El comportamiento de un ludópata con su pareja puede generar un gran desgaste emocional, confusión y sentimientos contradictorios. Las dinámicas que se crean en torno a la adicción al juego no solo afectan a quien la padece, sino también al vínculo, a la confianza y a la estabilidad cotidiana.
Comprender cómo se manifiestan estas conductas en la relación es un paso esencial para priorizar el bienestar, establecer límites y tomar decisiones desde el cuidado propio.
La ludopatía, o lo que comúnmente conocemos como adicción al juego, es un trastorno psicológico de carácter comportamental considerada crónica. Caracterizada por la dificultad que tiene la persona de resistir a los impulsos y la adrenalina que le supone el acto de jugar y ganar, alterando a su estado psicológico y a su comportamiento.
¿Cómo afecta el comportamiento de un ludópata con su pareja?
La adicción al juego puede atravesar muchas áreas de la vida, desde lo económico hasta lo emocional. Cuando quien la padece está en pareja, esta situación también impacta en el vínculo, generando distancia, desgaste y confusión. A menudo, la persona que convive con esta dificultad empieza a ocultar su conducta, manteniendo una doble vida que erosiona la confianza y el bienestar compartido.
La ludopatía tiende a ocupar cada vez más espacio en el día a día, hasta llegar a condicionar la forma de actuar, pensar y relacionarse. Para sostener el hábito, pueden aparecer mentiras, excusas o decisiones impulsivas que generan malestar tanto en quien la vive como en la pareja.
Si estás viviendo algo así, o lo sospechas, tal vez reconozcas algunos de estos efectos en la relación:
Cambios en el estado de ánimo
Todas las personas transitamos diferentes emociones, y eso forma parte de estar vivos. Pero cuando hay una adicción presente, los altibajos emocionales, o las famosa montaña rusa emocional, pueden ser más intensos y frecuentes. Esto puede dejarte en un lugar de incertidumbre constante, sin saber con qué estado emocional te vas a encontrar ni cómo reaccionará la otra persona.
Impulsividad
La necesidad urgente de jugar puede llevar a la persona a actuar sin pensar, como realizar compras impulsivas o tomar decisiones sin reflexión. A veces se manifiesta en gestos extremos —desde regalos repentinos hasta momentos de indiferencia— que descolocan y desgastan. Si no se reconoce que esta inestabilidad forma parte del problema, es fácil caer en la trampa de sentirse culpable por el comportamiento del otro.
Nerviosismo, ansiedad e inquietud motora
¿Notas que tu pareja no logra estar en calma o cambia constantemente de actividad? Estos signos pueden reflejar un sistema nervioso alterado, algo muy común en situaciones de adicción.
Es posible que haya tensión constante, dificultad para relajarse, y conductas que buscan calmar una ansiedad que no siempre se expresa con palabras.
Problemas en la higiene del sueño
El insomnio o los desvelos frecuentes son comunes en personas con adicción al juego, especialmente porque muchas conductas relacionadas ocurren de noche, cuando son más fáciles de esconder.
Además, la ansiedad y el sobrepensamiento suelen aumentar en las horas de silencio, afectando el descanso y a la higiene del sueño.
Locus de control externalizado
Una consecuencia habitual es que la persona afectada por la ludopatía no reconozca el impacto de sus acciones y tienda a culpar a otros, incluida la pareja. Esto puede dejarte en un lugar muy doloroso, intentando entender reacciones injustas o asumiendo responsabilidades que no te corresponden.
Mentiras y ocultamiento
La confianza en la relación se resiente cuando las mentiras comienzan a formar parte del día a día. A veces, el deseo de ocultar lo que está ocurriendo lleva a una cadena de engaños que se vuelve insostenible. Como una bola de nieve que crece sin freno, las mentiras generan distancia, desconfianza y una sensación de soledad dentro del vínculo.
Si te preguntas cómo ayudar a un ludópata en este contexto, es importante recordar que acompañar no significa cargar con todo el peso; a veces, ayudar también implica poner límites, buscar apoyo profesional y cuidar de ti misma en el proceso.
¿Cómo afecta la ludopatía y sexualidad en pareja?
Si en tu relación de pareja hay una adicción con el juego, eso no significa que llegue a desembocar en una ruptura. Aunque sí hay que tener consciencia del problema para poder trabajar la felicidad en pareja, y la reparación de las consecuencias que ocasiona el juego patológico.
Una de las problemáticas más comunes en las parejas tiene que ver con la ludopatía y la sexualidad. Este problema se puede ver reflejado de dos formas:
Ludopatía e hipo sexualidad
El comportamiento de un ludópata con su pareja en cuanto a las relaciones sexuales puede darse en una hipo sexualidad, derivada de los diferentes impactos emocionales que trae consigo dicho trastorno.
El empobrecimiento de los intereses y la disminución de los hábitos y cuidados en pareja, acaba afectando a la aparición de un bajo deseo sexual.
A su vez, la frustración, ansiedad y el desgaste emocional que supone una adicción como esta afecta a la libido de la persona, siendo conveniente que llegado este punto sea necesario mejorar la salud sexual de la relación.
Ludopatía e hipersexualidad
Al contrario de lo anteriormente mencionado, hay otras personas que conllevan parejo la adicción al juego y a su vez una adicción al sexo, o una hipersexualidad con la que la persona que padece el trastorno acaba gestionando y regulando sus emociones con un exceso de sexualización.
Algo que, genera mucho malestar, ya que acaba convirtiéndose en una necesidad que no va asociada al disfrute y cuidado propio de las relaciones sexuales en pareja.
Separarse de un ludópata
Separarse de una persona con adicción al juego es una decisión que suele llegar después de un largo recorrido emocional. A menudo, antes de tomar esa determinación, se han intentado múltiples caminos para sostener el vínculo, lo que puede generar una mezcla de tristeza, culpa y alivio.
En este proceso, quizá te ayude tener presente algunos puntos:
- Escuchar y respetar tus necesidades emocionales no es egoísmo, es un acto de cuidado hacia ti.
- No estás obligada a justificar tu decisión. Expresarla desde la claridad puede ser suficiente.
- Rodearte de personas que te escuchen sin juicio puede sostenerte en los momentos difíciles.
- Cultivar espacios personales de bienestar —aunque sean pequeños— puede devolver algo de calma en medio del cambio.
- No siempre es necesario entrar en debates sobre la adicción; proteger tu energía también es válido.
- Contar con el acompañamiento de una persona profesional puede darte contención y perspectiva.
- Si hay hijos e hijas, priorizar su bienestar común por encima de las diferencias individuales puede marcar una gran diferencia.
- Poner límites claros y comunicarte desde lo que necesitas puede ayudarte a transitar este camino con más firmeza.
Separarse no es un fracaso. A veces, es una forma de reencontrarte contigo, con tu paz y tu dignidad. Y mereces ese encuentro.
Si estás viviendo un momento así, tan cargado emocionalmente, que sepas que no estás sola, estamos aquí para ayudarte.
Y, aunque hoy veas que es un momento muy doloroso en el que todos los matices son oscuros, no sepas muy bien qué hacer después de una ruptura, tranquila, llegarás a ver la claridad y alcanzarás la calma que necesitas.
Preguntas frecuentes sobre el comportamiento de un ludópata en pareja
¿Cómo se comporta una persona con ludopatía en una relación de pareja?
Las personas con ludopatía pueden mostrar comportamientos como mentir sobre el dinero o el tiempo que dedican al juego, evitar conversaciones sobre sus hábitos y volverse emocionalmente distantes. Esto suele generar conflictos, pérdida de confianza y una sensación de soledad en la pareja.
¿Qué señales pueden indicar que mi pareja tiene una adicción al juego?
Algunas señales pueden incluir cambios en el estado de ánimo, problemas financieros inexplicables, irritabilidad, evasión de responsabilidades y ocultamiento de actividades. También es común que eviten hablar del tema o se muestren a la defensiva si se les cuestiona.
¿Qué puedo hacer si mi pareja tiene problemas con el juego?
Es importante no asumir la responsabilidad del problema ni intentar controlarlo. Buscar apoyo profesional, poner límites claros desde el autocuidado y fomentar el diálogo sin juicio puede ser un primer paso hacia una posible recuperación.
Referencias
Asociación Americana de Psiquiatría. (2013). Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-5). 5ª edición.
Cruz-Sáez, M., & Sociedad Chilena de Psicología Clínica. (2014). Nuevos retos en el tratamiento del juego patológico. Terapia Psicológica, 32(1), 31–40.