Parafilia: Qué es y tipos

Las parafilias son patrones de comportamiento sexual atípicos que han suscitado un creciente interés en el campo de la psicología y la sexología. Aproximadamente, entre el 5% y el 10% de la población podría experimentar algún tipo de filia a lo largo de su vida, aunque no todas se mantienen de manera constante o son visibles para la sociedad.

Además, diferentes investigaciones sugieren la posible relación entre estas y el estilo de apego emocional desarrollado en la infancia, puesto que es en esa etapa cuando se comienza a entender de qué forma pueden establecer sus vínculos afectivos y sexuales.

A lo largo de este artículo hablaremos sobre qué es una parafilia, las diferencias con los trastornos parafílicos, los tipos más comunes de parafilias y algunas de las parafilias más frecuentes en mujeres.

Parafilia: Significado

Parafilia proviene del griego “para” (a un lado de) y “philia” (amigo o amante). 

El término parafilia se ha propuesto para definir a aquellas formas de excitación sexual atípicas que implican objetos, situaciones y/o destinatarios que se desvían de lo que se considera normativo y aceptado socialmente (p. ej., tacones, cadáveres, animales).

Este tipo de comportamientos comparten un factor en común: la conexión o el vínculo emocional se encuentra en desequilibrio o puede faltar por completo. En muchos casos, las parejas de personas con intereses sexuales no convencionales pueden verse afectadas, enfrentando el reto de superar una infidelidad.

Si bien muchas de las parafilias son inofensivas y no causan daño a las personas que las presentan, otras pueden llegar a ser problemáticas generando malestar psicológico e interfiriendo en la vida diaria de la persona. Por este motivo, su conocimiento y comprensión se han vuelto esenciales para promover una salud sexual integral y saludable.

Es importante destacar que no todas las conductas eróticas o de excitación sexual son parafilias, ni todas las parafilias son trastornos parafílicos.

Diferencia entre parafilia y trastorno parafílico

La diferencia principal entre las parafilias y el trastorno parafílico radica en la intensidad y el impacto que tienen en la vida de la persona. Por tanto, las personas pueden tener intereses sexuales parafílicos pero no cumplir los criterios para un trastorno parafílico.

Para que sea considerado trastorno, los patrones de excitación sexual deben cumplir las siguientes características:

  • Son intensos y persistentes.
  • Provocan malestar personal o sufrimiento.
  • Deterioro significativo en las áreas social, laboral o de otras áreas importantes de su funcionalidad.
  • Dañan o tienen el potencial de dañar a otros (p. ej., niños, adultos sin consentimiento).
  • Necesitan tratamiento.

Además, las personas con un trastorno parafílico pueden presentar una alteración en la capacidad de sentir afecto y de mantener una intimidad emocional sexual recíproca con su pareja. También puede haber alteraciones de otros aspectos del ajuste personal, emocional, social y problemas de autoestima.

Los trastornos parafílicos no son ilegales; sin embargo, actuar en respuesta a los impulsos parafílicos puede ser ilegal (delito sexual) y, en algunos casos, podría dar lugar a severas sanciones legales, como se observa frecuentemente en el caso de la pedofilia.

Parafilia

¿Cuántos tipos de parafilias hay?

Se han descrito decenas de tipos de preferencias sexuales inusuales, pero la mayoría son poco frecuentes o raras. Diferentes autores como Aggrawal (2009) planteó que existen, al menos, 547 categorías distintas. Las parafilias más frecuentes son:

Exhibicionismo

Obtener excitación sexual al mostrar los genitales a personas de manera no consentida. Esta conducta suele estar vinculada a la búsqueda de una respuesta emocional en la otra persona, como sorpresa o miedo, y puede estar relacionada con problemas de control de impulsos.

Frotteurismo

La persona se excita a través del contacto prolongado con otras, generalmente en lugares concurridos donde el contacto físico es más probable. Este comportamiento suele ocurrir de forma oculta, aprovechando la cercanía física en espacios públicos abarrotados.

Voyeurismo

Observar sin consentimiento a otras personas mientras realizan actividades privadas, como bañarse o mantener relaciones sexuales. La persona obtiene excitación al observar de manera clandestina, y esta conducta puede interferir significativamente en sus relaciones interpersonales.

Fetichismo

Atracción sexual hacia objetos inanimados o partes del cuerpo que no son sexualmente típicas, como los pies o ropa interior. Estos objetos o partes del cuerpo se convierten en el foco central de la excitación sexual, y en algunos casos, su presencia puede ser necesaria para la satisfacción sexual.

Masoquismo y sadismo sexual

La persona experimenta placer sexual al recibir o infligir dolor. Estas prácticas se enmarcan comúnmente en las dinámicas BDSM y pueden realizarse de forma consensuada entre adultos.

Parcialismo

La persona se erotiza con la visión y/o el contacto de una parte concreta del cuerpo. A diferencia del fetichismo, el interés se centra exclusivamente en partes corporales específicas.

Parafilias más comunes

Aunque de manera general, es más común que los hombres presenten diferentes tipos de conductas sexuales no convencionales, algunas de las parafilias más comunes en mujeres incluyen:

  • Fetichismo de pies: Atracción por los pies o actividades relacionadas con los pies.
  • Exhibicionismo pasivo: Obtener placer al ser observada cuando se está desnuda o mientras realiza actividades sexuales.
  • Masoquismo sexual: Experimentar placer a través del dolor físico o emocional.
  • Voyeurismo: Observar a otras personas sin que ellas lo sepan, especialmente en situaciones íntimas.

Fuentes:

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El contenido ha sido redactado con fines divulgativos, en ningún caso puede sustituir la valoración de un profesional. El artículo ha sido revisado por el equipo de redacción clínica.

Artículo escrito y revisado por Carmen Muñoz | Graduada en psicología, con n.º de colegiada CM03167.

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