Relaciones familiares

Las relaciones familiares son el primer vínculo emocional que establecemos y uno de los que impactan más profundamente a lo largo de toda nuestra vida. Tanto es así, que son la base de cómo me percibo a mí mismo, a los demás y al mundo en general, influyendo directamente en cómo nos relacionamos con nosotras mismas y con los demás.

Conocer las dinámicas familiares que existen y comprender su impacto, es clave para entendernos y construir relaciones más saludables, no solo dentro del núcleo familiar, sino no también fuera de él.

En este artículo exploraremos qué hacer cuando no te sientes bien con tu familia, desmitificaremos algunas creencias sobre los lazos familiares, exploraremos la relación entre las necesidades emocionales y el entorno familiar, y analizaremos cuando es necesario acudir a terapia.

Relaciones familiares y necesidades emocionales

El entorno familiar es el espacio donde aprendemos a identificar y satisfacer nuestras primeras necesidades emocionales. Cuando estas necesidades están cubiertas, las personas desarrollan una autoestima sólida y una buena regulación emocional. Sin embargo, cuando se desatienden, pueden dejar heridas de la infancia profundas.

Amor y aceptación incondicional

Te sientes querida tal y como eres por tu familia, sin ser expuesta a condiciones para conseguir su amor ni ser criticada constantemente. La ausencia de este amor y aceptación incondicional, puede llevarnos a la búsqueda constante de validación externa.

Seguridad emocional

Cuando crecemos en un entorno que es percibido como seguro y predecible, se desarrolla la confianza en una misma y en el mundo que le rodea. Si esta seguridad se siente comprometida, puede dar lugar la sensación de estar en peligro, lo que puede estar vinculada al desarrollo de traumas infantiles.

Expresión emocional

Es indispensable aprender que nuestras emociones son válidas y que podemos expresarlas sin miedo. La ausencia de un espacio seguro para expresar nuestras emociones o incluso la represión emocional característica de entornos donde existe maltrato psicológico infantil, conlleva en la vida adulta la dificultad para lidiar con las propias emociones.

Reconocimiento y validación

El hecho de que nuestros pensamientos, logros y emociones sean acogidos como importantes, tienen un impacto positivo en el desarrollo del autoconcepto y la autoestima. La falta de validación genera inseguridad y el desarrollo de una parte de autoexigencia que genera mucho malestar.

Cuando estas necesidades no se satisfacen, las relaciones familiares lejos de ser un espacio seguro, pueden convertirse en una fuente de dolor. Identificar estas carencias y trabajar en ellas, muchas veces con ayuda profesional, permite sanar heridas y romper patrones emocionales dañinos.

Mitos sobre las relaciones familiares

Existen muchas creencias en torno a las relaciones familiares, dificultando un análisis objetivo de las mismas y generando mucho malestar en las personas que intentan encajar en ellas:

  • “La familia siempre está por encima de todo”: Si bien es cierto que el apoyo familiar es un pilar valioso, no siempre es saludable mantener la relación a toda costa.
  • “Los padres siempre tienen razón”: Aunque los padres suelen actuar de la mejor manera que saben y pueden, no siempre conocen lo que es mejor para sus hijas. Cuestionar y romper con dinámicas familiares que te afectan no es un acto de egoísmo, sino de autoconocimiento.
  • “Si cortas el vínculo con un familiar, estás fallando”: A veces, tomar distancia es necesario para proteger tu bienestar y poder reconciliarte contigo misma.

¿Qué hacer cuando no te sientes bien con tu familia?

Los vínculos familiares en teoría, deberían ser un lugar en el que nos sentimos apoyados, queridos y seguros. Sin embargo, no siempre ocurre así. Sentirnos mal dentro del entorno familiar es un fenómeno que es más común de lo que parece, siendo difícil de reconocer y de aceptar.

Si sientes que es algo que puede estar sucediéndote a ti, aquí tienes algunas estrategias que podrían ayudarte a gestionar la toxicidad en la familia:

Reconoce y valida tus sentimientos

No te sientas culpable por lo que experimentas ni minimices todo aquello que estás sintiendo. Ser consciente y aceptar que algo no funciona bien dentro de la dinámica familiar es el primer paso para poder cambiarlo.

Evalúa tus límites

Reflexiona sobre cuáles son las situaciones, comentarios o actitudes que te generan malestar además de todo aquello que estás necesitando y no tienes. Poner límites claros y comunicar lo que necesitas, es fundamental para proteger tu bienestar.

Gestiona las expectativas

No siempre es posible generar cambios en los demás. Aceptar que ciertas dinámicas pueden no mejorar, ayuda a tomar decisiones desde la realidad y no desde la frustración, además de liberarnos de carga de responsabilidad de acciones que no dependen de nosotras.

Busca espacios de seguridad emocional

Busca vínculos que te aporten ese espacio de comprensión y apoyo que necesitas.

Considera la ayuda profesional

Empezar terapia online o presencial puede ser un primer paso relevante para procesar emociones, entender patrones familiares y construir herramientas para gestionar mejor las relaciones familiares. 

¿Cuándo buscar ayuda profesional?

Identificar el momento en el que te sientes preparada para buscar ayuda profesional es valioso, sobre todo cuando las relaciones familiares afectan significativamente a tu bienestar emocional. Algunas señales claras de que puede ser el momento de acudir a terapia incluyen:

  1. Malestar constante: Si te sientes triste, enfadada o incluso solo cada vez que interactúas con tu familia o en la mayor parte de los momentos.
  2. Conflictos no resueltos: Cuando una discusión no finaliza con la toma de decisiones que tienen como objetivo la solución, sino que la mayoría de las veces se quedan sin resolver.
  3. Dificultad para expresar emociones: Si sientes que en tu entorno familiar no escuchan, comprenden o incluso juzgan todo lo que sientes.
  4. Aislamiento emocional: Cuando decides alejarte por completo para evitar el dolor que te genera este tipo de relaciones.
  5. Impacto en otras áreas de la vida: Si los conflictos familiares afectan tus relaciones personales, desempeño laboral o autoestima.

Fuentes:

  • Bowlby, J. (2021). Una base segura: aplicaciones clínicas de una teoría del apego. Dialnet
  • Sánchez, G. D. D., Londoño, M. M. A., Lozano, N. Y., & Chavarría, E. F. V. (2015). Sobre la dinámica familiar. Revisión documental. Dialnet. https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=7823294

El contenido ha sido redactado con fines divulgativos, en ningún caso puede sustituir la valoración de un profesional. El artículo ha sido revisado por el equipo de redacción clínica.

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Artículo escrito y revisado por Carmen Muñoz, graduada en psicología, con n.º de colegiada CM03167. Tiene 4 años de experiencia como psicóloga general sanitaria.

Desde temprana edad, Carmen mostró una vocación por escuchar y acompañar a los demás, lo que la llevó a formarse en Psicología en la Universidad Camilo José Cela y especializarse en Psicología General Sanitaria en la Universidad Francisco de Vitoria.

Ha orientado su carrera hacia la neuropsicología, la psicoterapia integradora, el trauma y el apego, complementando su formación con técnicas como EMDR y en ámbitos como la psicología de emergencias y el abuso sexual infantil.

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