Hola bonitas y bienvenidas un domingo más al podcast de Somos Estupendas. Hoy vamos a hablar de un tema que lleváis mucho tiempo diciendo que gustaría que habláramos en el podcast: qué hacer si te importa mucho lo que piensan de ti. Creo que es algo que nos pasa a muchas de nosotras y para hablar de ello tenemos a Eva, psicóloga del equipo de Somos Estupendas.
Pero, antes de empezar, queríamos hablaros de que ¡volvemos a realizar el retiro! El año pasado lanzamos el retiro por primera vez y fue absolutamente increíble. Haremos dos ediciones, una será en agosto en Lleida y la otra en septiembre en Madrid. Podéis apuntaros en este enlace a la presentación online para conocer todos los detalles, será este martes 16 a las 19:00 h.
Origen del miedo a las críticas
Si ya llevas tiempo con nosotras sabrás que en este pódcast acabamos siempre conectando con la infancia. Lo que te pasó en el pasado y entender de dónde viene tu dolor es aliviador en sí mismo. ¿Cuál es el origen de que nos importe tanto lo que piensen de nosotras? Se articulan dos grandes temas:
Tu historia habla de ti
Quizá te pueda parecer extraño que, si vienes a terapia con un problema actual, con una preocupación del presente, se explore en profundidad el pasado. Y es porque la mayoría de las cosas aparecen por aprendizaje. ¿Dónde has aprendido a ser? ¿Quién te ha enseñado o de qué manera te han enseñado? Las figuras de crianza y los tipos de apego que se desarrollan en los primeros años de vida nos dan muchas respuestas.
La presión de la sociedad
El sistema en el que vivimos, la sociedad, es muy compleja y, por eso nos importa lo que piensan de nosotras. Nos lleva muchas veces a no darnos cuenta de lo encadenadas que estamos a ella y de lo que nos impone, como la presión social o la presión estética.
La sociedad marca cómo debemos actuar, si nos podemos permitir descansar o no, las obligaciones de mantener la casa, un trabajo, deporte, relaciones, … Mantener todas esas presiones es agotador, desgastante y puede afectar a la salud mental. Somos humanos. Vivimos en sociedad y a todas las personas nos preocupa cómo nos ven.
¿Qué pasa si me preocupa mucho lo que piensen de mí?
¿De qué forma te puede afectar si te importa mucho lo que piensan de ti? Querer gustar a todo el mundo nos puede afectar de muchas maneras. Lo primero que puede suceder es que perdamos nuestra propia voz. Pasamos mucho tiempo hacia afuera, pensando en lo que la otra persona espera de mí, lo que los demás quieren que haga.
Nuestros recursos y energía durante el día son limitados, si dedicamos todo al resto nos quedamos sin podernos cuidar, sin priorizarnos nunca. Puede generar mucho desgaste, desmotivación, apagarnos y hacernos vivir con ansiedad.
Somos seres individuales, pero en sociedad. Nos necesitamos.
Ejemplos de miedo a las críticas
Para poder comprender mejor a qué nos referimos con sentir miedo al juicio ajeno o preocuparnos por lo que el resto pensará, vamos a poner algunos ejemplos con los que quizá te puedas identificar:
- Preocuparte mucho por mostrar tu orientación sexual, si tu orientación no es la normativa, la que el entorno piensa de ti o la que la sociedad espera en general.
- Exponernos en público. Una exposición en el colegio o en el trabajo donde todo el mundo vaya a estar escuchándote y viéndote.
- Otra situación es la de comunicarle algo a alguien positivo o negativo. Miedo a decirle a alguien lo que sientes si te gusta o atrae, o algo que te ha dolido.
- Hacerte un cambio notable en el pelo, como un corte, pero tener miedo a dar el paso por si a la gente no le gusta cómo te queda.
Si te importa mucho lo que piensan de ti, es probable que tengas miedo al rechazo o al abandono. El rechazo es algo superdañino y cuando sucede necesitamos defendernos. Si te has identificado con alguno de los ejemplos, continúa leyendo para saber qué hacer.
Qué hago si me importa mucho lo que piensan de mí
Si esto está siendo un impedimento y te importa mucho lo que piensan de ti es importante indagar el nivel de gravedad. Si te está haciendo mucho daño, será necesario que inicies un proceso de terapia. Sentarte con alguien que te acompañe a mirar tu historia y a entender las heridas que hay detrás.
Si no es algo que anule tu vida o te genere mucho dolor, el trabajo inicial será escucharte mucho y hacerte preguntas. ¿Cómo me estoy sintiendo en este grupo? ¿Me siento cuidada en este entorno? El cuerpo no engaña, quizá algo dentro de ti te dice que no quiere estar donde estás.
Sanar en terapia significa que no gobiernen tus heridas.
Priorizarte y escucharte no es fácil en absoluto, pero es necesario, porque si no el cuerpo va subiendo el volumen, llegando a poder generar ataques de ansiedad para pedirte aire. Necesitamos vincularnos, sentir que nos escuchan y no forzarnos a estar en lugares donde no queremos estar o nos hacen daño.
¿Cuántas cosas haces que no quieres hacer, o que en parte no deseas hacer? ¿Por qué no te observas con la misma compasión que observas a tus seres queridos?
Como siempre, gracias por acompañarnos una semana más, nos escuchamos el próximo domingo. Gracias también por vuestras puntuaciones y comentarios en Spotify y en Itunes, eso nos ayuda a crecer.
