Si hay algo que despierta mucho interés en la población actualmente es el mundo de la nutrición, y seguramente, con el objetivo de llevar una vida saludable y larga. Sin embargo, es también bastante frecuente que cada poco tiempo aparezca en los medios un nuevo mito sobre la alimentación.
De los cuales, la gran mayoría vienen bajo títulos sensacionalistas y extremistas, generando más miedos e incertidumbre en la población sobre lo que debemos o no debemos comer o el efecto que puedan tener sobre nuestra salud. Creando así una gran desinformación y sobre todo, pudiendo a llegar a desencadenar en graves problemas de salud como son los TCA, como la bulimia o la anorexia.
En este artículo hablamos de:
- Origen de los mitos sobre la alimentación
- Los 10 mitos falsos sobre la alimentación
- Los carbohidratos engordan por la noche
- Las grasas engordan
- Los fritos son malos
- El azúcar es adictivo
- El pan cuanto menos mejor
- Para perder peso hay que eliminar los carbohidratos
- Hay que hacer 5 comidas al día
- El huevo sube el colesterol
- El plátano tiene mucho azúcar
- Los excesos hay que compensarlos
Origen de los mitos sobre la alimentación
Un mito podría definirse como aquella cosa (en este caso alimento) a la que se le atribuye cualquier excelencia o cualidad que no tiene, por ejemplo: “El agua con limón desintoxica”. Concretamente, hay muchos mitos de la alimentación, basados erróneamente en la moralidad de lo bueno o lo malo, generando miedos irracionales como: “El azúcar mata”, y también muy consolidados en la cultura de la dieta, por ejemplo: “El plátano engorda”.
Estos mitos no solo proceden de los medios de comunicación y de redes sociales, sino que también pueden estar muy consolidados dentro de tu entorno familiar y que hayas crecido escuchándolos y creyéndolos. (“Hay que cenar ligero”). O que tu grupo de amigos y entorno laboral se encarguen de mencionarlos como tema de conversación cada vez que vais a comer juntos.
“Hoy nos hemos pasado comiendo, esta noche no se cena”.
Pueden provenir también de profesionales de la salud, como médicos, nutricionistas o enfermeros, que no están actualizados y siguen perpetuando esta desinformación (“Solo tres huevos a la semana porque tiene mucho colesterol”).
O Incluso de personajes famosos o influencers, que por supuesto forman parte de la cultura de dieta o de la industria del fitness y del culto al cuerpo, y se suman al carro de dar consejos de alimentación también basados en su físico. Promocionando así batidos detox verdes, ayunos intermitentes o suplementos innecesarios.
Los 10 mitos falsos sobre la alimentación
Los carbohidratos engordan por la noche
Los carbohidratos tienen las mismas calorías de día que de noche. Y aunque por la noche no vayas a correr una maratón para quemarlos, eso no significa que tu cuerpo no utilice esa energía y la gaste durante la noche en procesos muy necesarios de reparación y sueño, entre otros. ¿A caso tu cuerpo deja de funcionar durante la noche?
Las grasas engordan
Las grasas son nutricionalmente más densas (sí, tienen más calorías) que las proteínas y los carbohidratos. Sin embargo, eso no significa que engorden más, ya que también nos aportan más saciedad y fibra, y por ende, a comer menos entre horas. También hay que añadir que las grasas son un nutriente esencial para nuestro organismo, y aunque su aporte calórico pueda ser mayor, eso no significa que nuestro cuerpo absorba esas calorías en su totalidad.
Los fritos son malos
Fibra, y por ende, a comer menos entre horas. También hay que añadir que las grasas son un nutriente esencial para nuestro organismo, y aunque su aporte calórico pueda ser mayor, eso no significa que nuestro cuerpo absorba esas calorías en su totalidad.
El azúcar es adictivo
No hay estudios que demuestren esta afirmación. Es cierto que el azúcar se considera adictivo por producir euforia y falta de control, similar a lo que producen las sustancias estupefacientes.
Sin embargo, lo que realmente justifica esa sensación de adicción y de pérdida de control cuando algunas personas consumen productos con azúcar es la prohibición de dicho alimento, y el sentimiento de culpa que aparece después, ya sea por miedo a engordar o por miedo a pensar que le estamos haciendo daño a nuestro cuerpo. Las personas que tiene una buena relación con la comida no sufren dicho descontrol.
El pan cuanto menos mejor
El pan es un carbohidrato válido y saludable como cualquier otro, similar al arroz, la pasta, la quinoa o el boniato. El hecho de que le tengamos más miedo a este alimento y creamos que debemos evitarlo es por la mala fama que ha adquirido en los últimos años haciéndole responsable de la ganancia de peso, cosa que no es cierta. Lo que sí es cierto, es que si el pan está hecho con harinas integrales será nutricionalmente más interesante.
Para perder peso hay que eliminar los carbohidratos
Esto es un mito que surge y se mantiene a raíz de la dieta atkins en los años 70, basada en la pérdida de peso (y de líquidos) por la eliminación de los carbohidratos, o sea una restricción alimentaria. Si la restricción viniera de las proteínas o de las grasas también habría pérdida de peso. Ninguna de estas tres opciones es una opción saludable.
Hay que hacer 5 comidas al día
No hay un número determinado de ingestas recomendadas. Lo ideal es escuchar nuestras señales de hambre y saciedad según el mindful eating, y comer el número de veces que necesites, sea cual sea, ya que el hambre es una sensación totalmente variable, y habrá días que necesites más y días que necesites menos.
El huevo sube el colesterol
Aunque los huevos sean alimentos ricos en colesterol, el colesterol que consumimos a través de la alimentación no tiene impacto alguno sobre nuestros niveles de colesterol en sangre ni riesgo cardiovascular. ¡Puedes comer huevos diariamente si te gustan!
El plátano tiene mucho azúcar
El origen de este mito es que comparando la cantidad de azúcar contienen 100 g de fruta, según las tablas nutricionales, el plátano es la que más tiene (100 g de plátano son 20 g de azúcar y 100 g de manzana son 11 g). Sin embargo, cuando se compara la cantidad de azúcar por ración de consumo habitual el aporte de calorías o azúcares es prácticamente el mismo entre todas las frutas (un plátano equivale a 100 g y una manzana a 200 g).
Los excesos hay que compensarlos
Pensar que por haberte comido una pizza esa noche no debes cenar, o cenar más ligero, o irte al gimnasio a quemarla es uno de los mayores mitos y sobre todo errores de nuestra alimentación que ponen muy en riesgo tu relación con la comida y tu salud mental. Por desgracia la necesidad de compensar la comida está demasiado normalizada y aplaudida, favoreciendo así el incremento de los TCA.
A veces no sabemos qué decirle a una persona con TCA. En este ejemplo en particular, puedes decirle que nuestro cuerpo ya tiene su propio sistema de compensación y nosotras no necesitamos hacer ningún esfuerzo extra.
Uno de los grandes problemas de la existencia de estos mitos de la alimentación es que principalmente perpetúan la cultura de la dieta (ver la alimentación como vehículo para adelgazar) y la clasificación de los alimentos en buenos y malos, sano o no sanos.
Esto nos aleja de llevar una alimentación intuitiva y saludable, que además garantiza un sentimiento de culpabilidad cada vez que comemos algo que, según estos mitos, nos dice que nos hará engordar o enfermar.
Recuerda que estos mitos no están evidenciados científicamente, por tanto, cada vez que escuches uno nuevo, consulta con profesionales de confianza, ten tu propio juicio crítico y permítete comer de una forma libre ignorando toda esta desinformación.