Apego desorganizado: Ejemplos y tratamiento

Puede ser que el término “apego” te suene. Incluso, puede ser que hayas descubierto cuáles son los diferentes tipos de apego. En concreto, existe un tipo de apego denominado apego desorganizado, del que no solemos tener mucha información. Por ello en este artículo te contamos en profundidad qué es el apego desorganizado.

¿Qué es el apego desorganizado?

Para comprender el apego desorganizado tenemos que partir de conocer qué es el apego.

El apego es el vínculo que todas las personas desarrollan con sus figuras de cuidado primarias. Cuando nacemos, somos enteramente dependientes de otras personas que nos cuiden, que pueden ser nuestros padres/madres, o bien otras personas que se hayan hecho cargo de nuestro cuidado en la infancia.  

Por parte de estas personas no solo necesitaremos que nos den de comer. Sino que también necesitaremos caricias, afecto, presencia, protección… en definitiva, cuidados de tipo emocional.

¿Qué ocurre? Que no siempre sucede que nuestras figuras de referencia satisfacen todas estas necesidades. Así, en función de cómo me cuiden y de cómo de presentes estén (en todos los sentidos), el tipo de apego que se desarrolla puede ser diferente. Y aquí es donde se establecen diferentes tipos de apego: el apego seguro, el apego ansioso-ambivalente, el apego evitativo, y el apego desorganizado.

En concreto, hablemos del apego desorganizado.

El apego desorganizado se desarrolla cuando el hogar no es un espacio seguro, sino todo lo contrario. El lugar y las personas que tendrían que suponer un refugio, suponen un caos, una desprotección, y una desorganización.

El estilo parental, por ejemplo, suele ser impredecible, desconcertante. Y, en muchas ocasiones, negligente o abusivo (maltrato, abusos, conflicto, negligencia de necesidades físicas, etc.) También es común que, en estos casos, las figuras de cuidado tengan algún tipo de trastorno mental o condición de salud mental compleja.

Con todo esto, la niña o niño que se desarrolle en este ambiente -del cual no puede salir– va a desarrollarse de forma muy insegura, sintiendo ansiedad y malestar tanto ante la presencia de sus figuras como ante su ausencia. Este tipo de apego está muy relacionado con el denominado trauma relacional o trauma de apego.

apego desorganizado

Cómo afecta el apego desorganizado

Te puedes imaginar el enorme impacto que el apego desorganizado tiene durante la infancia, la adolescencia, y la adultez. En general, todos los estilos de apego que antes veíamos tienen una particular influencia en nuestra vida, pero el apego desorganizado supone una huella muy traumática que condiciona enormemente nuestro autoconcepto, autoestima, y relaciones.

Apego desorganizado en adolescentes

En la infancia no se ha encontrado esa seguridad, protección, o disponibilidad por parte de las personas que debían garantizarlas. Aún así, en ese momento no se puede asumir aún una autonomía física y emocional.

De esta manera, en la adolescencia se lleva ya tiempo permaneciendo cerca de esas personas que no están siendo el lugar seguro que se necesita. En este momento pueden aparecer impulsividad, ira, inversión de roles (me convierto en la madre/padre de mis padres), o conductas erráticas y problemáticas como el consumo de sustancias.

Apego desorganizado adultos

De igual forma, todo aquello que se empieza a vivir en la infancia también determina mucho la adultez. Además, partimos de la base de que el apego desorganizado se asocia con el trauma complejo. Es decir, con heridas muy profundas en nuestro ser, que condicionarán mucho nuestra forma de vernos y relacionarnos.

Estas huellas tan profundas están muy relacionadas con la posibilidad de que en la adultez se desarrollen psicopatologías. Podemos encontrar disociación, tendencia excesiva al control, regulación emocional a través de vías disfuncionales (compras, juego, sustancias, etc.), inestabilidad emocional, dificultades para comprender el mundo emocional propio y ajeno, etc.

Apego desorganizado en pareja

Todo esto afectará, sin duda, a la forma de establecer relaciones. Las relaciones que se establecen suelen ser caóticas, inestables, dramáticas. Por un lado, existe el deseo y necesidad de conexión y de intimidad, pero, por otro lado, no saben cómo recibir este afecto, ni tampoco cómo darlo.

Ejemplos de apego desorganizado

Dado que este tipo de apego es muy complejo, vamos a ver algún ejemplo.

Caos en las relaciones

Miro hacia atrás y veo que he tratado de tener muchas relaciones sentimentales, quizá buscando tapar mis carencias. Me doy cuenta de que todas han sido turbulentas, y siempre pasaba del amor al odio, sin saber cómo expresar mi amor. Me agobiaba a la vez que necesitaba a la otra persona. Siempre tenía miedo a que me abandonaran, pero a la vez me costaba tener intimidad y confianza. No me entendía.

Caos en el mundo interno

A veces siento que no hay ninguna conexión entre lo que hago y lo que siento. Las demás personas siempre sienten que lo que hago es contradictorio y confuso.

Disociación

No recuerdo prácticamente nada de mi infancia. O, al contrario, lo recuerdo y puedo contarlo, pero, aunque haya vivido situaciones traumáticas, no logro conectar con mis emociones.

Conductas disruptivas o problemáticas

Mi ira es descontrolada, siempre lo ha sido. No sé de dónde viene mi enfado. Esto me ha generado problemas de conducta en mi adolescencia y en otras ocasiones. Siempre me han tachado de “problemática/o”.

Tratamiento para el apego desorganizado

El apego desorganizado -también llamado desorientado– genera unas huellas muy profundas en la identidad y en el cuerpo. Como has visto, está íntimamente relacionado con el denominado trauma complejo (trauma relacional, o trauma de apego). Este tipo de trauma se desarrolla cuando se viven situaciones traumáticas de forma repetida en el tiempo, y en el contexto de nuestros vínculos más importantes.

Teniendo esto en cuenta, el apego desorganizado requiere de un trabajo muy profundo en esas heridas. Es esencial que este trabajo pueda darse en un contexto terapéutico, específicamente en terapia psicológica online.

Aunque la persona con apego desorganizado haya ido adquiriendo formas de supervivencia a lo largo de su vida, esto no significa que hayan sido las más adaptativas o saludables. De hecho, suele ser al contrario. Esto tiene sentido, dado que se ha sobrevivido como se ha podido. Ahora bien, también tienes derecho a vivir. A poder ser vista y a trabajar en todo aquello de tu pasado que te sigue condicionando en el presente.

Lo importante de este proceso es poder reparar el apego. Y esto puede hacerse a través de establecer vínculos seguros en la adultez. Por supuesto, los vínculos de amistad o de pareja saludables serán muy positivos en este proceso. Pero el vínculo seguro que se establece en terapia psicológica es el camino, también, a través del cual poder integrar y elaborar todo lo vivido, y de desarrollar herramientas de regulación emocional más saludables en la actualidad.

Las heridas se originan en nuestras relaciones. Pero también pueden sanarse a través de ellas.

Psicóloga especializada en bienestar emocional con perspectiva integradora, aunando la rama cognitivo conductual junto con la que considera base de su perfil profesional: las Terapias de tercera generación. Más sobre Isabel Reoyo

6 comentarios en «Apego desorganizado: Ejemplos y tratamiento»

    • Hola, bonita 🌷
      Sí que existe cierta relación entre ambas situaciones, aunque no sea una relación de causalidad.
      ¡Un abrazo grande!

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  1. Agradezco mucho por la informacion brindada como Trabajadora Social me permite entender los tipos de apego para comprender a la familia y sus intrinquincadas redes afectivas

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    • Hola, Karina🌷
      Nos alegra mucho que este episodio te haya ayudado a entender mejor los tipos de apego. Muchas gracias por tu comentario. Te mandamos un abrazo enorme🫶🏼

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    • Hola, Fernanda 🌷

      Gracias por la confianza en escribirnos. Entendemos que puedan surgir muchas dudas o preocupaciones acerca del apego, sobre todo ante situaciones que podamos vivir de mayor malestar. El apego se comienza a construir desde nuestra crianza, siendo un primer paso la consciencia del tipo de apego que tengo en cada relación. Tras este proceso de consciencia, es fundamental compartir nuestras necesidades personales y de pareja, creando un espacio de comunicación asertivo donde hablar sobre necesidades, límites y sentimientos.
      El apego se puede trabajar en terapia, mejorando el bienestar personal y relacional, en somos estupendas tenemos un equipo especializado en ello. Te dejamos toda la información.

      Te enviamos un gran abrazo 💞

      https://somosestupendas.com/terapia-online/

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