Sabrás que con frecuencia en terapia se dedica especial atención a los primeros años de vida. Esto es porque la etapa infantil es especialmente clave para nuestro desarrollo y personalidad. Por eso hoy le daremos lugar a esos momentos que pueden hacernos daño durante esta etapa y traer consecuencias en la adolescencia y adultez. Quédate a leer o a escuchar el episodio sobre las heridas de la infancia con Paula, psicóloga de Barcelona del equipo presencial.
Qué son las heridas de la infancia
Las heridas de la infancia se crean a través de aquellas experiencias que han resultado especialmente dolorosas o traumáticas en nuestra vida y pueden llegar a generar trauma emocional.
Durante la infancia tenemos menos herramientas para afrontar y gestionar los eventos adversos y hay muchas cosas que todavía no alcanzamos a entender. Además, nos encontramos en una etapa crítica y de mucha influencia para nuestro desarrollo posterior, tanto nuestra personalidad, nuestros patrones relacionales y cómo nos vemos a nosotras y nosotros mismos.
La influencia de la herida emocional
En la mejor de las condiciones podremos desarrollar un apego seguro y disfrutar de una infancia sana y adaptativa que nos haga tener una buena autoestima y genere el mínimo de inseguridades y miedos.
Por desgracia, es frecuente que en esta etapa sucedan cosas que nos puedan herir emocionalmente y tengan gran impacto en nuestro futuro. Cuando nos pasa una o varias cosas negativas que no sabemos interpretar o afrontar pueden convertirse en una herida de la infancia.
Nuestro futuro se ve condicionado por estas heridas de la infancia, llegando a afectarnos en nuestra calidad de vida, nuestra forma de relacionarnos, y en la forma en la que gestionaremos nuestros futuros problemas.
5 heridas de la infancia
Existen muchas situaciones que pueden llevar a sufrir heridas de la infancia. Cada una de las heridas genera sensibilidad y vulnerabilidad ante ciertas circunstancias y hará que nos sintamos y actuemos de forma desadaptativa. A continuación, nombramos de 5 heridas de la infancia para que puedas identificarlas y curarlas.
Herida de abandono
La herida de abandono aparece sobre todo cuando nuestras figuras de cuidado principales, quienes tenían que querernos y darnos cariño, no estuvieron presentes, no nos apoyaban o incluso nos hacían daño. Estas carencias nos llevarán a necesitar con desesperación el afecto ajeno y a vincularnos con tendencias dependientes.
Herida de humillación
Este tipo de herida de la infancia se caracteriza especialmente por haber recibido, como su nombre indica, humillaciones, burlas, críticas por parte de sus figuras de apego principales. Este menosprecio desembocará en una baja autoestima. La persona se creerá todo aquello que dijeron de ella y le costará ver todo lo bueno que hay en ella.
Herida de injusticia
Experimentar durante la infancia situaciones de injusticia con las figuras de apego puede llevar a que aparezca este tipo de herida de la infancia. Esto puede darse en situaciones de imposición de la autoridad, de la exigencia o ante grandes esfuerzos que no se ven valorados ni reconocidos nunca. En consecuencia, puede haber una sensación de incapacidad crónica y una gran dificultad para contar con la ayuda de los demás.
Herida de rechazo
Si durante tu infancia en alguno de tus entornos, principalmente en la familia y escuela, no te sentiste integrada o aceptada es posible que desarrollaras una herida de rechazo. Esto ha podido generar una dependencia de validación, de que el resto de las personas te acepten y un sentimiento constante de que no eres suficiente.
Herida de traición
Cuando en nuestra infancia nos hemos sentido traicionadas y engañadas nos puede afectar en la adultez y en la confianza hacia futuras personas cercanas en nuestra vida. Nos costará dejarnos llevar, estaremos a la defensiva y tendremos un gran miedo a que nos vuelvan a traicionar.
Cómo identificar las heridas de la infancia
Quizá te preguntes… si alguien tiene heridas de la infancia, ¿cómo puede identificarlas y curarlas? Para responder a esta pregunta primero debemos tener en cuenta que las causas y consecuencias pueden ser diferentes en cada persona, pero hay ciertas claves e indicadores generales que pueden ayudarte a su detección:
- Dificultades en las relaciones: patrones de apego desadaptativo (como el apego evitativo), conductas desadaptativas, tener relaciones que no son sanas o que nos hacen mal…
- Problemas de autoestima y autoconcepto: una autocrítica y autoexigencia muy elevadas, poca compasión por una misma, no reconocer las propias habilidades y puntos fuertes, no valorarse como persona…
- Malestar emocional: ansiedad, profundos sentimientos de vacío y tristeza, soledad…
- Gestión emocional con carencias: problemas para autorregularse emocionalmente, momentos de explosión, dificultad para expresarse, conductas de riesgo…
No todas las malas experiencias se convierten en heridas de la infancia.
Cómo saber cuál es mi herida de la infancia
Debemos tener en cuenta que no siempre que hemos sufrido una experiencia desfavorable en la infancia esta tiene que convertirse en una herida emocional. Durante esa etapa, aunque no hayamos desarrollado todavía todas nuestras estrategias de afrontamiento, tenemos también una gran capacidad de adaptación.
Además, no solo somos nuestra herida de la infancia, somos mucho más que lo que nos pasó. Nuestra personalidad no viene solo marcada por las heridas de la infancia, pero identificarlas y curarlas será imprescindible para mejorar nuestra calidad de vida.
Explora y haz un ejercicio de autoconocimiento: ¿Esas experiencias del pasado todavía te duelen? ¿Han dejado una herida abierta y consecuencias como las definidas en el artículo?
Cómo sanar y trabajar las heridas de la infancia
Sanar las heridas de la infancia es un proceso que puede ser largo, complejo y doloroso. Es un esfuerzo constante que toca puntos muy profundos y vulnerables de nuestra historia y de nuestra identidad.
Por eso, es especialmente aconsejable que podáis realizar este camino en compañía de alguien profesional. En terapia podrás tener el espacio para conectar con lo que sientes, para validarte y para reprocesar esas experiencias desagradables.
Además, no podía pasar sin recomendaros una campaña que el equipazo de Somos Estupendas llevó a cabo hace un tiempo. En esta campaña podéis escuchar un podcast de #asimesiento con Juan Llorca, donde nos habla de sus propias heridas de la infancia. Estoy segura de que encontraréis un espacio de comprensión y de cuidado en este podcast.
Espero de corazón que encuentres el modo de dignificar tus heridas y conseguir que no definan ni determinen tu vida y tu bienestar.
Excelente oportunidad gracias 👌
Muchas gracias por tu mensaje, Mayra 🌷
¡Un abrazo muy grande!
Qué bueno dar a conocer esta información. Pero en la Bioenergética de Alexander Lowen, donde se creó esta visión de las heridas, normalmente se exponen en un orden por la ocurrencia de ellas con más prevalencia en determinadas etapas. Por ejemplo, la “herida de rechazo” tiende a ser la primera en darse, si ocurre, porque se puede experimentar durante la vida intrauterina o los primeros años de nacimiento. Además, dichas heridas dan origen a “corazas caracterológicas” (rechazo a carácter esquizoide, abandono a dependiente, humillación a masoquista, traición a psicopática, injusticia a carácter rígido que se subdivide en cuatro caracterologías (obsesiva, histérica, pasiva y narcisista). Laspersonas pueden haber experimentado dos o tres heridas y tener caracterologías defensivas disfuncionales diversas, según sus heridas.
Recomiendo leer los libros de Alexander Lowen para profundizar este tema.
Hola, Wladimir 💞
Muchas gracias por escribirnos y compartir información tan valiosa acerca de las heridas emocionales.
Te mandamos un abrazo muy grande 🫶
Interesante insumo, ya sea para el desarrollo personal o bien, para el desarrollo afectivo de grupos.
Lo interesante de este tema es, darnos cuenta de estas nefastas limitantes antes de ser padres de familia; de lo contrario, de modo inconsciente causaremos daños a nuestros hijos en cualquier etapa.
Hola, Joaquín 🌷
Muchas gracias por la confianza al compartir tu reflexión acerca de las heridas de la infancia. Tal y cómo comentas es fundamental ser conscientes de las necesidades propias y de nuestros peques, desde una crianza basada en los buenos tratos.
Te mandamos un gran abrazo 💞
Es posible tener varias heridas? Muchas gracias.
Hola, Mercedes 🌷
Muchas gracias por escribirnos y exponer tus dudas. En ocasiones, durante la infancia o adolescencia, afrontamos situaciones de alto estrés o impacto emocional, pudiendo ser distintas en tiempo y situación, llegando a crear diferentes heridas que pueden o no estar conectadas entre sí.
¡Un gran abrazo! 💞