Compras compulsivas: Cómo dejar de comprar compulsivamente

Todo el mundo se ha permitido, en un momento u otro, ir de compras. En ocasiones es fácil pasarnos del presupuesto, o pasar una época en la que compramos más de lo normal, como los periodos de vacaciones o rebajas.

Pero, ¿qué pasa cuando esto se convierte en compras compulsivas sin saber cómo dejar de comprar compulsivamente? En el artículo de hoy aclaramos esta y otras cuestiones.

¿Qué es una compra compulsiva?

Una compra compulsiva es una conducta repetitiva y descontrolada de adquirir recursos o cosas sin una intención específica, simplemente para calmar el propio deseo de comprar compulsivamente. En su grado máximo, puede tratarse de un trastorno o una adicción.

Las compras compulsivas pueden generar un gran malestar y problemas a la persona que las sufre, pero también a su entorno cercano o al núcleo familiar. Sus relaciones pueden verse muy afectadas, ya que la persona que realiza compras compulsivas prioriza las compras, llegando a engañar y dañar a sus seres queridos.

Además, la persona puede dejarse llevar por un ritmo de compras desadaptativo y puramente emocional que puede llevarla a la quiebra económica.

compras compulsivas

¿Es una enfermedad comprar compulsivamente?

Más que una enfermedad, las compras compulsivas pueden ser una conducta causada por una mala gestión emocional. En su extremo puede convertirse en un trastorno. Este trastorno tiende a estar vinculado a otros trastornos mentales como la ansiedad, TCA, trastorno bipolar u otras adicciones o abuso de sustancias.

¿Qué pasa cuando esto se convierte en compras compulsivas sin saber cómo dejar de comprar compulsivamente? Aunque las compras compulsivas no se recogen específicamente en las clasificaciones de trastornos mentales más conocidas (CIE-10 y DSM-5), numerosos estudios y autores han propuesto sus propios criterios. Para determinar que la conducta de comprar compulsivamente ha llegado al punto de adicción nos podemos orientar con los siguientes criterios:

  • Presencia de impulsos de comprar (recurrentes y desmedidos).
  • Alta impulsividad. Las compras no cesan pese a las consecuencias negativas.
  • Necesidad de comprar irrefrenable y constante.
  • Incapacidad para controlar o frenar la conducta.
  • Consecuencias negativas a nivel personal, familiar, social, laboral, económico y de salud física.

¿Qué hay detrás de las compras compulsivas?

La persona con adicción a las compras, satisface un deseo compulsivo, pero no se trata de una necesidad real o de una compra que requiera urgencia. Tras las compras compulsivas hay adicciones. La propia conducta de comprar genera un placer y bienestar similar al consumo de alcohol u otras sustancias.

Las personas que compran compulsivamente tienden a no leer correctamente sus emociones. Es frecuente que no comprendan cómo se están sintiendo y a no saber gestionar las emociones intensas o desagradables, por lo que desarrollan una estrategia de gestión emocional desadaptativa: las compras compulsivas.

Cuando se hace una compra, esto genera una sensación efímera de bienestar y alivio, seguida de culpabilidad, peleas, problemas económicos… Problemas que pronto necesitarán de otra compra para gestionarlos.

Causas de comprar compulsivamente

Las compras compulsivas pueden ser, como ya hemos comentado, una posible gestión desadaptativa ante la ansiedad, situaciones de malestar o emociones desagradables. Como pasa con la comida, a veces se utilizan las compras para cubrir vacíos emocionales. Además, esta problemática puede ser consecuencia de:

  • Una elevada fijación por la propia imagen. Tener una obsesión o muchas inseguridades respecto a la imagen que enseñamos de nosotras puede generar la necesidad de recurrir a la ropa para sentirnos vistas. La influencia de las redes sociales ha generado que nuestra apariencia sea una prioridad casi obsesiva en nuestra vida.
  • Tener una baja autoestima: en relación con la anterior, es posible que tratemos de mejorar nuestra autoestima o intentemos ser aceptadas a través de adquisiciones materiales.
  • Una educación negligente con los límites. Quizá en nuestros primeros años de vida aprendimos a obtener todo aquello que deseábamos sin esfuerzo y de forma inmediata, por lo que no cultivamos habilidades para gestionar los noes, la paciencia o la frustración.

Cómo dejar de comprar compulsivamente

Quien realiza compras compulsivas se justifica, aunque no tenga sentido y esté gastando más de lo que puede permitirse. Para poder finalizar las compras compulsivas, para dejar de comprar compulsivamente, será necesario mucho trabajo personal.

Mejora tu inteligencia emocional

Principalmente, lo que se debe empezar a hacer es mejorar la inteligencia emocional. En Somos Estupendas contamos con un curso de inteligencia emocional online que te ayudará muchísimo a identificar, comprender, aceptar y regular tus emociones, reduciendo así tu necesidad de compra compulsiva y fomentando que tus relaciones con otras personas y contigo misma sean más sanas y satisfactorias.

Aprende nuevas formas de gestionar tus emociones

Siguiendo en la línea de trabajar tu inteligencia emocional, es importante que aprendas otras formas más saludables de gestionar los vacíos o las emociones más complejas para ti. Puedes empezar con algunas de estas recomendaciones:

  • Cuida tu diálogo interno. Trata de ser consciente de cómo te hablas a ti misma y de observarte con más compasión.
  • Practica relajaciones: el mindfulness, las respiraciones conscientes o las relajaciones pueden ayudarte a conectar contigo y comprenderte mejor, y son una gran herramienta que puede sustituir las compras compulsivas. Puedes consultar si lo deseas nuestras técnicas de relajación para la ansiedad.
  • Escribe un diario emocional. Esta estrategia te ayudará a entrenar tu inteligencia emocional y a conocerte. Date un espacio cada día para reflexionar sobre cómo has estado y cómo te has sentido.
  • Realiza actividades que te sienten bien. Deporte, manualidades, actividades sociales… cualquier cosa vale si te ayuda a reducir el estrés y el malestar.

Organiza tu economía

A nivel más conductual, te será muy útil planear y organizar tus gastos del mes, para ser consciente del dinero real del que dispones tras restar todos los pagos que debes hacer sí o sí para mantenerte, como el alquiler, gastos del piso, comida, transporte, educación, hijos… Si queda dinero para algún capricho, sabrás cuál es el límite.

Es probable que estas recomendaciones no sean suficientes, o que no puedas dominar la impulsividad de las compras. En caso de que necesites ayuda profesional, tanto la terapia psicológica como la grupal serán una buena opción para aprender a reducir tu conducta y a practicar otras formas de gestión emocional más adaptativas.

Concretamente, la rama cognitivo conductual ha dado muy buenos resultados ante esta problemática.

¡Te envío un fuerte abrazo y mis mejores deseos para que este proceso sea lo más fácil posible para ti!

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Psicóloga integradora especializada en emergencias, duelo y trauma complejo. Experiencia con colectivos con discapacidad, en especial con Personas Sordas. Es curiosa y siempre está en constante formación y autoconocimiento para ofrecer lo mejor de ella. Más sobre Beatriz Pujante

2 comentarios en «Compras compulsivas: Cómo dejar de comprar compulsivamente»

  1. Para dejar de comprar compulsivamente, aquí hay algunos consejos:

    • Haz una lista de compras y cíñete a ella.
    • Evita las tiendas o los sitios web donde sueles comprar impulsivamente.
    • Establece un presupuesto y no lo excedas.
    • Considera si realmente necesitas el artículo antes de comprarlo.
    • Busca ayuda profesional si sientes que no puedes controlar tus impulsos de compra.

    También hay aplicaciones y herramientas en línea que pueden ayudarte a controlar tus gastos y hábitos de compra. Recuerda que dejar de comprar compulsivamente puede ser un proceso difícil, pero es posible con tiempo, paciencia y esfuerzo.

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    • Hola 🌷
      Muchas gracias por leernos y por este mensaje lleno de información importante.
      Qué bien incluir ese punto tan necesario de pedir ayuda.
      ¡Un abrazo grande!

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