría poseerlo. 

Entendiendo esto quizá la pregunta que puede surgir es: ¿por qué es importante para mí lograr tener lo de la otra persona? Es desde aquí desde donde poder responsabilizarse de lo que se siente. 

Mira hacia tu interior

Para si lo necesitas para poder coger distancia de la situación y observarla con objetividad sin estar fusionada con la emoción. Poner el foco en tu interior te podrá guiar en darte aquello que necesitas y no caer en distorsiones del pensamiento que pueden afectar tanto a ti como a la relación con la persona involucrada. 

Construye tu amor propio

La envidia está asociada a la comparación. Caer en pensamientos irracionales en este sentido puede generarnos mucho malestar. Trabajar en nuestra autoestima nos ayudará a no tener un dialogo interno duro, a ser más compasivas y a poder responsabilizarnos de nuestros actos. 

Pide ayuda

Regular nuestras emociones no es un proceso sencillo. Contar con la ayuda de un profesional que nos guíe y nos ayude a poder relacionarnos mejor hará que podemos afrontar este tipo de situaciones desde una visión más compasiva tanto con una mismo como con lo demás. 

No tener una adecuada gestión de una emoción puede provocar mucho malestar tanto con una misma como con el entorno. Por esta razón esperamos que esta información para saber más sobre cómo gestionar la envidia sea de mucha utilidad. 

Asegura ser persona antes que psicóloga por vocación y este es su mantra: “Conozca todas las teorías, domine todas las técnicas, pero al tocar un alma humana sea apenas otra alma humana” (Carl Jung). Así es como quiere llegar con cada palabra. Más sobre Rocío Penas

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