Vigorexia o dismorfia muscular: Síntomas y consecuencias | Ep.140

Hola bonitas y bienvenidas un domingo más al podcast de Somos Estupendas.

Hoy nos acompaña Alba, psicóloga online del equipo, en el que nos explicará qué es la vigorexia o dismorfia muscular.

La presión publicitaria y social nos invade en el siglo XXI: pretenden decirnos cómo nos tenemos que vestir, cuál ha de ser nuestra talla, y cómo tiene que lucir nuestro cuerpo en general. Hay personas que sufren tanta presión, juntamente con otros factores, que toma la decisión de cambiar su cuerpo y alcanzar un modelo corporal imposible e idealizado.

Los cambios a los que podemos someter nuestro cuerpo son muchos, algunos de ellos son inofensivos y otros gravemente perjudiciales para nuestra salud. Algunos los realizamos por voluntad propia y deseo que nace del corazón, y otros por esa presión social que comentábamos.

Cuando estos cambios surgen de una preocupación excesiva por querer cambiar el cuerpo y repercuten negativamente en nuestra vida o salud, podemos estar adentrándonos en un problema u trastorno.

Significado de vigorexia o dismorfia muscular

La dismorfia muscular o vigorexia, como más comúnmente se conoce, es una afección categorizada dentro del trastorno dismórfico corporal.

A las personas con dismorfia muscular les preocupa que su estructura corporal sea demasiado pequeña o poco musculosa. Esta preocupación causa malestar significativo o deterioro en otras áreas de la vida, como la social o laboral.

Estas personas sufren una distorsión en su imagen corporal y la percepción de su atractivo físico es baja. Como consecuencia, realizan ejercicios de musculación de forma compulsiva para aumentar su tamaño muscular.

Con frecuencia, también aparecen fijaciones por otras partes del cuerpo que también les generan malestar.

Vigorexia en mujeres

Aunque hay más hombres con vigorexia que mujeres, ellas también la pueden sufrir.

No obstante, en las mujeres predomina más la anorexia nerviosa, un trastorno de la conducta alimentaria. De hecho, en un principio, se consideraba la vigorexia en el hombre como la anorexia en la mujer, dado que comparten factores, como la preocupación excesiva por el cuerpo. Aunque el modelo corporal que persiguen es diferente (en la anorexia la delgadez, y en la vigorexia la masa muscular) el objetivo es el mismo: encajar en los cánones de belleza que impone la sociedad a través de la publicidad.

De hecho, algunos autores remarcan como factor predisponente a la vigorexia vivir en una sociedad de culto al cuerpo: “el hombre es bello si está delgado y musculado”. Si bien es cierto que el cánon de belleza femenino actual que nos venden no es especialmente musculoso, las mujeres no escapan a la dismorfia muscular.

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Síntomas de la vigorexia

  • Preocupación excesiva por la propia musculatura
  • Pensamientos reiterados acerca del propio físico
  • Distorsión de la imagen corporal
  • Entrenamiento físico con el objetivo de generar más musculatura, incluso cuando ha aparecido una lesión
  • Aparición de conductas de verificación: por ejemplo, mirarse en el espejo o preguntar a amigos o compañeros por su estructura corporal
  • Modificaciones drásticas en la dieta
  • En ocasiones, uso de suplementos u hormonas, para favorecer el crecimiento del músculo
  • Permanente insatisfacción con el desarrollo muscular alcanzado

Consecuencias de la vigorexia

La dismorfia muscular puede tener graves repercusiones en la vida de las personas, y la gravedad de las consecuencias viene determinada por los riesgos de algunas acciones.

En ocasiones, las personas con vigorexia pueden llegar a consumir sustancias como los esteroides anabolizantes, que a su vez tienen consecuencias negativas sobre el cuerpo (aumento de la presión arterial, cáncer de hígado, detención del crecimiento óseo, agresividad, delirios, infertilidad en el hombre…).

Tratamiento de la vigorexia

La perspectiva cognitiva de la psicología entiende las conductas como consecuencia de pensamientos irracionales de la persona. Según el desarrollo teórico de J. Baile, los principales pensamientos erróneos de los pacientes que presentan vigorexia son los siguientes:

  • Bella o bestia: Es un pensamiento de todo o nada. O se es bello (fuerte y musculoso) o poco atractivo (débil y poco musculado). No existe un entre medio.
  • El ideal de belleza al cuál aspiran es un ideal imposible y peligroso.
  • Comparación selectiva: solo se presta atención a las personas que están más musculadas y grandes que ellas, generando un malestar debido a la comparación.
  • Concentran la atención en un aspecto en concreto de la apariencia física.
  • Imposibilidad de darse cuenta de los aspectos positivos de la propia imagen.
  • Generalización excesiva: generalizan su cuerpo a su valía personal. “Si no soy fuerte y musculoso, no valgo nada”.

Se pueden tener en cuenta estos pensamientos e ir trabajando con la persona desde ahí, o empezar por cambiar las conductas dañinas propias de la vigorexia.

Aunque todavía no existe un tratamiento específico para la vigorexia en si misma, el Modelo de Raich propone un tratamiento para los trastornos que tienen que ver con la imagen corporal:

  • Primero, es fonamental explicar al paciente qué es la imagen corporal y cómo se forma, así como las propias limitaciones fisiológicas del cuerpo. Será importante trabajar con la persona la identificación de pensamientos, sentimientos y conductas que tengan relación con su aspecto físico.
  • Ayudar a la persona a tener una perspectiva realista de su propio cuerpo, es decir, desmontar la distorsión de su imagen corporal.
  • Cambiar las conductas dañinas por otras más adaptativas.
  • Una vez la persona ya esté recuperada, se debe dedicar un tiempo a prevención de recaídas, explorando con el paciente las situaciones de riesgo y recordándole sus propias estrategias.

Todos nos podemos sentir mal con nuestro cuerpo en algún momento, pero si ese malestar se acentúa hasta el punto de hacerte sufrir, o si te has sentido identificada con este artículo, es importante pedir ayuda a un psicólogo

.Si te encuentras en un proceso doloroso en relación con el cuerpo, te mandamos mucho cariño y recuerda que a veces necesitamos pedir ayuda. Estamos aquí para recordarte que tu cuerpo es tu casa, que hace grandes cosas por ti y te sirve, que mereces tratarlo bien y sentirte en paz con cada trocito de éste.

Aquí te dejamos un podcast que habla sobre la autoestima corporal. Deseamos que este artículo te haya sido de utilidad.

Como siempre, gracias por acompañarnos una semana más, nos escuchamos el próximo domingo. Gracias también por vuestras puntuaciones y comentarios en Spotify y en Itunes, eso nos ayuda a crecer.

Es psicóloga general sanitaria y actualmente está trabajando en una asociación de TEA. Desde hace años ayuda a niñes y adolescentes con trastornos de aprendizaje y lo compagina con su pasión por la divulgación. Más sobre Maria Mallol

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